Primera vez que vengo a probar. Una entrada de 12 dólares más un chuletón de cerdo (traen dos cortes) de 16 suman 28 dólares, sin incluir bebida, es el precio promedio por persona. Comida: el término de sus platos es fundamental. Si van a pedir salmón o entraña, debe de ser término medio, no más cocido que eso. Sean precavidos, si por x motivo no le preguntaron, usted dígalo alto y claro, para evitar inconvenientes después. En cuanto a los acompañamientos nos gustó el Mac and Cheese y el puré de papas trufadas, pero la porción fue poca comparado con el precio. Nos gustó mucho también la bandeja de embutidos que pedimos de entrada. Ambiente: es tranquilo, no hay música de fondo. Hay mesas normales y altas. Servicio: las meseras fueron muy amables y atentas. Sin embargo, pedimos varias veces que nos trajeran más salsas (las que traen en el abreboca) y nunca llegaron a la mesa. En resumidas, regresaría para probar los otros platos que ofrecen.

Reservé como miembro Foodie para las 9:00 p.m. un viernes y estábamos atrasados con el tiempo así que llamamos para averigüar si aún nos podían recibir sin perder el descuento, me informaron que podíamos ir y con calma que allá nos reciben. Llegamos y el restaurante estaba lleno, gracias que habíamos reservado. Era obvio por ser viernes y es uno de los restaurantes que está en plena avenida, al lado de Tántalo. Nos atendió el muchacho Alexander y tuvimos una cena placentera. Hubo otro mesero que nos trajo el agua cuando la pedimos y ojo, no les llevarán agua si no las piden. No esperen que los(as) meseros(as) van a estar pendientes de cada mesa. Yo los llamaba amigo y a veces no escuchan por la música a menos que levantes un poco la voz. Claro está, esto no necesariamente le tiene que pasar a todo el mundo. Ahora con la comida, ordenamos arañitas (aceptable), crema de zapallo (me gustó el sabor, aunque tenía textura de puré más que crema; sin embargo, al momento de comértelo se convierte en líquido), pasta con langostinos (pedimos que la pasta esté suave pero vino aún un poco al dente, el sabor bueno y los ingredientes ricos), corvina al ajillo (porción pequeña y sabor aceptable, ¡cuidado con las espinas!), entraña angus (no me gustó que no tuvieran la salsa que la acompaña pero la entraña en sí, no creo que valió la pena), pizza Coliseum (recomendada por Alexander y nos gustó mucho a todos), y pasta con cuatro queso (bueno, sabe a blue cheese, si no te gusta el queso, por favor no lo ordenes).

En esta ocasión fui a almorzar y aproveché el 30% de descuento. Ordené un ramen con pescado, una porción aceptable para un plato de $10.00, y me encanta los caldos así que me encantó el caldo que sirvieron junto con el ramen. Pude haber ordenado sushi más una entrada y una bebida y me hubiera salido en $25.00, así que depende mucho lo que quieras consumir vs lo que quieras pagar. La verdad excepto los sushis, los otros platos sí están costosos con relación a su porción. A pesar de todo, el ambiente es ameno y el servicio es atento (por favor usen el dispositivo que está en la mesa si necesitan algo).

Fuimos un domingo y éramos cinco personas, tuvimos que esperar porque mesas libres solo habían de cuatro puestos. Pudimos encontrar un parking porque alguien iba saliendo. Ordenamos cinco platos: corvina a la criolla, corvina a lo macho, corvina con salsa de langosta, langostinos a la mantequilla y un filete a la pimienta. Para gustos los colores: la corvina con salsa de langosta para los amantes de salsa, el filete estaba pasada de pimienta, corvina a la criolla nada especial, los langostinos no estaban frescos y el plato que más se destacó fue la corvina a lo macho. Por cierto, tengan cuidado con la corvina, que encontramos una que dos espinas. El ambiente te permite conversar a pesar que todos los comensales están hablando al mismo tiempo. En cuanto al servicio, la Sra. hizo todo lo posible en atender a todas sus mesas pero simplemente no fue posible, le deberían asignar menos mesas que atender.

Es un restaurante espacioso, hay varias mesas para elegir donde te quieres sentar. En cuanto a la comida, está buena y destaco que tienen opción tanto de platos tradicionales como específicos de la gastronomía china. Tengan cuidado con sus pedidos, es mejor pedir que te repitan para asegurar que te traigan exactamente lo que pediste (a veces están hablando entre las meseras). Bueno, el ambiente no tiene mucho que decir, excepto que tiene televisiones puestas en varias posiciones del local.

Mesas altas y sofás para cuatro personas. Cierran a las 8 de la noche. La comida es buena pero el servicio es aceptable.