Caliope Steakhouse

La atención muy buena, las entradas sorprendentemente buenas. Los platos principales normales, esperaba mas. Los drinks muy buenos. Vale la pena conocer.

La experiencia fue bastante sorprendente. Al llegar a Caliope en la puerta principal nos preguntaron a nombre de quién estaba la reserva, tomamos el elevador al 3er piso y nos recibe Grecia, quien nos reconoce por nombre, dándonos la bienvenida y acompañándonos a la mesa. Fernando, el gerente del restaurante, visitó la mesa unos minutos para darnos la bienvenida y brindarnos una breve reseña del lugar. El Crudo de Mar, unos tiraditos de corvina servidas con una jalea de cebolla y sorbete de melón, literalmente te transporta a las costas y a través de su mezcla de sabores tan delicados y refrescantes puedes sentir la brisa marina. También como entrada probamos El Homenaje a Mi Tierra, full recomendado! Como plato fuerte tuvimos La Puerta de Oro y el Rock 'n' Roll. De nuevo, esa fina mezcla de sabores creados por la técnica del chef juega con todos los sentidos. De postre La Sopresa y Autenticidad cerraron con broche de oro lo que fue una velada inolvidable, siendo Caliope verdaderamente la musa inspiradora de gratos sueños y la creadora de una experiencia inigualable. Servicio impecable atención detallista... Felicidades al personal y a sus líderes.

Súper ambiente con una decoración cálida y chic y música jazz de calidad. La cocina a la vista espaciosa y limpia, la barra de cocktails espectacular....la comida rica aunque de momento no me ha enamorado, habrá que volver. El servicio demasiado intenso (se nota que acaban de empezar) pero agradables, esmerados y atentos, se agradece. Se percibe la ilusión! Quiero volver!

Me gusto mucho el restaurante, me encanto la decoración. Los meseros súper atentos me sentí muy bien atendida. La comida muy rica, las porciones un poco pequeñas pero me lo esperaba. Esta buenísimo para una cena romántica!!

Excelente lugar para ir en pareja o amigos. De entrada probé las costillas de cordero y las ostras en salsa de tigre que estaban deliciosas. Mi esposo pidió de plato principal bisonte en salsa de hongos (jamas pensamos que pudiéramos probar este tipo de carne en un restaurante en Panamá, estaba esquisto, recomendado al 100%) y mi elección fue la corvina con risoto y leche de coco, no hay otro plato igual que este, la frescura de la corvina con la mezcla de sabores hacen de este plato único. Y para el postre pedimos la sorpresa, una esfera de chocolate rellena de crema de cardamomo, cuando es colocada a la mesa el salonero baña la esfera con una crema caliente que hace que se derrita frente a tus ojos. El chef se acerco a nuestra mesa a preguntar como estaba todo y de obsequio por nuestro aniversario nos regalaron una trufa de chocolate bañada en almendras, me pareció un muy bonito gesto. Luego la host del restaurante nos pregunto que si deseábamos bajar al Teatro Amador, había noche de música latina con una banda en vivo.