Paso de entender el puntaje de este restaurante. He ido dos veces para confirmar mi experiencia y es consistente. Primero lo bueno, tienen un excelente servicio y ambiente, sobretodo afuera. Ahora la comida que es para lo que uno va a un restaurante, he probado el risoto, un filete chiricano, ensalada con filete y nachos. A) la presentacion es muy mala y la verdad disminuye las ganas de comer b) la sason es poco delicada, el risoto estaba salado, el aderezo de la ensalada no tenia los sabores asiáticos que prometía y el filete no estaba al termino solicitado, a parte que podía ser mejor calidad. Y lo de las yucas, las salsas tienen un sabor prefabricado bastante pungent.

Para comenzar es una oferta distinta a la típica comida rápida, tanto por el plato fuerte como por los tes. Probe las arañitas y estaban frescas, sin mucho aceite y bien fritas. El te no recuerdo, aunque no es mi preferencia, estaba bueno. Por sobretodo el dueño es un señor súper atento y dedicado y por eso se lleva 5 estrellas en servicio. En cuanto al ambiente creo que podrían mejorar el sistema de extracción para que uno no salga hediondo a comida, aunque podría ser un problema del mismo edificio porque en los otros locales pasa lo mismo.

Es una de las pocas panaderias/reposterias/dulcerias que es lo que promete ser.. El ambiente es excelente y muy original, a parte de que esta bien pensada para hacerlo a uno consumir. En toda esquina hay alguien que aclare cualquier duda. Y visualmente la presentacion estimula el paladar. En cuanto a los dulces son excelentes, probé uno de chocolate con naranja y un par de dulces griegos y estuvieron excelentes, frescos, sabores ricos y buenas porciones. Las galletas tienen ese equilibrio entre crujiente y deshacerse en tu boca, son un sueño. Para la calidad del producto, su frescura y la experiencia de comer en athanasiou el precio está bien. Si estás esperando un dulce fantástico por el precio de un strudel del supermercado, entonces este no es tu lugar. Asi mismo tienen pan fresco todos los días, ensaladas griegas y otros productos de takeout. El único problema es el parking.

Este lugar de parisino tiene la atención, es bastante pésima y practicamente como si no existieras, ni los buenos días, no te miran y parecieran poco interesados en venderte comida. Probe un quiche lorraine que no me dieron ni la opcion de calentarlo y la verdad estaba bastante mediocre. Lo que si me llamo la atencion es que mucha gente se sienta solo a tomar cafe o conversar en el lugar, asique es bueno para reuniones informales.

La comida es buena y el precio es acorde con los ingredientes, si quieres pagar muy poco por tablas de embutidos y quesos importados, foie gras e ingredientes selectos, entonces creo que no está entendiendo muy bien el costo de estos productos y te dará igual comer unas salchichitas de lata. Dejando a un lado este tema, la atención es esmerada. En cuanto a la comida en sí, tienen las tapas típicas, pero al mismo tiempo tienen opciones creativas que me harán regresar. Y claro, una interesante colección de vinos. Es un lugar ideal para una comida ligera o un rato con amistades. Para quienes les gusta el brunch, el domingo también ofrecen esa opción.

El ambiente y la atención son muy agradables. La relación costo beneficio de la comida no me parece buena. Es un steakhouse, pero está lejos de ser algo gourmet que son los precios que cobran.

El lugar es tipo cafetería y la dueña misma sale a atenderte para asegurarse de que la comida estaba a tu gusto. Los ingredientes estaban super frescos y la comida con un buen punto. Más de tipo comida casera, pero full recomendado.

He ido 3 veces más al restaurante. Explico, me gusta la comida tailandesa mucho y me entristece que tengamos uno aquí donde la comida simplemente me parezca desabrida y no fresca. En 2 intentos fue exactamente la misma experiencia que la primera vez que pueden encontrar en mi otro comentario sobre Sukhi, nada memorable. Sin embargo intenté una tercera vez de puro antojo y me encontré con algo que me gusto, la sopa Pho Bo. Es la sopa de res y la verdad está muy buena y fresca, puedes acoplar los sabores a tu gusto y es una buena ración. Totalmente recomendada a todos y no hay ningún otro lugar en Panamá que yo conozca donde tengan algo parecido.

No soy fanática de las franquicias. Así que no había ido a este restaurante por ese motivo. Sin embargo varios amigos me lo recomendaron y decidí probarlo. El ambiente es excelente y tiene por lo menos 2 áreas para comer y el bar. Es moderno pero no te ahoga. El servicio es excelente, no hay otra manera de describirlo. La comida en sí, yo no la siento realmente mexicana pero es una buena interpretación de los sabores e ingredientes. El guacamole que todo mundo recomienda fue un éxito. Probé un pincho de carne con chorizo, alambre, que viene sobre arroz y la verdad estuvo muy bueno. Y las recomendaciones de margaritas que te hacen los meseros son muy buenas, aun cuando a veces son de máquina. Siento que para la relación costo calidad y cantidad el lugar esta un poco caro, pero de vez en cuando no hace daño.

Este lugar es histórico en Panamá. Los 80s era centro de reunión de sediciosos, los 90s de eventos y en esta última década es el lugar para el post-arranque y los desayunos. Es una cafetería, hay que concebirlo de esa manera. Los desayunos son buenísimos. El servicio también. Tienen una de las mejores hamburguesas y club sandwich de Panamá, porque son originales y de buena porción. Es un lugar donde te puedes sentar horas a echar cuentos y nadie te va a molestar. Y los postres son inmensos.