La comida de muy buena calidad, todo muy fresco. La atención deja mucho que desear, el centro comercial tenía problemas con el aire acondicionado y los abanicos de techo, era casi insoportable comer allí. La comida tarda más de lo normal teniendo en cuenta que el sitio estaba prácticamente vacío.

Un lugar algo sobre-valorado por su comida y menospreciado por su localización y ambiente. La comida es buena, no me malinterpreten, pero su menú es demasiado corto y sencillo para el concepto que tratan de vender. Con lo bonito del sitio, con el target de personas que manejan y su localización este sitio da para mucho más. Con una tendencia de comida estadounidense, es una lástima que no aprovechen los días nacionales de celebración de alimentos como para crear menús especiales, ofertas y tendencias. Por ejemplo: tienen el mejor dip de espinaca de Panamá y el día nacional de la espinaca ni lo tomaron en cuenta. Con un público tan anglosajón con el que he visto allí, lástima que se gerencie tan mal el concepto.

Un restaurante con verdadera sazón italiana, me recuerda los platos de mi nonna. Lamentablemente aún le falta mucho ajuste con el personal. El gerente se disculpó muchas veces con varias mesas por errores y el desorden que tenían los empleados y la comida tardó más de lo debido. Son nuevos, estoy casi seguro que el dueño con estos feedbacks hará del sitio un lugar mejor porque se nota sus ganas de mejorar y de hacer del sitio una buena experiencia, es muy agradable. Es importante ofrecer a los comensales algo más que los platos de comida, recomendaciones de qué tomar (cervezas italianas, vinos italianos, etc), de qué colocarle extra a la comida (queso a algunas pastas y otras no, aceite de oliva y pimienta al carpaccio, etc.). Un consejo extra sería incluir productos artesanales internacionales y locales (cervezas por ejemplo) y surtirse mejor (sobre todo en las pastas y postres), varias de las cosas que quería comer no estaban disponibles. Volveré seguramente para ver si han mejorado en un tiempo.

El sitio por fuera no hace honor a lo que es el lugar por dentro. Se nota la calidad de los conocimientos de sus empleados y de los alimentos. Mi única queja es que deberían reservar el derecho de admisión: Literalmente cada vez que he ido me ha tocado una mesa con gente borracha cerca y han hecho espectáculo. Menos mal el dueño siempre ha salido a llamar la atención, la gente cree que por el dinero tienen derecho a dañar el ambiente de un local de prestigio. Creo que deberían ahorrarse estos problemas evitando la entrada de gente así. Les recomiendo también que así como gustosamente su dueño y chef se acerca a las mesas a hablar con los comensales, deberían ofrecer una vista a la bodega de vinos que tan bonita es. Un gusto comer allí.

Famoso en España por su concepto de tapas self-service para tapas frías y calientes (después de la campana), y traído a Panamá bajo los estándares europeas, la calidad es genial. Están iniciando y creo que hay cosas que mejorar como la cantidad de personal y su entrenamiento. El local está perfecto y su localización, aunque algo confusa para algunos, le da gran privilegio. Si me leen los dueños, los animo a traer algunas cosas que faltan en el menú a comparación de España como el Lacón a la Gallega, que es un plato espectacular y que seguramente encajaría perfecto en el gusto panameño. Me parece importante la inclusión de cervezas artesanales españolas, las cuales tengo conocimientos por sus importadores que están llegando a Panamá y que he tenido el gusto de probar tanto en España como en Panamá.

No puedo negar que la calidad de sus dulces son buenos, usan fruta fresca para rellenos como el de la selva negra y la presentación es bastante bonita pero creo que se exagera un poco en los precios por el nombre y la localización del sitio (dentro del Sheraton). Deben mejorar su servicio, uno puede pasar horas sin ser atendido en la terraza. Me hace gracia que un lugar tan famoso por sus cakes tenga empleados que no saben cortar uno porque "vienen ya cortados" los que se venden por slices.

El que no se ha comido un sánwich cubano aquí, no tiene referencia para los mismos. La atención deja mucho que desear, sobre todo si el sitio está lleno. Sin embargo por ser un sitio 24hrs, soluciona bastante bien el tema de la comida a altas horas de la noche.

Se come muy bien, platos italianos a la altura. Los risotti son muy buenos, sobre todo aquellos con aceite de trufas. Tienen una carta de vino aceptable, cervezas artesanales locales y una variedad de entradas y platos para picar muy buenos. El pan de la casa, creo que no deberían cobrarlo por los precios que ya manejan. La burrata es genial para compartir.

El sitio perfecto para un brunch, almuerzo o cena rápida, buena y a buen precio. La Bombay Curry Chicken Salad es mi favorita. Es un lugar algo ruidoso pero tiene bastantes mesas y ofrece cosas listas para llevar que siempre están frescas. He visto gente que se reúne a hacer negocios dentro, no es mala idea pero incentiva a que no sea un lugar callado y pacífico para comer.

Una gran mejora con respecto a su versión del Casco. Mejores instalaciones, más paletas. Sin embargo, al igual que en el casco, no siempre tienen todas. Las mejores: la venezolana, la americana y la argentina. Muy refrescantes las de frutas también.