En la sucursal de la Ciudad del Saber brindan un servicio que deja bastante que desear. No es que los meseros no son amables sino que no parecen tener idea alguna de lo que están haciendo. Llegué hoy a las 7:05 am y la puerta estaba cerrada; le pregunté al mesero que estaba en las mesas exteriores si estaban abiertos y me contestó "necesita algo?" Qué respuesta tan tonta. Claro, necesito comer!!! Les falta mucho. La comida es normal, nada extraordinario. El lugar es igual, nada extraordinario.

Fui a cenar con una amiga y el servicio fue un tanto desagradable. Me trajeron a la mesa un corte de carne (creo que era un churrasco de 175 g) diferente a lo que yo recuerdo perfectamente haber ordenado (ribeye de 350 g), y por la obvia diferencia en el tamaño, le avisé a una de las meseras que ese no era mi pedido. Enseguida, la otra mesera que había tomado la orden originalmente vino a la mesa para “decirme” que yo había pedido la carne de 175 g y que yo era quien estaba equivocada, lo cual me lo discutió enérgicamente, y lo cual nos pareció bastante atrevido. En restaurantes de buena calidad, la política debería ser complacer al comensal en la medida de lo razonable, y en caso de haber una equivocación en la orden, no hay razón para que el personal discuta con el cliente en pleno restaurante. Además, la mesera luego me preguntó con un lenguaje corporal muy inapropiado si iba a esperar o no que me cambiaran la carne. Me enojé y, en respuesta, le dije a la mesera que no tenía por qué hablarme de esa manera tan grosera. Ojalá alguien en el restaurante lea este mensaje y lo tome en consideración, porque una manzana podrida daña al resto. Las dos veces que he ido al restaurante he notado que el lugar no se llena mucho, y si el servicio que ofrecen es inconsistente y a veces malo, inevitablemente van a ir perdiendo clientes. Ni mi amiga ni yo volveremos a ir.

- Comida: Las bolitas de langostinos estuvieron totalmente insípidas, absolutamente nada del otro mundo, pero al menos con las salsas sabían mejor. Los fideos al estilo cantonés estuvieron malos; insípidos. El pollo con miel, ajo y ajonjolí dejaron mucho que desear; la preparación fue tan literal con respecto al nombre que parecía que solamente abrieron un frasco de miel de abeja y se lo echaron completamente encima al pollo. Estuvo demasiado dulce y, por cierto, nos quedamos esperando el sabor a ajo; aparte, no encontramos ninguna otra especia interesante en el plato. Teníamos altas expectativas por los comentarios de la gente, pero nos fuimos muy decepcionadas por la comida. No lo recomendaríamos a nadie y no volveremos. - Servicio: Los meseros estaban pendientes pero de manera muy inoportuna. Por ejemplo, estábamos comiendo las entradas, y a uno de nosotros nos empezaron a servir la comida a pesar de estar viendo que teníamos nuestras entradas en el plato, sin preguntar, sin pedir permiso ni nada. Luego, seguíamos comiendo y fueron a retirar uno de los platos que estaba lleno de comida, como si ya no quisiéramos más, sin preguntarnos, sin pedir permiso. ¿Por qué? Además, los meseros son super secos, nada que ver. - Ambiente: Los únicos puntos a favor se los ganan porque el sitio está bonito, pero más nada. No volvería ni se lo recomendaría a nadie. Hay muchos otros lugares en Panamá donde uno puede encontrar una comida asiática de mucha más calidad.

Restaurante tipo dinner de Estados Unidos. La comida está sabrosa, pero los precios están un tanto altos para el tipo de comida (hot dogs, hamburguesas, batidos, etc). El servicio es bueno, pero nada impresionante. El lugar está bonito. El viernes pasado, fui y me senté en la barra, pudiendo observar a los dos muchachos que preparaban los batidos y helados. Me pareció bastante antihigiénico que con el mismo guante que preparaban la comida, se pasaban la mano por el rostro y la cabeza y ponían las manos sobre el mostrador que todo el mundo toca; así, no tiene sentido alguno usar guantes.

Lugar agradable. Comida de buen sabor, aunque en otros restaurantes peruanos de la localidad ofrecen un menú mucho más variado y platos con mejor sazón. El servicio estuvo bueno, pero tampoco fue memorable.

Lugar muy agradable. Cuando fui, había música en vivo. Las carnes estuvieron deliciosas. Los acompañamientos podrían mejorar. Los postres estuvieron buenos. La atención fue muy buena. Regresaría y también lo recomendaría.

Fui ayer alrededor de la 1:30 pm, y el servicio fue bastante lento. Esperé alrededor de 20 minutos por mi pedido. La muchacha que me atendió podría esmerarse más en dar un servicio más cordial y cálido. La sushi pizza estaba sabrosa, pero, para mi gusto, tiene demasiada salsa. El lugar es un tanto pequeño y estrecho. En general, no es una mala alternativa para quienes trabajamos por el área de Clayton.

Me encanta este lugar; es uno de mis restaurantes favoritos en la Ciudad de Panamá. El servicio ha sido excelente todas las ocasiones en las que he ido. La comida es exquisita, incluyendo las hamburguesas, la ensalada de pasta de quinoa, el tuna tartar, los wontons de pulled pork, los risottos, las sangrías de vino tinto y vino blanco, y el zeppole. El lugar es muy acogedor y de buen gusto. Lo recomiendo totalmente.

El lugar en sí es agradable. El menú no tiene nada de espectacular. El cappuccino estuvo muy bueno. El pollo de los Chicken and Waffles estuvo insípido. El mocaccino no estuvo bueno; estuvo amargo y sin sentirse el chocolate. Me parece un poco decepcionante que usen sirope de chocolate Hershey para el mocaccino en un lugar como este.

Ni el lugar ni la comida ni el servicio son absolutamente NADA extraordinarios, tal como ya han comentado otras personas. No recomendado.