La idea de un nuevo restaurante con sabores típicos encendió mi curiosidad de inmediato. El primer vistazo al menú, amor a primera vista. La entrada, bien. El servicio atento y amable. Pero la espera por el plato principal (40 minutos) fue muy larga para un restaurante con solo dos mesas ocupadas.
El lechón de mi acompañante vino crudo, seco y en completo rigor mortis. Pidió que se lo cambiaran por pollo guisado, que vino acompañado con arroz verde y ensalada de papas. El arroz, había vivido mejores días. Probablemente, varios antes de llegar al plato. La ensalada estaba agria y la salsa del pollo, ácida.
Mi Corvina a la Chorrillera, gigantesca, crujiente, perfumada de Curry y bañada con una cucharada de salsa de mariscos; necesitaba al menos, un par de cucharadas más de salsa y varias menos de Curry.
Aunque exageradamente abundante, la calidad de la comida no está a la altura de los 60 dólares que pagamos por un almuerzo para dos. Al Chef, le recomiendo un paseo por las provincias, para conocer a profundidad nuestra cocina. Tras esta terrible experiencia gastronómica, no recomendaría DIABLICOS a ninguno de mis amigos... o enemigos.
Diablicos
La idea de un nuevo restaurante con sabores típicos encendió mi curiosidad de inmediato. El primer vistazo al menú, amor a primera vista. La entrada, bien. El servicio atento y amable. Pero la espera por el plato principal (40 minutos) fue muy larga para un restaurante con solo dos mesas ocupadas. El lechón de mi acompañante vino crudo, seco y en completo rigor mortis. Pidió que se lo cambiaran por pollo guisado, que vino acompañado con arroz verde y ensalada de papas. El arroz, había vivido mejores días. Probablemente, varios antes de llegar al plato. La ensalada estaba agria y la salsa del pollo, ácida. Mi Corvina a la Chorrillera, gigantesca, crujiente, perfumada de Curry y bañada con una cucharada de salsa de mariscos; necesitaba al menos, un par de cucharadas más de salsa y varias menos de Curry. Aunque exageradamente abundante, la calidad de la comida no está a la altura de los 60 dólares que pagamos por un almuerzo para dos. Al Chef, le recomiendo un paseo por las provincias, para conocer a profundidad nuestra cocina. Tras esta terrible experiencia gastronómica, no recomendaría DIABLICOS a ninguno de mis amigos... o enemigos.