Este lugar es simplemente FANTÁSTICO y se ha convertido en una institución en Panamá. La comida es rica, la presentación siempre de primera clase, le doy 8/10 en comida, pero el servicio ha sido ejemplar en los casi 20 años que llevo yendo a este lugar. La mayoría de los platos son deliciosos, las ensaladas bufé maravillosas. Me gustan mucho los crepes queseros. Probé un nuevo crepe supuestamente estilo tailandés pero me decepcionó. Parecía más indio que tailandés por la cantidad de curry amarillo en polvo que llevaba. No recomiendo el crepe tailandés, pero recomiendo casi todo el menú ya que lo he probado. No soy amante de los dulces, pero cuando he pedido un postre, este lugar luce sus colores ya que los postres son maravillosos. Son 19 años visitando este lugar y les puedo asegurar que el servicio es excelente. Desde el señor que trabaja en el área de los estacionamientos hasta cada una de las camareras te da un maravilloso servicio y atención. Adicionalmente, el ambiente del lugar es único en Panamá. El lugar tiene una magia única en esta ciudad de la furia que yo describo como un oasis de paz o un lugar donde llueve en el desierto. RECOMENDADO!
