El mobiliario no es de "allá onde uno" precisamente; el ambiente no concuerda con el concepto del lugar. Debes hacer una fila para que te sirvan, pero no hay espacio para la fila así que es incómodo. La comida esta en bandejas de baño maría, luego de un tiempo la comida está reseca. La atención no es buena, quizás por la falta de personal, debes ir preparado para levantar los platos de los comensales que usaron tu mesa antes.

El piso sucio, las paredes en mal estado, sin aire acondicionado - los pobres comensales pegados a unos abanicos de piso de mala calidad que no refrescan-, los empleados con ropa que pareciera estar sucia, sudado el rostro. El sancocho espeso a morir, parecía engrudo, la comida en bandejas de baño maría reseca arriba, no tenían postres. No es comida típica, es comida de fonda cuara cuara. No recomiendo este restaurante. Lo anuncian en redes sociales con unas fotos muy bonitas de los platos típicos, pero cuando vas al sitio es muy distinto a las fotos en redes sociales; no voy a decir que es publicidad engañosa, pero la verdad llegué a sentir lástima por los encargados. Desagradable. No vayas nunca jamás, te lo suplico.

Todos los platos del menú excelentes. La atención muy rápida. El sitio un poco estrecho y perqueño, pero agradable, me queda cerca del trabajo. He ido con frecuencia, nunca me ha decepcionado.

Recomiendo todos los platos que tienen que ver con bacalao, muy bien preparados. Un buen ambiente de viejo mundo. La atención de meseros veteranos. Los felicito.