El restaurante está bellamente arreglado. La atención fue buena a pesar que eramos un grupo grande. Pedimos una pasta con camarones, muy buen sabor pero la pasta estaba un poco sobrecocida. El plato de langostinos que le sirvieron a mi amiga estaba excelente y lo recomiendo. La sopa Gumbo no es el original de New Orleans pero esta muy bueno! Los postres fueron una decepción. El Creme Brulée no estaba listo, liquido y lo devolvimos. El brownie de chocolate no es brownie. La tarta de manzana es el unico postre que probamos que estaba muy bueno. Sin embargo no alcanzo para todos. La seguridad es importante. Cuando salimos fue reconfortarte saber que había un seguridad que nos estaba cuidando y pendiente que subieramos a nuestros autos. Sin embargo cuando llegamos no había seguridad, 8 p.m., por lo que asumimos que la seguridad llega más tarde.

La comida es excelente. Fuimos un grupo de más de 10 y todos quedamos fascinados con su comida, queriendo regresar otra vez a probar los otros platillos en el menu. Hemos seguido al Chef Mario desde La Posta, Viso 52 y ahora en Maito. Selección muy variada, tanto en entradas, plato principal y postres. Muy buena selección de té también. Le sugerimos al Chef adicionar su famoso "fondant" o "souffle" de chocolate la cual es una delicia! De entrada el Mero 2 tipos (ceviche frito y carpaccio) y el Hash de patacones con camarones, estan para chuparse los dedos! Todos los platos que probamos fueron excelente pero se destacaron los calamares rellenos de risotto y la entraña. Muy buenas porciones con relación al precio. Si desean ir, deben hacer reservaciones previas ya que aparentemente tienen una buena clientela. El único inconveniente fue el valet parking. Una de las personas que atendía era muy grosera y falto de cortesía. El problema fue resuelto por otro de sus compañeros quien fue muy amable y pidió disculpas. La comida y servicio fueron tan excelentes que este incidente hasta se me olvidó!