Llegaba con expectación, me habia quedado sin conocer a fondo "jaleo", y gracias a las opiniones y por la belleza del local, realice una reserva en el restaurante balear. Sinceramente una triste experiencia, comida sin valor, las albóndigas de la abuela bastas, sin sazon, el pulpo a la brasa sin piel por un exceso de cocción o excesivos recalentamientos y algo terso, las croquetas sin fondo, ni gracia, la crema de tomate con albahaca con sabor que me recordaba a los inicios de los procesos de fermentación, los callos y el vino se salvaron. La cocina, tanto la moderna como la de nuestros antepasados o la de la tierra que nos vio emigrar, debe ser amor, sensualidad, atrevida, con texturas, simple.... Elegimos un vino y al servirnos preguntamos por su nacionalidad, el mesero tuvo que dar vuelta a la botella y ver de donde procedia, como para preguntar por la uva, se pidio pan y nos sacaron 14 minutos despues un triste pan de molde tostado. Servicio justo. Queríamos comer más, por lo que pedimos la cuenta y nos fuimos a terninar de cenar a otro sitio pedir unas tapas y a olvidar una regular experiencia. Lugar con encanto, terraza magnifica, cocina justa de "balear".

La genialidad de Ugo, puesta en servicio.... La Italia napolitana a los pies de los oriundos y foráneos del casco antiguo de Panamá. Abierto hasta la madrugada, pizzas con texturas mixtas crujientes y esponjosas, sus tres tipos de pizzas la Margherita, Marinara, o Bianca, con sus ingredientes hace disponer de una variedad de combinaciones, realmente apetitosas. Mi acompañante eligió una pasta sugerencia del chef, al dente como mandan los cánones. Gran equipo, mejor servicio....

Restaurante Acha, esperaba mucho más de este restaurante, había oído hablar de su bacalao y me había ilusionado. Sin entrar mucho en el precio, solo apuntar que los B.5 de una cerveza nacional, a temperatura normal, me parecen excesivos para el lugar y para el ambiente. Sobre la comida comentar que uno ya se cansa de comer tártar de atún y ceviche y ver que nadie hace nada diferente, y al final cuando eso ocurre el plato se vuelve insulso, plano, sin foco, sin camino. Llegó el bacalao, mi plato está jugoso, rico en laminación de sus lascas, escaso pero atractivo. Mi compañero de mesa pidió un bacalao a la vizcaína, y aquí sí que no lo admito......No solo por ser un plato completamente deslavado, con bacalao desmigado, con tomate y algo de pimiento, y eso es estar muy lejos, lejísimos de lo que es este plato. No lo admito por prostituir de una forma tan infame el nombre del bacalao a la vizcaína. La salsa vizcaína es una de las grandes salas del mundo culinario, es una salsa noble, con fuerza, su elaboración nos lleva pausadamente más de 2 horas y se realiza con un pochado de cebolla roja, pulpa de carne rehidratada de pimiento choricero, perejil, hueso de jamón, manzana, ajo, miga de pan, caldo... En algunas recetas puede aparecer un poco el tomate, pero esta receta en sus inicios y en la forma tradicional no llevaba nada de tomate. Utilicen con rigor y conocimiento de causa los nombres de las recetas, para que su historia y en homenaje a nuestros antepasados, se siga escribiendo con letras grandes.

En el día de ayer había un evento por 29$ persona. Paella, cochinillo asado, y vaso de sangría. Antes de valorar hay que decir que el sitio tiene encantó, cena al pie del Pacífico en una terraza muy linda, precioso lugar. La paella es de esas que te enamoras del chef, auténtica pieza alicantina, realizada con mucho cariño, caldo muy bien conformado, arroz jugoso, suelto, sabroso y con una cocción del grano al dente. Sinceramente una de las mejores paellas que he comido y no solo en Panamá, sino también en España. Enhorabuena Edu. El cochinillo asado fue una pieza de la que esperaba algo más, bien el tueste de la piel, pero para mi gusto faltó algo de humedad en el asado y se quedó poco jugoso. La sangría rica en frutas, alcoholes, y muy fresca. En definitiva, paella como los grandes, cochinillo para volver a intentarlo, sangría refrescante, todo ello bañado con la belleza del lugar y trabajado por un buen servicio y un chef excelente.

Mezcla de ambientes entre la Argentina de Geral y la Barcelona de Nino, me transporte durante unos segundos al bello barrio de Pobleneu de Barcelona. Comida de tapas o raciones de desigual valoración, pero sinceramente el amor que se siente en el lugar es digno de mención. Ambiente maravilloso para ir en pareja o con amigos, servicio algo despistado, y comida grata sin grandes aplausos. Los vinos a muy buen precio y sin lugar a dudas que volveré, es de los sitios que merece la pena volver.

......Tocando el cielo...... En una servilleta del restaurante Diverxo (3 estrellas Michelín) de David Muñoz allá por Madrid reza la frase "vanguardia o muerte"... Salvando las distancias, eso fue lo que sentí degustando unos platos aconsejados por el mesero Orlando en la cena de ayer. Auténtica vanguardia. Sensual, atrevida, vanguardista, transgresora, espectáculo de texturas, exaltaciones en el paladar, alegría en las papilas gustativas, un sinfín de detalles que me hizo pensar que estamos ante un, unos "grandes". Humildes maestros del sentir..... Panamá un país diferente, dónde los viajeros hacemos un alto en el camino arropados por el calor y cariño de sus gentes, dónde el viaje tiene sabor a mares de agua salada, esperando que pasen las horas y montar en mi avión de regreso a mi ciudad natal, dejando atrás a amigos, compañeros, sueños e ilusiones, me voy pero lo hago para volver, volver para sentir el calor de sus gentes, de sus restaurantes, volver para sentir a Brutto, volver para ser, sentir, Bruttal....

Me siento engañado, éramos 8 y pedimos la bandeja libanesa de 6 a precio de 138$, alargada a 8 serían 184$. Nos han separado los precios siendo la comida 197$. Nos han puesto una mesa al lado de la música, impidiéndonos hacer una velada agradable. Por la botella de ron abuelo añejo nos solicitaban 80$, cuando en la calle no llega a 10$. En definitiva, comida libanesa a precio de comida francesa. El sabor de Líbano a pasado de los platos a los dólares. Triste pero real.

Ensalada César con pollo, cómo los grandes emperadores, limpia, sensual, atractiva, bien condimentada. El ceviche de langostinos rico, bien presentado pero para mi gusto el cilantro me mata el sabor de lo natural del plato. Sitio agradable. "Bellas las hadas"

Aqui, desde la bella Panamá, dónde el forastero se siente acogido... Y ante tanta tradición de restaurantes llenos de comida franquiciada americana, es un placer el poder comer una Pizza y sentir que te transportas por su sabor y su masa fina a la bella y maravillosa Italia. Eso sí que no tiene precio. Gracias

Las calificaciones deben ser relativas a lo que uno espera. Aquí esperaba nada más que comer algo, y la hamburguesa habanera debo decir que genial, buena presentación, buen tamaño y buen sabor. Cocción termino medio y una agradable sorpresa, jugosa y atractiva. No puedo poner más puntuación puesto que no puedo calificar más alto a un bar de hamburguesas, que a un restaurante de alta o media cocina. En definitiva buen sitio para comer algo rápido.