Tenia rato de no caer por Jaleo pero se me antojo un mojito de frambuesa de esos que te hacen olvidar el dolor de cabeza con el que vienen en "one two". Me encantó saber que su oferta se mantiene intacta: todo rico rico rico. Creo que ya están en condiciones de darse cuenta que pueden hacer algo mas interesante con su terraza, mejorar la música por ejemplo. El baño estaba un poco en desorden y eso, aunque no este a la vista habla de un porcentaje de descuido que no todos se toman a la ligera.

TOMATO es una opción de rigor para quienes almuerzan fuera y quieren comer sano. Te sirven rápido, las porciones son buenas y el precio es bastante justo. La cuenta suele tardar mucho y las sillas son un poquito incomodas. Sugiero que consideren una forma de resolver el tema de las carteras y los shopping bags que usualmente ocupan una silla porq no hay donde dejarlas. Por lo demás I love TOMATO

Ciao Pescao esta RICO RICO pero considerando que se come afuera (donde es difícil controlar el clima y la belleza circundante) y que se trata de ceviche y cerveza recomendaría ajustar los precios un poco. Las porciones son generosas y la verdad es que estaban EXQUISITOS pero creo que los precios no son consecuentes con el espacio y con lo que uno va buscando. Bajen los precios ahi y abran otro, de igual nombre pero ambiente mas controlado y fino como su otro restaurante. Sus precios si funcionarían ahi.

Barrafina es uno de esos sitios que adoptas como un espacio para pasarlar bien, comer rico y conversar comodamente. El personal es amable y oportuno (incluyendo al señor del valet parking). El menu esta muy completo, tienen un buen bartender y el ambiente te abstrae completamente del caos q reina afuera. Además, cuenta, nunca te hiere la puplila!!. Para mi es un lugar de esos que siempre estará en mi lista.

Brava Pizza y Espuma (amo con pasión el nombre) es uno de esos espacios que hacían falta en Panamá. Buen ambiente, buena comida, excelente oferta cervecera y precios q no te dan dolor de estomago. Me preocupa un poco lo vulnerable que se siente uno ahí pese a estar tan cerca del Decápolis. La puerta de entrada está tan fácil de abrir y tan opuesta a la vista de la seguridad del hotel que parece pedir a gritos que los visite un asaltante. Ese el UNICO detalle q tendrían que mejorar... bueno, ese y el hecho de que al personal le toma unos minutos darse cuenta cuando alguien entra al lugar. Todo lo demás merece un aplauso: Me anoto en todos los trips a Brava.