La comida excelente como de costumbre. Extraño el ambiente más acogedor y sobrio de antes.. El servicio muy bien educado y discretamente atento a las necesidades del cliente.. Siempre volveré con gusto..

El mobiliario es cómodo y agradable. El servicio se pasa de informal. Es clara la falta de entrenamiento a los empleados en detalles como el lenguaje, la oportunidad (cuando tienen algo que informar no esperan que cualquier conversación entre los clientes se detenga sino que simplemente interrumpen para decir lo suyo) y la comunicación entre ellos fluye, a veces en voz alta, sin preocuparse de los clientes. Los empleados son amistosos, pero sus maneras son muy informales. Parecería que falta instrucción y dirección de un supervisor capacitado. Por momentos daba la impresión de que ellos eran los dueños del restaurante. Mis compañeros de mesa se expresaron de manera mixta sobre los platos. En mi caso particular, un plato como calamares rellenos con mariscos sobre fettuccini con crema, tan proclive a brindar sabores especiales, estaba totalmente insípido. El pan de servicio podría ser algo más especial. La música en vivo es normalmente agradable, pero sugeriría dejarla solo instrumental. La lírica del cantante, por suave y delicada que sea, interfiere con la conversación de los clientes. Bajaría un 20% la intensidad de la iluminación. El clima con el aire acondicionado estuvo muy bien. En resumen, son problemas solucionables pero requieren atención de un experto capacitado.

Tiene buen potencial por la buena cocina, pero el sitio es estrecho y el parqueo insuficiente. La noche de la reserva le faltaron los saloneros y alguien de la cocina.

Bueno, podría tener un poco más de flexibilidad en los detalles para satisfacer a un cliente. Parece que el sistema de control no les permite alguna modificación en los acompañamientos. Por lo demás, todo bien

Bastante agradable en todo aspecto, sin llegar a lo extraordinario. Siempre regreso. Podrían variar su carta de cuando en cuando. Sería agradable algo de música suave de fondo La cocción es por lo general óptima y la presentación de los platos es buena.

La gente (igual que en mi caso) asiste muchas veces para mostrar a los visitantes el show. Otros van llevados por operadores de turismo y seguramente nunca más volverán. Tienen de esta manera un grupo de visitantes asegurado e imagino que está es la razón por la cual no se preocupan mucho por la cocina. La comida es menos que regular, tanto en cuidado de cocción como en presentación. Los cócteles son aceptables aunque no perfectos.

Muy buen servicio, muy buena comida y el sitio es muy agradable sin ser espectacular. Los platos se demoraron un poco en llegar, pero eso bien puede ser porque la comida es fresca y bien preparada, pero entonces sugiero mejorar el tiempo de llegada de las entradas y las bebidas.