Fuimos en un grupo de 12 personas y a pesar de haber hecho reservación, nos hicieron esperar hasta encontrar una mesa. Luego demoraron mucho en conseguirnos un mesero, la atención demoró demasiado, cada vez que necesitábamos un mesero tocaba buscarlo. Los ingredientes, específicamente los del Hibachi no se veían tan frescos. En esta ocasión la experiencia no fue tan buena. Los baños parecen públicos, les falta limpieza. Deben recordar que la experiencia del cliente es completa.

El lugar es pequeño, nada del otro mundo. El pollo estaba medio duro y el sabor no era tan agradable, en el fondo estaba insípido, tenía muchas expectativas porque el pollo peruano es delicioso, pero no volvería a probar éste. La limonada de coco estaba muy rica. El maíz tostado que nos dieron de entrada no estaba crocante. La atención podría ser más esmerada. El menú es limitado a diferencia de otros restaurantes de este tipo. Los precios son un poco elevados para lo que brindan, sin el descuento de degusta, no es rentable. Las porciones de los acompañamientos son pequeñas para el precio.

Ben lugar para reuniones ejecutivas, informales o cualquier celebración. Comida deliciosa, el restaurante está en la torre de las americas y tienen servicio de valet parking. El servicio puede mejorar, fuimos en grupo y fue complicado que cobraran la cuenta dividida Entre todos en la tarjeta de cada uno

Buen ambiente en esta ubicación, el servicio puede mejorar en horas pico, que se llena mucho. Lo malo es que no tienen un baño, que es tan necesario. Recomiendo la limonada de coco.

Quesos chela en La Ciudad, es lo mejor. Tienen hasta más variedad que en Capira. Tienen menú ejecutivo, pizzas, panes de todos los tipos deliciosos, café,sopas, emparedados y una pequeña zona para comer. El lugar es pequeño pero confortable. Hay wifi de cable onda. Mi lugar favorito!

Comparado con otros restaurantes de la isla franquicia en otros países, no es el mejor. No es que esté mal, pero tampoco está bien, podrían mejorar en algunas cosas. La comida está bien, recomiendo el menú lunch porque es completo. La plaza donde está ubicado tiene varios estacionamientos, incluso en sótano. El café que sirven tiene leche y azúcar, yo lo tomo usualmente negro y sin azúcar pero no les importó porque el otro era el que había, fuera de eso todo ok pero nada del otro mundo.

La comida de Nación nunca decepciona, hay variedad y los ingredientes se sienten frescos. La atención podría mejorar un poco en horas pico. El ambiente no es malo pero siempre salgo con olor a comida en mi ropa, y el ambiental que utilizan es muy fuerte, es algo incómodo a veces.

Tienen área exterior en una especie de food court y una pequeña área interior donde ves cómo preparan la comida pero a veces huele demasiado a lo que están preparando. Lo malo: no tienen baño, debes caminar por un pasillo hasta el fondo para usar los baños de la plaza. La atención muy buena, los meseros están pendientes de todo y no hubo mayor demora. Pedimos la pizza que trae pulpo y estaba muy duro, mal cocinado. Las Carimañolas italianas tienen buen sabor pero es muy caro para la cantidad.

Deliciosa comida en costa del Este, para variar un poco. La plaza tiene pocos estacionamientos, se debe estacionar en los alrededores si se llena. La atención es buena y el ambiente agradable para almorzar en pareja, amigos o familia. Recomiendo el pollo con salsa blanca. La limonada con hierbabuena la pueden mejorar.

Siempre quedo con una buena impresión de este restaurante. Esta vez pedí el tacu tacu de pulpo y estuvo genial. Las bebidas tardaron un poco pero valió la pena, muy rico el pisco sour y el pisco sour de piña. Estaba lloviendo muy fuerte pero la plaza tiene muchos estacionamientos gratis en los pisos altos del edificio, lo cual es muy cómodo.