Fuimos a Maito con mucha ilusión por las referencias personales y lo que habíamos leído en Degusta. Nuestra experiencia no fue buena. La persona que nos atendió no era capaz de contestar preguntas sobre los platos que estábamos considerando. Sólo éramos 4, pero los platos fueron llegando a diferentes tiempos. De las entradas el hojaldre con queso y revuelto de huevos de patio fue muy bueno, pero la berenjena chamuscada era incomestible por el excesivo chamuscado. Los platos principales no tenían gracia alguna, excepto por los baby ribs con risotto, algo cargantes pero bien. Las entrañas bien de punto, pero sin acompañamiento, cuando preguntamos nos dijeron que eran unos chips de plátano en un vaso, iguales a las que ponen en la churrería Manolo gratis con una cerveza. Al ver que el chuletón chiricano era cerdo preguntamos que por qué no se indicó tal cosa en la carta, pero no hubo respuesta. En ningún momento alguien se interesó por si todo estaba bien. Supongo que la excesiva fama produce esta auto complacencia.