Pésimo servicio. Fuimos con el restaurante casi lleno. Nos tomaron la orden y 45 minutos después resulta no habían puesto nuestro pedido. En un punto, incluso, llegaron a nuestra mesa pensando que acabamos de llegar al restaurante, cuando ya teníamos mas de una hora de haber pedido. Es muy triste, porque la comida está buena y relativamente económica, pero no para perder toda una tarde allí.

Il Gelato es una heladería italiana como muchas en Panamá. En si, comparten muchos de los sabores que negocios de este mercado en especifico hacen, y la realidad es que no se desvían de como deben saber. Sin embargo, la peculiaridad de este local es la textura de sus helados, de un buen punto cremoso mas no pastoso. La ubicación es un poco complicada, y los estacionamientos son un poco estrecho y limitados, por lo que es algo difícil considerarlo como un lugar incomparable para postres. El servicio es bastante rápido, y los servidores son muy atentos, especialmente para explicar y dar a degustar los varios sabores que tienen. Recomendaría esta heladería para postres si uno se encuentra por el área solamente.

A pesar de que el aspecto del lugar no es el mas llamativo, Oink House es uno de los pocos lugares en Panamá que pueden hacer que este tipo de gastronomía prospere. El restaurante es un lugar al aire libre, con bancas, sillas, y mesas, con un estilo muy informal. No obstante, donde este local realmente brilla es en sus comidas. Oink House cuenta con un menú muy reducido a comparación de otros retaurantes similares, pero aun así la simplicidad les ayuda a tener una calidad muy buena en sus platos. Tienen hamburguesas tanto de Puerco como de carne, hot dogs, y emparedados de dedos de pollo, que se pueden complementar con buena selección de acompañamientos que van con este tipo de comida. En la mayoría de mis visitas, tiendo a pedir la Hamburguesa Oink Oink hecha con puerco, la cual tiene una “mermelada de bacon” que por mas extraña que suena tiene un sabor excepcional y diferente. En otras ocasiones, he probado las hamburguesas de carne como la Road House, que a pesar de ser similares, ayudan a crear una variedad de hamburguesas, pese a ser el mismo tipo de comida. No obstante, no recomiendo los emparedados de dedos de pollo, ya que no tienen nada fuera de lo normal, y a comparación con las hamburguesas, tienen un tamaño menor. Cabe resaltar que cuentan con una buena selección de cervezas artesanales para quien desea acompañar la comida con esto. Sobre el servicio, realmente no hay mucho que decir. Uno se presenta en la caja, ordena, y le notifican cuando esta lista la comida. Lo único que si deben mejorar es el tiempo de espera, ya que en ocasiones he visto que el local esta semi-vació, y pueden demorar hasta 25-30 minutos para entregar un pedido. Considero que Oink House es un restaurante “niche”, y es una opción excepcional cuando uno busca una hamburguesa “para llevar”.

Este restaurante es una de las grandes sorpresa gastronómicas en el área de Condado del Rey. En términos de comida, es impresionante la relación precio/calidad que tiene este restaurante. Las porciones son enormes y con buen sabor, al punto que no seria normal comer una entrada y un plato fuerte completo. De entrada, pedimos una boneless wings con salsa Bourbon, las cuales estaban simplemente excelentes. El apanado que utilizan es diferente al tradicional de otros restaurantes, y les da un sabor único. Adicional, trae gran cantidad y tamaño, en términos individuales y como plato en si. De plato fuerte, pedimos un filete Appetitus, una corvina al ajillo, y unas brochetas de pollo. El filete Appetitus definitivamente se roba el espectáculo. No soy fanático de la albahaca, pero en este plato la hace lucir. De ir a este restaurante, este es el plato a pedir. La corvina al ajillo realmente estuvo muy regular, ya que a pesar que la salsa tenia buen sabor, la corvina sabia a congelada (algo ironico llamarla "Pesca del dia"). Se nota que el fuerte de este restaurante son las carnes/aves, no los mariscos, por lo que recomendaría no pedir los mismos. Finalmente, las brochetas de pollo tenían buen tamaño, aunque podrían ser mejor utilizadas como entradas que como plato fuerte. Por parte del servicio, es lo que uno esperaría como estándar en cualquier restaurante de cierta categoría. No es lo optimo, pero no se necesita pedir mas que lo justo necesario. El ambiente tiene una buena decoración, pero la ubicación y el local en si no ayuda a este restaurante. Es una lastima, ya que lo pone en un categoría donde solo los que viven en el área estarían interesados en ir, por mas que el restaurante tiene tanto que ofrecer. En fin, en el área esta comida no tiene comparación. Recomendado completamente.

Opción italiana en el área de El Dorado que demuestra que demuestra como un buen concepto puede hacer un gran restaurante. Pese a la ubicación problemática (pocos estacionamientos compartidos, hay que estacionarse lejos y pagar por este servicio), el restaurante tiene suficiente peso en la experiencia para ser considerado una opción. El concepto de relacionar la mafia italiana, los platos que sirven (principalmente las pizzas), y la decoración demuestra lo mucho que se busca atraer el interés de los comensales. De entrada, pedí unas almejas al ajillo que estaban en su punto, junto con un pan pita con ajo que definitivamente hacen una combinación excelente. De plato fuerte, una pizza "Big Jim" que estuvo muy buena, aunque un poco cara para lo que en realidad es. Sin embargo, logra diferenciarse de las demás pizzas ofertadas por otros restaurantes, principalmente en la salsa que utilizan. De igual manera, los raviolis de jamón con queso son muy ricos, y son un opción no muy común en restaurantes italianos de la localidad. El servicio estaba bien, aunque a veces demoraban mucho en atender la mesa, y peor en traer la comida (la pizza demoro casi media hora en llegar). En resumen, es un buen restaurante para el área en el que se encuentra. La relacion precio/calidad es bastante buena, pese a que tiende a inclinarse a tener precios un poco elevados. Cuenta con una de las mejores pizzas de la ciudad, y definitivamente se gana su lugar en buena comida.

Tuve la oportunidad de visitar la nueva sucursal en Costa del Este, y definitivamente que fue atinada esta decisión. La plaza en la que esta ubicada tiene gran cantidad de estacionamientos, algo que muchos restaurantes hoy en día ni siquiera toman en consideración. Tampoco tienen muchos comercios con los cuales deben compartirlos. De entrada, pedimos unos clásicos nachos de pollo, los cuales estaban fenomenales. Sin embargo, los mismos estaban algo fríos en ciertas partes. Aun así, no afectaba el sabor que es uno de los mejores que he comido. De plato fuerte, opte por un emparedado cubano. Al comerlo, se podía sentir que los embutidos no son los comunes y tienen cierto grado de calidad. Adicional, el pan tenia una textura y sabor único que uno esperaría de una panadería con clase. El servicio fue bastante bueno, aunque pudo ser mas rápido en ciertas ocasiones. Las meseras constantemente revisan la mesa para ver si deben atender las funciones primordiales. El ambiente es bastante acogedor, con una vibra mas a restaurante que cafetería/panadería y contaba con mucha iluminación (tal vez demasiada). No obstante, no afecta la experiencia de comer allí. Excelente opción para variar en el área de Costa del Este, a un buena relación precio/calidad.

La verdad, no se que le paso a este restaurante. En sus inicios, definitivamente el slogan "verdadero sabor a barbacoa" aplicaba, pero ya esto no es una realidad. Decidí visitarlo ya que me encontraba por el área, y era una de las opciones que mas me llamo la atencion en el momento. El servicio no fue ni malo ni bueno. El único detalle que lo tilda a malo es que el mesero tomo la orden erróneamente. Pedimos unas wings con salsa honey wasabi (definitivamente la mejor salsa que tienen, muy recomendada) con la salsa aparte, y las trajeron bañadas. Adicional, decidí probar que tan buena era la cocina, ya que los precios estan un poco altos para este tipo de restaurante. Me decidí por una entraña, y como acostumbro a comer carne, la solicite en termino medio. El mesero regresa a los 5 minutos y me pregunta si es 3/4, y nuevamente le informo que es termino medio. Llega finalmente la entraña, y decepción total llego fue bien cocida. Definitivamente que algún engranaje sea en la cocina o en las mesas no esta funcionando. Tal vez me equivoque de vibra, y no es un restaurante para comer verdaderos asados y barbacoa aun. Parece que el estilo cambio a un semi sports bar para estar con los amigos y tomar cervezas, aunque el ambiente tampoco lo aparenta. Para una comida "BBQ" rapida, recomendado si se esta en el área. De lo contrario, hay mejores opciones en la ciudad.

Evaluar este gran restaurante japones me ha tomado muchas visitas, y deja mucho que decir para bien y mal. El local esta ubicado en un área bastante transitada, y no cuenta con suficientes estacionamientos para atender a toda la clientela posible. Mas de la mitad de las veces uno debe estacionarse detrás de otro cliente, lo cual lleva a que en algún momento de la velada llamaran para la mover el auto y reubicarlo. Esto termina siendo un ciclo vicioso, ya que al retirarse ocurrirá lo mismo, pero para otro cliente. Dentro del restaurante, el ambiente tiene un estilo tradicional japones muy autentico. Claramente esto lo hace único en su clase, ya que ahora la tendencia es la "fusión japonesa", por lo que como este restaurante no hay muchos. La comida en general es muy buena. Los mariscos (especialmente los ingredientes del sushi) muy frescos, y la calidad del arroz rápidamente se diferencia de muchos restaurantes japoneses y para bien. Sin embargo, también existen ocasiones donde la comida es regular, y se puede palpar la baja en la calidad de la comida. Para los precios que cuestan los platos, es inaceptable que esto ocurra, especialmente tratándose de comida tradicional. La única constante que realmente tiene el restaurante es el pésimo servicio. En los mejores días, la atencion es regular, donde rara vez el mesero pasa por la mesa, y muchas veces se debe llamar para retirar platos o traer la cuenta. Adicional a esto, demoran excesivamente en traer la comida y las bebidas, y a veces hasta olvidan. En los peores días, todo el personal del restaurante ignora la existencia de la clientela. En mi ultima visita, espere 30 minutos sin que me asignaran mesa (a pesar de que habían disponibles), ni brindaron vasos con agua o menú, y eventualmente tuve que retirarme del local para buscar otras opciones. En todo este tiempo, las mesas que estaban disponible tenían restos de las comidas de los últimos comensales, y desde que entre hasta que salí permanecieron en las mesas los mismos. Lo peor es que la administración del restaurante estaba presente, y aun así no fue suficiente. Si así es la administración, realmente no se puede esperar mas del personal. Recomendado principalmente por la comida, pero cada día la competencia entre restaurantes crece, y si Matsuei no retoma su rumbo original, podrá terminar siendo una tradición olvidada.

El concepto de Wokin es lo mas atractivo del restaurante. El menú se basa en tomar una base, ya sean vegetales, diferentes tipos de arroz, tallarines, entre otras, y mezclarlas con diferentes ingredientes. Esto es perfecto, ya que las personas pueden comer su arroz como lo desean y con lo que deseen. Sin embargo, la relación precio/calidad es exorbitante. Fácilmente, una pequeña caja de arroz con ingredientes puede sumar $15.00 dependiendo de que se seleccione. Adicional a esto, los acompañantes como el siu mai frito y las boneless orientales son buenas, mas caras para la cantidad que traen. El restaurante es recomendado para variar de lo tradicional, y para comidas rápidas.

La comida peruana nunca me ha llamado la atencion, especialmente por no ser fanatico del cebiche. Aun así, me aventure con Mar de Grau. Y que experiencia mas grata fue. El local, a pesar de ser básicamente una casa, esta decorado de una manera sencilla pero decente. El único problema con el mismo es el estacionamiento, que fácilmente tiene espacio para solo 4-5 autos (y uno siendo discapacitado). El servicio es bastante promedio. No existe una atencion personalizada, mas tampoco se olvidan de la existencia de uno. Incluso, me parece muy bien que los meseros recomienden platos, y puedan describir los mismos de ser necesarios, cosa que hoy en día es muy raro. La comida tiene un sabor muy bueno. Pedimos de entrada un pulpo al carbón y una causa de camarones, ambos llenos de sabor y con buena porción. De plato fuerte, una corvina oriental, un pollo a la princesa, y un arroz chaufa para compartir. He visitado el restaurante varias veces, y he podido notar que la "corvina" siempre la hacen de la misma manera (a la plancha) y luego solo la mezclan con la salsa adecuada. Esto definitivamente no es lo mejor, mas no termina siendo mala comida. El pollo a la princesa sencillamente espectacular. La combinacion de la salsa, champiñones, y tocino es excelente con el pollo, y definitivamente uno de los mejores platos del local. Finalmente, el arroz chaufa se podría decir es un arroz frito con mariscos. Generalmente se pide como un plato fuerte para una persona, pero si van en grupos, recomiendo pedir una orden para compartir y acompañar los diferentes platos fuertes. Definitivamente, Mar de Grau es un excepcional ejemplo de lo que es precio/calidad en el mercado gastronómico de hoy en día. Altamente recomendado.