La ubicación del lugar es bastante accesible y fácil de localizar. Cuentan con suficientes estacionamientos para sus clientes. Tuve la oportunidad de ir hoy domingo (3er dia del Burger Week 2017). La atención es buena; llegas a un mostrador, pides tu orden, te dan un "Beeper" que vibra cuando ya tu orden esta lista para retirar. Puedes comer en el lugar o llevar. Pedí mi orden para llevar, y en cuestión de unos 6 minutos ya estaba lista. Ordené la Luau Hawaii Burger (Patty de puerco con topping de puerco “Luau-Style” (ahumado enterrado bajo tierra), cole slaw hawaiiano y bacón-chicharrón-mayo.) y se me pasó mencionarle a la muchacha que la carne fuera término medio y me la dio bien cocida. Creo que fue mi error principalmente, pero también creo que el que toma la orden debe solicitar el término del Patty. La hamburguesa cumple con todo lo que se menciona en el anuncio, y pensé que podía gustarme en verdad... esa combinación de salado/dulce del cole slaw, pero no me convenció. El pan es sabroso y se siente liviano. Le siguen el cole slaw (que en lo personal no me gusta mucho), luego el puerco deshilachado y luego el patty (que en lo personal se ve delgado comparado a la competencia). Creo que le daría un 5/10 (Presentación 2pts, Acompañamientos 1 pt., Sabor en general; 1 pt., Patty: 1 ). En cuanto al acompañamiento, los Kalo-Tots no fueron mucho de mi agrado... es primera vez que los como y me pareció interesante la idea, pero no los probaría nuevamente. ¿Regresaría? Quizás, no estoy muy seguro. Debería probar otros de sus platos para ver si realmente merecen una calificación de 2 estrellas (regular) en cuanto a su comida... pero por lo que refiere a la hamburguesa "Luau Hawaii Burger", no me convencieron.

Hoy es primera vez que fui. El lugar es bastante accesible y a pesar de haber ido en un horario de bastante tráfico y almuerzo (2:30 pm) tenían buena disponibilidad de estacionamientos (hay que pagar por el mismo). El lugar es como un cafe/restaurante, muy acogedor y tranquilo. Desde que llegas la atención es inmediata y muy buena. Probé "The Big F@cking Burger" que participa en el evento del Burger Week, es acompañada con papas caseras y Canada Dry o Balboa. La pedí término medio. Tardó unos 20 minutos en llegar a la mesa. Valió la pena la espera. Muy jugosa y la combinación de todos los ingredientes es tremenda. No es una explosión de sabores en tu boca sino como algo que te alegra el día. No puedo aún compararlas al resto de las hamburguesas del Burger Week, pero esta me pareció muy buena, un 7.5/10. ¿Regresaría? Definitivamente que sí. Varios de sus platos del menú me llamaron la atención y quiero probarlos. Una señora, que creo es dueña del lugar, se acercaron a nuestra mesa y a las demás para saber que nos había parecido... me pareció un buen gesto. No regresaría por la hamburguesa, pero creo que por otros platos lo haría.

He ido ya unas 3 veces a este local. La ubicación es realmente pésima, solo el hecho de no poder conseguir un estacionamiento es toda una odisea (depende mucho de la hora en que vayas también). La gran mayoría de las veces que he ido está o vacío o con uno o dos clientes, por lo que te atienden bastante rápido. Tienen un menú bastante variado de donde escoger, ya sean paninis, ensaladas o batidos y uno que otros snacks. Ordené una Bombay chicken salad esta vez y lo bueno es que no te limitan a que "la ensalada viene de una sola manera y así te la comes" como nos hacían nuestros padres, pero si te permiten, algunas veces por precio adicional, agregar o sustraer aderezos, e ingredientes. En lo personal, por estar a dieta, cambié mi aderezo de Peppercorn por aceite de oliva. La ensalada me supo muy bien y con los ingredientes frescos. ¿Regresaría? Sí, deseo probar otras ensaladas y variedades del menú aunque considero que los precios están algo elevados; si agrandas tu ensalada y te tomas una botella de agua, terminas pagando casi lo mismo que una pizza mediana, pero como ya es de conocimiento general... lo saludable cuesta.

El restaurante ofrece la oportunidad de permanecer en las terrazas o dentro del local. Tan pronto llegas a la puerta hay alguien listo para atenderte. El menú tiene muchas platos para escoger y de todo tipo en las entradas hasta los postres. (Creo que es uno de los lugares más "vegan/pescetarian-friendly" que he visitado.) He tenido la oportunidad también de tanto comer dentro del local como pedir para llevar. La última es un excelente opción si estás de apuro y quieres comer algo sabroso. En aproximadamente 15 minutos atendieron mi orden y tan pronto llegué a retirarla estaba lista esperando en el mostrador. Ordené un roll Soy Nación y Pizza de Salmón. Ambos platos permanecían con una buena presentación y un muy buen sabor hasta que llegué a mi casa a disfrutarlos. En cuanto a la experiencia del restaurante, la atención va a depender de que tan lleno está e igual afecta a la prontitud con la que llega tu comida a tu mesa. He pedido en ocasiones hasta tres platos y rara vez demoran más de 25 minutos. Una de las cosas que me gusta, es que sus porciones justifican sus precios. Los rolls son unos de los más grandes que he comido hasta ahora. Sucede lo mismo con la gran mayoría de los platos más solicitados (una vez si me llevé una decepción con los rollitos de papel de arroz que eran diminutos para mí, en verdad). ¿Regresaría? Claro que sí! Es verdad que sus precios en ocasiones pueden ser algo restrictivos como para comer a diario, pero sus porciones y constancia en el sabor de sus platos es algo que invita a regresar cada vez que vas.

La ubicación del lugar es accesible y sirve de opción para postre en medio de tantos restaurantes en el área. Tan pronto uno entra es atendido (esto dependerá del volumen de clientes que tengan, pero por lo general es una atención pronta). La variedad de sus paletas es casi igual que en todas las sucursales, mismo precio y mismo sabor. La clásica por la que es conocida es la de fresa con relleno de leche condensada. Una de mis favoritas es la de Snickers. ¿Regresaría? Sí. La verdad creo que las paletas están nuevamente "de moda". Es una opción rápida como postre, y más para nuestro clima que es muchas veces tan caluroso.

La ubicación del lugar es accesible y sirve de opción para postre en medio de tantos restaurantes en el área. Tan pronto uno entra es atendido (esto dependerá del volumen de clientes que tengan, pero por lo general es una atención pronta). La variedad de sus paletas es casi igual que en todas las sucursales, mismo precio y mismo sabor. La clásica por la que es conocida es la de fresa con relleno de leche condensada. Una de mis favoritas es la de Snickers. ¿Regresaría? Sí. La verdad creo que las paletas están nuevamente "de moda". Es una opción rápida como postre, y más para nuestro clima que es muchas veces tan caluroso.

La ubicación del lugar es accesible y sirve de opción para postre en medio de tantos restaurantes en el área. Tan pronto uno entra es atendido (esto dependerá del volumen de clientes que tengan, pero por lo general es una atención pronta). La variedad de sus paletas es casi igual que en todas las sucursales, mismo precio y mismo sabor. La clásica por la que es conocida es la de fresa con relleno de leche condensada. Una de mis favoritas es la de Snickers. ¿Regresaría? Sí. La verdad creo que las paletas están nuevamente "de moda". Es una opción rápida como postre, y más para nuestro clima que es muchas veces tan caluroso.

El lugar está ubicado en una hermosa semejanza de una comunidad norteamericana o moderna, pero en lo personal me recuerda a urbanizaciones norteamericanas. Muy tranquilo y pintoresco el sitio. En ambas sucursales sirven el mismo menú y mantienen la calidad de sus productos. Lo clásico son los quesitos y los emparedados. ¿Regresaría? Si estoy por esa área, lo haría. Me sentaría a relajarme y disfrutar unos ricos quesitos.

La ubicación del lugar es muy buena. Una zona muy tranquila por las mañanas y en la tarde, excepto cuando los niños y jóvenes de la zona escolar vienen a almorzar, pero nada que cause una incomodidad. El ambientr del lugar es de una cafetería y perfecto para leer y/o trabajar de manera relajada. En cuanto a la comida, lo clásico del lugar son los quesitos. He llegado a comerme hasta 15 o 20 yo solo de lo deliciosos que son. Sus emparedados también son buenos. El resto de su menú no lo he probado. ¿Regresaría? ¡Claro que sí! En horas de la mañana o en la tarde y a probar algo nuevo del menú junto con unos ricos quesitos.

El lugar se encuentra en un sector de la ciudad bien tranquilo, excepto a las horas pico, lo que lo hace un poco difícil de accesar. El ambiente del lugar es acogedor y algo diferente, es más estilo cafetería como lo describe su nombre, no un restaurante como tal. La atención del personal es buena. Ordené junto a otros 2 amigos la Hamburguesa Mika con papas rústicas como acompañamiento. El patty de carne es literalmente una pulgada de ancho y ya sea en término medio (que es la que yo pedí) o bien cocida (como la pidieron las otras dos personas) es muy jugosa y sabrosa. Tiene una trozos de cebolla algo grandes pero pasables. En general le doy un 8.8/10 a la hamburguesa y las papas también son muy sabrosas. A las otras dos personas también les encantó. Probé una infusión en té de Fruti-Punch (creo que así se llama) y fue muy interesante y sabrosa. ¿Regresaría? Definitivamente regresaría a probar otros platos y nuevamente la Hamburguesa Mika. Es algo caro para ir todos los días, pero vale la pena.