Cantina del Tigre

Un restaurante con un tipo de comida panameña fusión. La comida me pareció deliciosa. El chuleton con vegetales y arroz con coco muy rico y las croquetas de pulpo con sala de pimentón también. Con un muy ambiente

Fue buena mi primera experiencia en Cantina del Tigre. me gusta mucho la decoración y flujo del restaurante, y el ambiente de cocina abierta. Los precios son un poco excesivos a mi parecer, es un restaurante informal con comida normal. Mi reseña es positiva, el sitio es agradable pero toca compaginar oferte y precio.

Me gustó muchísimo el ambiente, servicio, decoración y, por supuesto, la comida. Pude degustar un par de platos y cada uno fue mejor que el otro. - Ceviche de Mamón Chino: simplemente impecable. El mamón fileteado acompañado de plátanos en forma de chips es la mezcla perfecta que no sabía que necesitaba. Definitivamente lo recomendaría como un must al visitar el restaurante. No tiene nada que pedirle al ceviche tradicional. - Hummus de frijol blanco y coliflor al carbón: en general no soy fan del hummus, pero se vendió muy bien en mi mesa y, acompañado por el coliflor, resultó una mezcla positivamente sorprendente. - Guacho con guandú, coco y mariscos: una delicia con sabores en perfecta armonía. La textura estuvo tal como se espera de un guacho tradicional panameño, y el giro que le dan con el guandú es otra sorpresa grata. En cuanto a los mariscos: cuidadosamente cocidos. Aparte, te lo sirven con unas hojas de lechuga para que lo comas tipo wraps: detallazo! - Pescado frito afro (salsa de curry y mostaza, cebolla y ajíes acevichados): exquisito. Ese es el review, exquisito. - Patacones: gigantes y una porción bastante grande. Usualmente me gustan un poco más robustos, y estos son delgados, pero son muy ricos y vienen acompañados con una salsa de mayonesa y culantro. - Arroz con coco: es estilo caribeño, deliciosísimo. En cuanto a la atención, me fui muy contento. No fue una atención estelar, pero no dejó nada que desear. Los chicos conocen sus platos, brindan sugerencias atinadas (nos recomendaron el Centollo, del cual podrían comer hasta 4 personas, pero mi mesa no se puso de acuerdo), y muy importante: están al tanto de las porciones y también te lo señalan al momento en el que ordenas. Ambiente: súper flexible. Tienes un espacio interior para una ocasión un poco más formal/íntima, y una terraza donde el ambiente es más groovy, con vista directa a la cocina (el concepto es muy cool porque escuchas a los cocineros preparando todas las órdenes - muy artesanal, muy "cantina"!) y muy fresco. Después de cierta hora, expanden el techo y se convierte en una segunda zona con aire acondicionado. Mi única inconformidad es que prácticamente estás obligado a dejar tu carro con servicio de valet (o al menos no me dieron visibilidad de poder estacionar yo mismo), pero entiendo las limitaciones del espacio y que es un beneficio muy apreciado por muchos. Lo recomendaría? 100%. Excelente experiencia.

Desde que entras al lugar te inmersas en una experiencia única. Todo lo que pedimos estuvo delicioso, especialmente el ossobuco, las croquetas de pulpo, y el ceviche de mamón chino (vegano). Los cócteles también estuvieron deliciosos. El ambiente y el servicio 10/10. Recomiendo pedir varios platos para compartir, para así disfrutar más la experiencia.

tuve la oportunidad de probar varias entradas y platos, el chuletón muy rico, al igual que las entradas donde la ganadora fue el pulpo, en cuanto al ambiente la música para hora de almuerzo era demasiado alta