Visité este restaurante por primera vez con altas expectativas, pero la experiencia fue decepcionante. A pesar de la buena intención del personal, los platos tardaron mucho en llegar y se servían de uno en uno, lo que rompía la dinámica de la mesa. Los shrimp tacos y tacos mar y tierra estaban buenos, pero los fish & chips estaban demasiado grasosos y las papas insípidas. El chicken strip tenía un buen pollo, pero acompañado de patacones mal preparados. Pedir la cuenta se convirtió en una odisea, requiriendo más de tres intentos. Además, el ambiente ruidoso dificultaba la conversación. Aunque algunos platos eran prometedores, los problemas con el servicio y la inconsistencia en la calidad de la comida opacaron la experiencia. Este restaurante tiene potencial, pero necesita mejorar significativamente en estos aspectos.

El lugar esta genial para una salida con amigos, todo muy ordenado, limpio… Respecto a la comida no es nada del otro mundo, las porciones son pequeñas, los precios están algo altos y no existen los combos. En cualquier caso tendrías que comprar todo por separado hamburguesa, papas o aros y la bebida que desees.

Probé el plato vegetariano (sherezade). Muy amablemente me permitieron cambiar el labne y el kibbe de carne para convertir este plato en un deleite vegano. Estoy encantada con el kibbe de vegetales, el hummus, el pan árabe y musaka de la casa. Al finalizar nuestros platos nos ofrecieron unos dulces y una tetera repleta de té como cortesía de la casa. El ambiente es espectacular, música en vivo, danza árabe, decoración… Este es un must go para los amantes de la cocina libanesa.

La música, la mezcla de olores a café, dulces y pan recien hecho hacen de este lugar un excelente ambiente. Con respecto a la comida mi opción vegana es el emparedado Athanasiou Vegan. Con ese emparedado tienes el 80% de probabilidades de comer uno con ingredientes frescos y un amplio 20% de recibir un emparedado con el pan resquebrajado, ingredientes algo amargos y poco frescos. Sigo comiendolo porque el 80% lo vale.

He quedado fascinada con este restaurante de comida rápida. Pedimos de entrada pan con za'atar y debo reconocer que no me gustó mucho el sabor de ese za'atar, no es algo que volvería a pedir. Sin embargo, el emparedado de falafel es otra historia, muy lleno de sabor y los ingredientes se sienten frescos. Definitivamente que vuelvo!

El ambiente es muy familiar y moderno. Me encantó el tema de la decoración exterior con mesas bajas y almohadones gigantes. De entada pedimos unas papas con especias, nada espectacular, y plato fuerte pedí una ensalada vegetariana, los ingredientes se sentian frescos. La relación calidad, cantidad y precio está bien. No es un restaurante al que me encantaría regresar, aunque tampoco me disgustaría.

Primera vez que visito Slabón. Las hamburguesas muy deliciosas y las porciones bastante grandes, inclusive los platos infantiles. Pedimos la pizza burger, para la más pequeña una kids Burger y para mi una falafel burger con camote. No recomendaría la falafel burger, personalmente no me sorprendió el sazón del falafel, la próxima intentaré con la lentil burguer. Igual super recomendado para pasar un tiempo entre amigos.

Mi recomendación es el shawarma de falafel. Las croquetas de falafel estan deliciosas, los garbanzos se sienten bien molidos, buena condimentación y la salsa de la casa muy sabrosa. Para los vegetarianos es una deliciosa opción de comida rápida y si eres vegano sólo pide el shawarma sin la salsa…

Excelente ambiente, atención y comida. Para los veganos mi recomendación es el Fayruz un plato con falafel, kibbe de vegetales, fatoush, musaka, hummus…y más!! Suficiente para una persona de gran apetito. Definitivamente regresaré.