Finalmente, luego de múltiples intentos para comer en este restaurante, lo logramos; ojo con el estacionamiento, los carros sedanes pueden sufrir mucho a la hora de estacionarse. Desde la última vez que fui, hay cosas que han cambiado o no las habÃa notado; por ejemplo hay un señor que intenta taparte de la lluvia con su paraguas y se muestra muy atento; las meseras al menos esta vez sà se acercaron a preguntar la orden, no habÃa otra opción ya que estaba vacÃo; sin embargo sus caras poco afectivas se hicieron notar rápidamente y en teorÃa uno debe conocer el menú para ordenar rápido.
Ordenamos un arroz chaufa con pollo y un ceviche frito que tardaron un tanto en salir. En cuanto al arroz, sÃ, tiene ese sabor ahumado que muchos han criticado, pero le da un toque especial que lo diferencia de lo demás, las porciones de pollo son bastantes grandes; con el ceviche lo único reprochable es la poca cantidad de yuca frita que viene con el mismo. Los precios son un poco más elevados por la misma cantidad, tipo de comida y de seguro se encuentran mejores platos peruanos en otros restaurantes por menor costo.
A la hora de pedir la cuenta, la espera pudo rondar los 15 minutos, ya que pese a insistirles a las señoras, fuimos ignorados. No creo volver pronto.
