El ambiente me enamoró, el aroma a limón desde que entras te transporta a su escencia enseguida. La atención fue muy bueno, los saloneros son super atentos y cordiales, el lugar es bonito y luce muy limpio. La comida tiene sabores bastante fuerte y exóticos, es de Buena calidad aunque siento que a veces se pasan un poco en sal. Tienen una amplia variedad de opciones de comida al estilo peruano y el lugar es muy agradable.

La frescura, el sabor y las porciones de la comida son buenos en equilibrio con el precio, las opciones más atractivas están pensadas para compartir de 2 o más personas, los jugos naturales son frescos y muy sabrosos. La atención no es tan buens, siento que están demasiado encima del cliente, por ejemplo cuando fuimos no habíamos terminado de comer y pasaron varias veces como con apuro de recoger el plato y traer la cuenta, todos sabemos que facturar es lo importante del negocio pero tienen que ser tan obvios.

Me encanta el sabor de sus hamburguesas; mi favorita es "la Flaca Sexy" es una propuesta realmente exquisita, combina carne a la brasa servida con queso cheddar, lechuga romana, tomate, cebollas caramelizadas y una torrillita de taco. Las salsas para fregar también son una ricura y quedas totalmente full con la porción de papas. Los jugos naturales también son muy buenos. La atención no es mala pero no es inolvidable. Es algo incómodo a la hora de pedir o pagar porque el food truck esta en alto y crea distancia entre el cajero y el cliente. El ambiente del lugar es relajado, los asientos no son tan cómodos.

La comida no es tan mala pero no me fascinó. El ambiente es algo agitado, música muy alta, no es un lugar para conversar amenamente, se llena de mucha gente entonces todo se siente congestionado y el personal trata de dar un buen servicio pero todo es como de apuro, no es para estar relajado. La ubicación es atractiva al estar a borde de playa y el atardecer es bonito.

La comida sigue siendo deliciosa, sus pastas enamoran, las áreas donde pueden mejorar son: la atención al cliente ha bajado de categoría, las últimas veces que fuí en familia, percibimos cierto descuido y actitudes negativas, gestos de malas maneras. El lugar tiene un olor peculiar como a humedad y el decorado viejísimo de hace más de 10 años, la smismas sillas y mesas que ya no dan más. Creo que se quedaron en el tiempo pero aún pueden rescatar su marca.

Lo que más aprecio es la constancia en el sabor y frescura de los alimentos, mi plato favorito es el ladopsomo que es tipo una ensalada que combina pepino, tomate, aceite de oliva, queso feta, satsiki, orégano y me gusta agregarle pollo desilachado y aceitunas negras, acompañado de pan pita integral. La atención es bastante cálida y son rápidos para servir. Creo que puede mejorar el uniforme del personal que a veces luce algo desaliñado. El ambiente no es comodo como para quedarse mucho tiempo.

Me encanta la propuesta de menú que tiene esta tienda, es comida rápida pero de buena calidad y deliciosa, es una manera de comer las "papitas" como un plato fuerte, ya que su plato principal llamado "Poutine" que es muy famoso, común y tradicional en la gastronomía canadiense, es básicamente papas servidas con carnes y vegetales. Los alimentos saber super frescos, los sabores son exoticos, me encantó el de Ropa Vieja (estilo panameño) y el Butter Chicken (estilo hindú), el sabor es increíble y aunque no es barato, la calidad y cantidad versus el precio vale 100% la pena.

La atención del personal me gustó mucho, son muy atentos y están muy dispuestos a complacer al cliente, por ejemplo yo estaba antojada de una pasta en salsa blanca (que no existía en el menú) y hablaron con el chef para que me la preparara, se que no era su obligación pero se ganaron mi corazón con ese detalle. El sabor de la comida no me gustó, más que nada porque los alimentos no se sentían para nada frescos, ni las frutas de los jugos y algunos sabores no combinaban bien, eso en comparación a los precios me pareció muy mal. Probé el Ceviche de corvina, los wantones con salsa de langosta, arroz al estilo peruano chaufa, pasta de langostinos, jugo de papaya y melon. Tienen que hacer un gran trabajo en mejorar la calidad de los alimentos. Por lo demás el ambiente y la atención fueron muy buenos.

El restaurante tiene buen ambiente, me gusta el espacio como está distribuido, la atención de los saloneros no es mala, pero tampoco inolvidable. La comida en cuanto al sabor no es tan delicada o elaborada, creo que es bastante básico en ese sentido, creo pueden arriesgarse a introducir platos nuevos o darle un toque más exótico a los existentes en el menú. El menú en físico es muy feo, el restaurante merece tener una mejor presentacion del menú, desde la presentación de los platos hasta el material con que lo imprimieron. Creo que tienen mucho potencial para mejorar, en varios aspectos, no sólo por su trayectoria en el mercado, sino porque tiene varias cualidades positivas que sólo necesitan un impulso.

Es uno de mis restaurantes favoritos, no sólo por su exquisita comida, la buena atención de su personal y sus ambientes, sino porque siempre que los visito hay algo nuevo para probar; esta vez le di la oportunidad al "Explosive Roll", me encantó su frescura y los sabores fuertes, está hecho platano maduro, cangrejo en una salsa especial, trozos de aguacate y trozos de atún fresco. La porción es algo reducida en comparación a otros restaurantes, pero es realmente exquisito.