La buena comida no ha de ser complicada, lo mejor de este restaurante es la sencilles de sus platillos. Estuvimos cenando un grupo de amigos y todo estuvo excelente, para ser martes el restaurante estaba muy lleno y todos parecian conocerse, el dueño efectivamente hace sus funciones de anfitrion para sentirse como en casa. Seguro seguiremos visitando este bonito lugar.

La comida tiene toda el mismo sabor, solo sabe a picante, el servicio lento y les recomiendo que si no tienen la cocina bien limpia cierren la ventana, ya que cuando fui al baño pude ver lo sucia que estaba.

Viernes Santo en la noche no es facil encontrar un buen lugar para cenar, recorrimos unos cuantos restaurantes de la ciudad y estaban cerrados hasta que dimos con Alkimia, nos comentaron que siempre estan abiertos porque atienden a los clientes del hotel. Tuvimos mucha suerte porque cenamos super bien, las tapas super ricas, la tortilla de papas, las gambas de huelva y el tiradito español, de plato fuerte el atun, muy fresco y en su punto. Regresaremos a probar las carnes ya que estuvimos respetando la vigilia. Recomiendo mejorar la música y la iluminación, por lo demas perfecto.

Si te gusta la carne esta es una buena opción, las entradas de chorizo y morcilla al estilo argentino y el hongo ricas. Los cortes de carne importados con calidad (pero sin pasarse) algo subidos de precio. Los vinos los sentí mas caros que en otros restaurantes. El lugar es confortable y bonito, recomendable.

La comida es muy buena y el restaurante es acogedor, los precios son elevados, es un restaurante para visitar de cuando en cuando si el bolsillo lo permite.