No es la primera vez que voy a este lugar, y salgo siempre satisfecho. Desde la reserva hay una muchacha esperándote en la puerta, luego la atención de todos los meseros para asegurarte una buena estadía. Luego el sol y la brisa desde la terraza, era el mediodía del domingo. Ordenamos una Picada Mar y Tierra, y les aseguro que desde el momento que ven llegar ese plato saben que va a ser fabuloso! Hay calamar, arañitas, mejillones, ostras, camarones, langostinos, carne de res, de pollo y cerdo, todo eso bañado con abundante cebolla y pimiento aderezado con chimichurri de la casa, y acompañado de una montaña de papas fritas y patacones. Uff, celestial. De entrada pedimos un chicharrón de cerdo, que estaba sabroso pero muy pequeño para compartir. Volveré una y otra vez hasta que me canse. Buena la música de los 80 y 90, a buen volumen que permite conversar, y más tarde llegó un cantante excelente con música en vivo. Lo recomiendo para familia, amigos date, etc...

Una experiencia increíble, con una comida deliciosa con precios que sorprenden ya que uno se imagina que ese lugar es muy caro, y en realidad es más bajo del promedio, una grata sorpresa. Para almorzar pedimos Handmade Dumplings, una verdadera joya! Fritos, con una salsa con un ligero picante y un sabor a limón son un pasaporte a la delicia del plato principal. Luego vino el Arroz frito mixto. Nadie está preparado para esa delicia! Trozos grandes de pollo, res en su punto y camarones deliciosos, sientes alegría y muchas sensaciones bellas cuando llevas ese arroz a tu boca. Pedimos ese plato (muy abundante) y Changs Spicy Chicken (porción normal) para compartir entre dos. Alcanza perfectamente. El servicio impecable. Mi nuevo lugar favorito en Multiplaza. Recomendado sin temor a equivocarme.

El domingo en la mañana fuimos a desayunar, y al llegar vemos un gran charco de agua derramada por un perro que estaba allí con sus dueños. No soy partidario de animales en el interior de un restaurante. Ordenamos un desayuno de Emparedado de bistec, muy rico, con cebolla caramelizada, acompañado de papas fritas, excelente. El mio fue un desayuno Coffee Max, con huevos revueltos con pavo y huevos, e incluye waffles con sirope, café y jugo. Demoraron bastante en traernos la orden. Los huevos ricos, el café delicioso, pero cuando probé el jugo de papaya no tenía sabor absolutamente a nada. Pido que me lo cambien por otro café, y la respuesta de la mesera es que lo podía mejorar echándole azúcar. Yo no quería agregarle azúcar, y dije que no lo quería, que mejor me lo cambiara por un café, y el dueño o encargado le dijo que no se podía sacar otro café. No lo tomé, se lo llevaron pero me lo cobraron igual. Mal servicio, no de la mesera, si no de su dueño. Una lástima tratar mal al cliente por no querer darle un café a cambio. No voy a regresar.

Compré una oferta en Rantan Ofertas donde consumes 30 y pagas 15 para ir por primera vez a este local. Llegamos y nos llevaron a la zona de arriba (en las fotos que ellos publican se ve lindo) pero es una habitación cuadrada con poca vista al exterior, cero decoración, cinco mesas, dos paredes sin cuadros, decoración ni nada, tampoco había música, el sentimiento allí es bastante triste. Sí tiene muy buen aire acondicionado. Ordenamos unos patacones rellenos con ceviche. Porción de 6 patacones con abundante ceviche, sabroso, pero un poco seco, sin jugos ni limón ni tártara. Luego llegó la Fetulobster, langosta rellena con fetuccinis y camarones. Muy rica, alcanza para dos, muy sabrosa, recomendado, ideal para acompañarla con cerveza, una delicia. Tienen un picante de la casa que es un 3/5. La atención buena. Quise probar el turamisu que la mesera me recomendó pero luego me dijo que se había acabado y me quedé con las ganas. La promoción que había comprado la honraron sin problemas. Si regreso tal vez sería mejor ir a la terraza de abajo que tiene vista a la calle, aunque no cuenta con aire acondicionado.

Fui con un amigo, y pedimos una entrada Piqueo caliente, trae arañitas, camarones, cangrejo apanado,con unas almejas gratinada con queso parmesano espectaculares! y varias delicias más, con aros de cebolla y patacones con tres salsas deliciosas. La atención es excelente! Luego ordenamos una Causa de cangrejo (no había en ese momento) así que me sugirieron la de camarones, muy rica pero la porción es pequeña. Otro plato con arroz y camarones que no recuerdo el nombre. Al final pedimos un tres leches, que fue muy pequeño y nada memorable, y un cheesecake de maracuya que parecía recién sacado del congelador, era una piedra, duro y congelado, no me gustó. El ambiente sencillo pero bien iluminado, buena distribución, y buena ventilación, porque al entrar no se sentía ese olor fuerte a pescado que suele sentirse en otros lados. La música agradable, se puede conversar sin tener que gritar, y el horario excelente , fue el único lugar que conseguimos abierto hasta las 11 de la noche un sábado. Genial.

Fui el fin de semana a comer una picada Mar y Tierra, y salí fascinado! Ese plato es una delicia. Tiene carne de res y pollo, y de mar tiene calamar, arañitas, conchas, langostinos, camarones, todo eso servido a punto con un chimichurri muy sabroso, cebolla y morrones salteados, y unos patacones para enamorarse, y unas papas fritas recién hechas. Todo eso por solo 50 balboas, alcanza para compartir para dos hombres o hasta 4 mujeres, y puedes acompañar esa mesa con unos tragos geniales, y una piña colada hecha en el momento con los mejores ingredientes. Quieres pasar un buen rato con amigos? Te lo recomiendo, ideal para tomarte unas cervezas y mirar la marina de Amador.

Fuimos al restaurante por una promoción de Oferta Simple, por lo que había un menú fijo de una cena para dos, con New York steaks, con acompañante de papas wedge y una copa de helado. La carne no era premium, pero estaba cocida en su punto y la suavidad 7/10. Por el precio de la oferta estaba bien. El personal bastante distraído, la atención buena. Luego llegó la rumba..... Para las personas mayores que disfrutamos un buen ambiente tranquilo, excelente decoración vintage industrial, música agradable, el lugar es acogedor y te traslada a un bar cubano de la década de los 70. Pero luego a las 11 (incluso antes 10.30) comienza una invasión de chiquillos de 20 años y la música cambia a plena y reggeton y el ambiente cambia drásticamente. Consejo: si quieres disfrutar de la calma y el ambiente tranquilo llega temprano como a golpe de 8/9 y sal de allí antes de las 11.

Siempre es un placer ir a Sushark. No te decepciona nunca. Atención excelente, ese día había un mago! El ambiente y la música calmos, se puede conversar bajo y no molestar a otros, eso para mí es muy importante. De entrada ordenamos buñuelos de plátano, muy ricos, pero nada de otro mundo. Ahora, pedimos también unos camarones tempurizados y esos si eran celestiales, una fiesta para el paladar. Luego seguimos con el Roll Apanado y también, excelente. Los productos se sienten frescos y preparados en su punto, sin condimentos exagerados, con toques sutiles de sabor. Y para finalizar, un tres leches con un toque de rum que me trasladó a mi niñez junto con las cerezas al maraschino que traía encima, pero que resultó una grata sorpresa en este postre tradicional. Voy a regresar todas las veces que pueda, y lo recomiendo con los ojos cerrados.

Llegué al lugar luego de buscar reseñas y figura entre los 10 mejores lugares para desayunar. Luego de mi experiencia lo quitaría de esa lista. Llegamos al lugar con un amigo y no había mesas, el lugar es súper pequeño, abierto completamente, sin aire acondicionado y no hay muchas mesas. El mesero se tardó años en acomodarnos, amable pero muuuuuuuy lento. Luego otro tiempo para ordenar, y otro tiempo de espera para servirnos, y se olvidaba los pedidos. Odenamos un wrap de pollo César, sin mucho sabor ni gloria, y también un club sandwich que los he probado mejores en fondas panameñas. De verdad no me interesa regresar. Siento que su puntuación supera la realidad. Tal vez porque el mesero habla inglés y estaba full de extranjeros, éramos los únicos que hablábamos español y los gringos usan mucho Trip Advisor. Para nosotros nosotros no fue memorable. Al pedir la cuenta se equivocaron, nos cobraban de menos, y ooootra espera para que lo cambiaran.

Hice una reserva con una amiga, y llegamos tarde, pero igual nos hicieron un lugar y nos atendieron sin problema. El servicio excelente. De entrada pedimos un Carpaccio de res, que lo sirven con unas rodajas de pan seco, con alcaparras y aceite de oliva, pero nada demasiado invasivo, sabores sutiles y delicados. También pedimos un ceviche y, muy delicioso con un toque de mango, y unos crocantes de yuca muy buenos. De plato fuerte pedimos el lomito, espectacular la carne, el punto de cocción, pero viene acompañado con un puré muy líquido que casi no se puede comer con el tenedor, y unos edamames que de verdad no fueron de lo mejor. Tan tostados que predomina el sabor a quemado sobre el sabor principal. El ambiente bastante eclectico, reggeton al principio pero luego mejoró! La atención impecable. Podría regresar, lo recomiendo a gente mayor de 30 que quiera pasar un momento agradable con sus amigos.