Se me ocurrió la 'genial' idea de comprar desayuno panameño en MOLAS. Compramos un desayuno chorrerano y un desayuno chiricano. El bollo era la cosa más asquerosa que he probado en mi vida. Parecía como esos de Melo que compras en el Super, pero más aguados. La carne estaba tiruda. La lechona era más grasa que carne. Los huevos sabían como a huevo de cajeta. Por alguna razón incomprensible mis almojábanos tenían azúcar. En resumen: primera y última vez que compro en este lugar. Sale mejor y mucho más barato comer en cualquier fonda por ahí.
Nos decidimos por Petit Paris para celebrar el cumpleaños de mi esposo, porque hasta el momento no nos han defraudado. Nuevamente, la decisión fue acertada. Pedimos de entrada crema de zapallo con mariscos. Simplemente fabulosa. Y de plato fuerte filete de corvina con camarones en crema de leche. Debo decir que es uno de los mejores pescados que he comido en Panamá. El crust estaba magníficamente ejecutado: crujiente y delicioso. De postre pedimos un opera. La verdad el chocolate estaba bueno... pero no me voló la cabeza. Me quedo con el pescado.
Quería comer en Nacionsushi porque leí un artículo muy interesante sobre esta franquicia en un diario local. Hice mis averiguaciones, y pedimos el plato estrella del menú: sushi pizza, elegimos la opción de salmón fresco, y un pad thai de mariscos porque la apariencia se veía muy bien en el menú. Le doy puntos al sushi pizza por originalidad. Si quitamos la originalidad, no queda mucho más. El plato en sí es INSIPIDO. Para mejorarle el sabor tuvimos que echarle salsa de soya. Triste. El pad thai estuvo mejor. Por incríeble que parezca lo que brilló en el plato fueron los vegetales. La pasta estaba ligeramente sobrecocida, y los mariscos no tuvieron nada de especial. El restaurante tiene una sección de niños, la cual no se encuentra separada del restaurante, por lo que tuvimos que aguantar la gritería de los niños que jugaban en esa sección. Nos atendieron tres personas diferentes. Tuvimos que llamar para que nos vinieran a tomar la orden. Le tuve que pedir a la chica TRES VECES que me sirviera agua, porque parecía no escuchar. Y cuando le dimos el dinero para cancelar la cuenta, nos preguntó si se cobraba por ahí mismo el servicio. Fue super raro. El ningún otro restaurante nos habían preguntado semejante cosa, excepto que pagáramos con tarjeta de crédito. Para colmo que se cobró mucho menos de lo que le hubiéramos pagado de propina, a pesar del mal servicio. No pienso regresar ni por invitación.
"Limón 507" es una propuesta de comida peruana... diferente. Habiendo comido en diferentes restaurantes peruanos, esperaba algo distinto... sin embargo pudimos apreciar la propuesta y quedamos impresionados con la calidad de la comida y la frescura de los ingredientes.
Para tomar pedimos sendas "chichas moradas" que estaban muy ricas y refrescantes.
Para iniciar la experiencia nos trajeron un amuse bouche consistente en una "leche de tigre" muy sabrosa donde destacaba de manera distintiva el sabor del ají rocoto. También nos trajeron una "cancha", que aunque diferente en aspecto a otras que hemos probado con anterioridad, tenía un sabor exquisito. Creo que puedo afirmar que es la mejor cancha que he probado.
De entrada pedimos un "Ceviche a la brasa" y un "Mr. loco". El "ceviche a la brasa" es más cercano a un ceviche peruano tradicional, aunque los sabores son más delicados, y es toda una experiencia ir apreciando los cambios de sabor en las diferentes capas a medida que te vas acercando a la parte más caliente. El "Mr. loco" es una propuesta muy interesante: prácticamente una croqueta de ceviche cubierta de salsa de ají amarillo, cebolla morada y lechuga. Muy rico.
De plato fuerte nos inclinamos por los "patacones de pulpo" y "un italiano en Perú". Los "patacones de pulpo" no me mataron. No porque no estuvieran bien ejecutados: el pulpo estaba excelente, los patacones calientitos y muy ricos, y la salsa gustosa, sino porque en conjunto me pareció que el plato no funcionaba bien: el patacón era el sabor dominante del plato, cuando debía serlo el pulpo a la brasa (que estaba maravilloso). Al final decidí comerme el pulpo aparte. "Un italiano en Perú" fue lo mejor de la experiencia. Nos dieron la opción de elegir entre carne y mariscos, y no creo que el de carne pueda superar al de mariscos. Los mariscos super frescos y preparados a la perfección. La pasta, al punto y acompañada de una salsa maravillosa. Un plato en el que destaca lo que debe destacar: el marisco. Es sin lugar a dudas la mejor pasta con mariscos que he probado en Panamá.
Para cerrar pedimos una "crema volteada", que no está en el menú, pero puedes pedir. Un postre delicioso que no empalaga y es un fin perfecto para una agradable experiencia.
El local es muy agradable. Estos locales nuevos: pequeños, pero acogedores. La plaza donde está ubicado es tipo boutique, así que no hay tantos estacionamientos, pero el local también es pequeño, así que creo que los estacionamientos deben alcanzar para la demanda. Nosotros no tuvimos problemas para estacionar.
Ciertamente regresaremos.
"El Raj" fue nuestra primera experiencia real con comida hindú (fuera de ferias y comida preempaquetada), y fuera una experiencia inolvidable. De entrada pedimos una samosas que vinieron acompañadas de chutney de tamarindo y de menta, ambos deliciosos, aunque nos pareció que el de menta iba mejor con las samosas. Las samosas abundantes y deliciosas. De plato fuerte pedimos mutton dum biryani y masala dosa. El mutton dum biryani es uno de los mejores platillos que he probado en mi vida: una explosión de sabores, y el cordero más deliciosos que he probado en mi vida. La dosa es una tortilla deliciosa, delicada, que se derrite en tu boca. El relleno de masala perfectamente condimentado. Prácticamente no quise meterlo en las salsas (viene acompañado de sambhar y chutney) para no alterar su sabor. Acompañamos la comida con un mango lassi que está de muerte lenta. "El Raj" se ha convertido en nuestro nuevo lugar favorito. La chica que nos atendió fue muy amable, nos proporcionó mucha información y guía en esta primera experiencia. El lugar es muy bonito y concurrido. Estaremos regresando a probar el resto del menú.
Café MET es nuestro lugar de elección cuando andamos haciendo mandados en Albrook Mall y no queremos comer en el food court. Probamos el sancocho. Muy rico y una porción generosa. La sopa de quinoa y puerco. Muy rica. El pulled pork sándwich. Podría estar mejor. Y el sándwich de ropa vieja, que fue nuestro favorito. Para acompañar un buen café negro. La chica que nos atendió fue muy amable. Como está en el mall, no hay problemas de estacionamiento. Volveremos por más emparedado de ropa vieja XD
Entramos a Karamel Pastry Shop de pura casualidad. Lo que nos atrajo fue lo hermoso del lugar: un lugarcito pequeño, pero bien arreglado y acogedor. Pedimos un café negro, un late, empanadas de pollo, tamal, quiche de hongos, baklava de pistacho, mouse de maracuyá y pastel de zanahoria. No recomiendo este lugar para comer empanadas. Los postres son MUY superiores. Así que evitaré reseñar las empanadas y el quiche, ninguno sobresaliente. El baklava de pistacho es uno de los mejores baklavas que he probado en mi vida. El mouse de maracuyá, delicado y delicioso. El pastel de zanahoria, rico en especias y una porción demasiado generosa. Un lugar perfecto para ir con amigxs a comer algo dulce y pasar un buen rato. Fuimos caminando, pero me parece que tienen buenos estacionamientos.
Fuimos a comer a Tataki Clayton por dos razones: porque la primera vez que fuimos a Tataki Obarrio nos gustó tanto que prometimos regresar acompañados de nuestra hija, y porque en este local en particular hay una promoción BUENISIMA. Mi esposo pidió una botella de vino Intipalka que lo dejó altamente impresionado. Lo catalogó como mejor que muchos chilenos y argentinos que ha tomado, dentro del mismo rango de precio. Pedimos de entrada Inari set y Shumai. El Inari set son deditos de arroz enrollados en el mejor salmón ahumado que he probado en mi vida. Recomendado. El shumai es un ejemplo de la creatividad culinaria de este restaurante. No olviden acompañarlos con la salsa honey mustard. Recomendado. De plato fuerte pedimos pad thai de pollo, ají de gallina y camarones al curry. El pad thai está GENIAL. Los camarones al curry: el ganador de la noche. Una salsa delicada, rico en vegetales, y los camarones cocidos a la perfección. El ají de gallina no impresionó, pero la verdad hemos comido en excelentes restaurantes peruanos que nos han malacostumbrado. Cerramos con un apple crisp que ciertamente repetiré. El joven que nos atendió fue extremadamente amable, cariñoso y conversador. Lamentablemente la plaza es pequeña y no cuenta con muchos estacionamientos, lo cual puede dificultar el acceso. Felicidades, Tataki PTY: no cesan de impresionar...
Hacía rato queríamos comer en este lugar, y fue todo lo que había esperado. Pedimos de entrada tuna abrazada. El arroz crocante y la salsa de tamarindo elevan este plato a otro nivel. El arroz chaufa, delicioso y abundante en mariscos, perfectamente preparados. El pescado con salsa de maní está preparado a la perfección. La salsa no es impresionante, pero logra un resultado armónico, y la ensalada de pico de gallo que lo acompaña, excelente idea. Todos los platos perfectamente realizados, sabores armónicos e inesperados. Las porciones son agradables. La atención también es buena. El ambiente, muy acogedor. Se han ganado dos clientes. Ciertamente regresamos!
Fuimos a celebrar el cumpleaños #18 de nuestra hija. Pedimos de entrada la bandeja mixta, que fue más que suficiente para 3 personas y estaba muy rica, sobre todo la morcilla (espectacular) y el chorizo (el favorito de nuestra hija). De plato fuerte pedimos el pollo al spiedo, que en realidad estuvo un poco seco y no lo volvería a pedir, y el filete a la pimienta, nuestro favorito; un plato muy bien ejecutado. De postre pedimos el tres leches, y el mesero nos lo llevó a la mesa con unas velitas para que le cantáramos feliz cumpleaños. Fue un buen detalle. La atención fue un poco lenta, pero nos gustó la comida y el ambiente es acogedor. Seguramente regresaremos.
Molas Hotel Panamá
Se me ocurrió la 'genial' idea de comprar desayuno panameño en MOLAS. Compramos un desayuno chorrerano y un desayuno chiricano. El bollo era la cosa más asquerosa que he probado en mi vida. Parecía como esos de Melo que compras en el Super, pero más aguados. La carne estaba tiruda. La lechona era más grasa que carne. Los huevos sabían como a huevo de cajeta. Por alguna razón incomprensible mis almojábanos tenían azúcar. En resumen: primera y última vez que compro en este lugar. Sale mejor y mucho más barato comer en cualquier fonda por ahí.
Petit París (Marbella)
Nos decidimos por Petit Paris para celebrar el cumpleaños de mi esposo, porque hasta el momento no nos han defraudado. Nuevamente, la decisión fue acertada. Pedimos de entrada crema de zapallo con mariscos. Simplemente fabulosa. Y de plato fuerte filete de corvina con camarones en crema de leche. Debo decir que es uno de los mejores pescados que he comido en Panamá. El crust estaba magníficamente ejecutado: crujiente y delicioso. De postre pedimos un opera. La verdad el chocolate estaba bueno... pero no me voló la cabeza. Me quedo con el pescado.
Nacionsushi (San Francisco)
Quería comer en Nacionsushi porque leí un artículo muy interesante sobre esta franquicia en un diario local. Hice mis averiguaciones, y pedimos el plato estrella del menú: sushi pizza, elegimos la opción de salmón fresco, y un pad thai de mariscos porque la apariencia se veía muy bien en el menú. Le doy puntos al sushi pizza por originalidad. Si quitamos la originalidad, no queda mucho más. El plato en sí es INSIPIDO. Para mejorarle el sabor tuvimos que echarle salsa de soya. Triste. El pad thai estuvo mejor. Por incríeble que parezca lo que brilló en el plato fueron los vegetales. La pasta estaba ligeramente sobrecocida, y los mariscos no tuvieron nada de especial. El restaurante tiene una sección de niños, la cual no se encuentra separada del restaurante, por lo que tuvimos que aguantar la gritería de los niños que jugaban en esa sección. Nos atendieron tres personas diferentes. Tuvimos que llamar para que nos vinieran a tomar la orden. Le tuve que pedir a la chica TRES VECES que me sirviera agua, porque parecía no escuchar. Y cuando le dimos el dinero para cancelar la cuenta, nos preguntó si se cobraba por ahí mismo el servicio. Fue super raro. El ningún otro restaurante nos habían preguntado semejante cosa, excepto que pagáramos con tarjeta de crédito. Para colmo que se cobró mucho menos de lo que le hubiéramos pagado de propina, a pesar del mal servicio. No pienso regresar ni por invitación.
Limón 507 By Mr. Limón (12 Octubre)
"Limón 507" es una propuesta de comida peruana... diferente. Habiendo comido en diferentes restaurantes peruanos, esperaba algo distinto... sin embargo pudimos apreciar la propuesta y quedamos impresionados con la calidad de la comida y la frescura de los ingredientes. Para tomar pedimos sendas "chichas moradas" que estaban muy ricas y refrescantes. Para iniciar la experiencia nos trajeron un amuse bouche consistente en una "leche de tigre" muy sabrosa donde destacaba de manera distintiva el sabor del ají rocoto. También nos trajeron una "cancha", que aunque diferente en aspecto a otras que hemos probado con anterioridad, tenía un sabor exquisito. Creo que puedo afirmar que es la mejor cancha que he probado. De entrada pedimos un "Ceviche a la brasa" y un "Mr. loco". El "ceviche a la brasa" es más cercano a un ceviche peruano tradicional, aunque los sabores son más delicados, y es toda una experiencia ir apreciando los cambios de sabor en las diferentes capas a medida que te vas acercando a la parte más caliente. El "Mr. loco" es una propuesta muy interesante: prácticamente una croqueta de ceviche cubierta de salsa de ají amarillo, cebolla morada y lechuga. Muy rico. De plato fuerte nos inclinamos por los "patacones de pulpo" y "un italiano en Perú". Los "patacones de pulpo" no me mataron. No porque no estuvieran bien ejecutados: el pulpo estaba excelente, los patacones calientitos y muy ricos, y la salsa gustosa, sino porque en conjunto me pareció que el plato no funcionaba bien: el patacón era el sabor dominante del plato, cuando debía serlo el pulpo a la brasa (que estaba maravilloso). Al final decidí comerme el pulpo aparte. "Un italiano en Perú" fue lo mejor de la experiencia. Nos dieron la opción de elegir entre carne y mariscos, y no creo que el de carne pueda superar al de mariscos. Los mariscos super frescos y preparados a la perfección. La pasta, al punto y acompañada de una salsa maravillosa. Un plato en el que destaca lo que debe destacar: el marisco. Es sin lugar a dudas la mejor pasta con mariscos que he probado en Panamá. Para cerrar pedimos una "crema volteada", que no está en el menú, pero puedes pedir. Un postre delicioso que no empalaga y es un fin perfecto para una agradable experiencia. El local es muy agradable. Estos locales nuevos: pequeños, pero acogedores. La plaza donde está ubicado es tipo boutique, así que no hay tantos estacionamientos, pero el local también es pequeño, así que creo que los estacionamientos deben alcanzar para la demanda. Nosotros no tuvimos problemas para estacionar. Ciertamente regresaremos.
The Raj
"El Raj" fue nuestra primera experiencia real con comida hindú (fuera de ferias y comida preempaquetada), y fuera una experiencia inolvidable. De entrada pedimos una samosas que vinieron acompañadas de chutney de tamarindo y de menta, ambos deliciosos, aunque nos pareció que el de menta iba mejor con las samosas. Las samosas abundantes y deliciosas. De plato fuerte pedimos mutton dum biryani y masala dosa. El mutton dum biryani es uno de los mejores platillos que he probado en mi vida: una explosión de sabores, y el cordero más deliciosos que he probado en mi vida. La dosa es una tortilla deliciosa, delicada, que se derrite en tu boca. El relleno de masala perfectamente condimentado. Prácticamente no quise meterlo en las salsas (viene acompañado de sambhar y chutney) para no alterar su sabor. Acompañamos la comida con un mango lassi que está de muerte lenta. "El Raj" se ha convertido en nuestro nuevo lugar favorito. La chica que nos atendió fue muy amable, nos proporcionó mucha información y guía en esta primera experiencia. El lugar es muy bonito y concurrido. Estaremos regresando a probar el resto del menú.
Cafe Met
Café MET es nuestro lugar de elección cuando andamos haciendo mandados en Albrook Mall y no queremos comer en el food court. Probamos el sancocho. Muy rico y una porción generosa. La sopa de quinoa y puerco. Muy rica. El pulled pork sándwich. Podría estar mejor. Y el sándwich de ropa vieja, que fue nuestro favorito. Para acompañar un buen café negro. La chica que nos atendió fue muy amable. Como está en el mall, no hay problemas de estacionamiento. Volveremos por más emparedado de ropa vieja XD
Karamel Pastry Shop
Entramos a Karamel Pastry Shop de pura casualidad. Lo que nos atrajo fue lo hermoso del lugar: un lugarcito pequeño, pero bien arreglado y acogedor. Pedimos un café negro, un late, empanadas de pollo, tamal, quiche de hongos, baklava de pistacho, mouse de maracuyá y pastel de zanahoria. No recomiendo este lugar para comer empanadas. Los postres son MUY superiores. Así que evitaré reseñar las empanadas y el quiche, ninguno sobresaliente. El baklava de pistacho es uno de los mejores baklavas que he probado en mi vida. El mouse de maracuyá, delicado y delicioso. El pastel de zanahoria, rico en especias y una porción demasiado generosa. Un lugar perfecto para ir con amigxs a comer algo dulce y pasar un buen rato. Fuimos caminando, pero me parece que tienen buenos estacionamientos.
Tataki (Clayton)
Fuimos a comer a Tataki Clayton por dos razones: porque la primera vez que fuimos a Tataki Obarrio nos gustó tanto que prometimos regresar acompañados de nuestra hija, y porque en este local en particular hay una promoción BUENISIMA. Mi esposo pidió una botella de vino Intipalka que lo dejó altamente impresionado. Lo catalogó como mejor que muchos chilenos y argentinos que ha tomado, dentro del mismo rango de precio. Pedimos de entrada Inari set y Shumai. El Inari set son deditos de arroz enrollados en el mejor salmón ahumado que he probado en mi vida. Recomendado. El shumai es un ejemplo de la creatividad culinaria de este restaurante. No olviden acompañarlos con la salsa honey mustard. Recomendado. De plato fuerte pedimos pad thai de pollo, ají de gallina y camarones al curry. El pad thai está GENIAL. Los camarones al curry: el ganador de la noche. Una salsa delicada, rico en vegetales, y los camarones cocidos a la perfección. El ají de gallina no impresionó, pero la verdad hemos comido en excelentes restaurantes peruanos que nos han malacostumbrado. Cerramos con un apple crisp que ciertamente repetiré. El joven que nos atendió fue extremadamente amable, cariñoso y conversador. Lamentablemente la plaza es pequeña y no cuenta con muchos estacionamientos, lo cual puede dificultar el acceso. Felicidades, Tataki PTY: no cesan de impresionar...
Tataki (Calle 61 Obarrio)
Hacía rato queríamos comer en este lugar, y fue todo lo que había esperado. Pedimos de entrada tuna abrazada. El arroz crocante y la salsa de tamarindo elevan este plato a otro nivel. El arroz chaufa, delicioso y abundante en mariscos, perfectamente preparados. El pescado con salsa de maní está preparado a la perfección. La salsa no es impresionante, pero logra un resultado armónico, y la ensalada de pico de gallo que lo acompaña, excelente idea. Todos los platos perfectamente realizados, sabores armónicos e inesperados. Las porciones son agradables. La atención también es buena. El ambiente, muy acogedor. Se han ganado dos clientes. Ciertamente regresamos!
Estilo Campo
Fuimos a celebrar el cumpleaños #18 de nuestra hija. Pedimos de entrada la bandeja mixta, que fue más que suficiente para 3 personas y estaba muy rica, sobre todo la morcilla (espectacular) y el chorizo (el favorito de nuestra hija). De plato fuerte pedimos el pollo al spiedo, que en realidad estuvo un poco seco y no lo volvería a pedir, y el filete a la pimienta, nuestro favorito; un plato muy bien ejecutado. De postre pedimos el tres leches, y el mesero nos lo llevó a la mesa con unas velitas para que le cantáramos feliz cumpleaños. Fue un buen detalle. La atención fue un poco lenta, pero nos gustó la comida y el ambiente es acogedor. Seguramente regresaremos.