Comida sympatica en la terraza, muy tranquilo para un día de semana. Tapas buenas y bastante consistentes (la morcilla esta rica, el carpaccio de res regular) Lo que mas me gusto era el router en los baños de hombres para la pantalla externa ; )

Hay unas películas que uno sabe nunca volverá a ver porque están mal hechas, porque no tiene nada que ver con el tema que decía desatollar en el guion y porque no tiene sentido. Uno sale de la sala antes de que se termine la función. Eso vale también para restaurantes de ese tipo. Un fracaso total (entradas insípidas, platos fuertes asquerosos (sobre todo las lasagnas), vino rosado infecto).

Si un día les ocurre la (mala) idea ir allá, les recomiendo que se coman algo antes, tipo plato fuerte, para no morir de hambre allá. Cuando uno tiene una reservacion a las 13:00 AM, eso significa naturalmente para a los cocineros y mesoneros, que la persona viene para...cenar. Así que al ordenar su plato, tiene tiempo para una unción de cine. Y si viene en grupo, no espere comer al mismo tiempo (o ordenen la misma cosa es decir la paella). Dicen en la carta "Los domingos, la paella ya esta lista": llego el plato 1h30 después (no quiero saber cuanto tiempo demora el sábado) y los camarones no eran listos: pues eran crudos. Pero no es mucho ya que el plato de un amigo llego 2h30 después haberlo ordenado (pues le llevaron una corvina entera en vez de los lomos de cerdo pedido). Cuatro horas después pudimos huir del lugar (después haber corregido 2 veces la cuenta) Es una gran pena porque la casa es muy agradable (no es ruidosa, hay buena brisa) y debería ser un lugar perfecto para almorzar con su familia, amigos o niños (sillas, menú infantil, área de juegos al aire): pues este lugar no es un restaurante sino una área recreativa con unos payasos jugando al conejo blanco de Alicia. Parece que venden el lugar: por favor, llamen rápido para cambiar de dueño.

Lugar muy agradable, moderno, "chic" ya que un poco tieso. Es una muy buena opcion para los amtores de "cuisine" francesa. Recomiendo el boeuf bourguignon (ya que no habia zanahoria, elemento imprescindible de ese plato). Un poco decepcionado con la textura patosa de los Ravioli Neri (salmon con tinta de sepia). Carta de vino muy larga y de calidad.

Un lugar ideal para paladares exigentes que no temen mezclas de sabores ineditas.

Una de mis mejores experiencia culinaria en Panamá. El concepto, y las sorpresas que vienen con cada plato "misterioso" son dos buenas excusas para reservar allí. Es un poco ruidoso el restaurante por no tener separaciones y mesas muy cercas una de la otra.

Si quiere comerse unos platos que esten ni apetitosos, ni refinados y muy salados, pues es el lugar perfecto. De los 7 platos ordenados eso fue la conclusion de cada uno de nosotros. "Desean postres ? nos preguntaron. "NO GRACIAS. La cuenta y ya."

Uno puede ir alla a ciegas sea por un almuerzo o por una cena. La terraza es muy bien ubicada y tranquila.

Uno de los restaurantes, bar, terraza mas interesante del Casco Antiguo. El menu ejecutivo del almuerzo es excelente y poco costoso (B/ 10). El lugar es encantador y la comida, con un toque japones en muchos platos, es muy refinada.

Lo bueno es el lugar sobre todo la muy tranquila terraza. Tuvimos mucho pero mucho tiempo para visitar los otros bares y restaurantes del Barcelona: tardaron 2 horas y medio para servirnos 8 tapas (buenas pero pocas). Las luces de afuera son tan bajas que casi no se ve lo que uno come. Pero bueno, ya podemos decir "Estuvimos allà, en el Trump tower". Escasa compensacion.