La comida muy buena. me gustan las hamburguesas y está vez probé una ensalada con carne, francamente buena. Tremenda opción baja en carbohidratos.

Es uno de mis favoritos; le ha subido el nivel a la oferta gastronómica del sector. Tiene platos para todo tipo de gustos. Mi esposo es vegetariano y este restaurante es una de los que más le gusta! Además la atención es maravillosa.

Hermoso, original, talvez un poco pasado de escenográfico para mi gusto, pero en general al público le encanta. bien atendido, buen barman, vodka Martini impecable. Ideal para picar en grupos pues tiene una buena variedad de pequeños platos. Repetiría encantada.

Este es un sitio al que no vas a comer Vas a estar Es una experiencia sensorial, que mezcla la comida, la bebida, la musica y la vegetacion, con el amor a la patria y a las tradiciones, mezclado todo con el afán de crear algo que recuerda, pero que es distinto. Yo me hubiera quedado hasta el amanecer en el jardín, bebiendo el digestivo de la casa, conversando y oyendo música. Yo quisiera ir mucho. No podré porque es costoso, pero me consentire de vez en cuando....quiero que estén allí para siempre.

La comida estuvo bastante bien, pero el servicio es lento. Se nota que falta un poco de organización/coordinación con la cocina. De lo que comimos, el Tártar de carne fue lo mejor. Las ensaladas, la cesar de pollo y la de salmón, suaves y delicadas. Ls postres: el milhojas de fresa con un hojaldre delicioso pero un relleno regular, el eclair de chocolate el relleno estupendo, pero la masa sobre cocida. Si bien el servicio era lento, el personal es muy simpático y educado.

Faltan palabras para describir una experiencia gastronómica tan placentera, diversa, de altísimo calidad y todo sin perder el sabor local. Hay que destacar además la dedicación y mística del equipo de trabajo, que aún en ausencia del chef principal (Jose), explicaron en detalle todas nuestras dudas. Así mismo, destacaron por la cortesía de hacer adaptaciones al menú de degustacion para atender las necesidades de uno de los comensales que era vegetariano. Al final hasta un míni cake de cumpleaños hizo su aparición. Superó absolutamente todas mis expectativas. Me parece perfecta la escala y no ampliaría las instalaciones, parte del encanto es la atención personalizada que se logra por no haber multitud.

La comida es como si estuvieras en un restaurante casero del Perú, estupendo. El sitio es discreto, la calle no es de las mejores del Casco, pero el restaurante vale mucho la pena. Es un sitio para ir a menudo, sin pretensiones, pero comida estupenda. El tiradito de lenguado muy muy bueno.

Me encantó su comida, la atención y la terraza, a la sombra de un maravilloso árbol de mango. Espero que se mantenga es un sitio muy especial.

Era el di de la Madre estaban un poco enredados, en otras oportunidades ha estado francamente mejor. Pero fueron cariñosos como siempre.