Durante dos meses he estado desayunando, almorzando o cenando 3 veces por semana. He probado casi todo el menú y sería muy difícil escoger cuál es mi plato favorito pues todos son superlativamente buenos.. La corvina in brodo trufada, es sutil y deliciosa; el desayuno para 2 con mimosa incluida te hace sentir como si estuvieras en Europa y el cheesecake es el mejor que he comido en mi vida 🙃 y he comido muchos 😆

El sushi Alaska, de delicado sabor, el aceite de trufa le da ese toque especial que hace la diferencia. El ceviche con espuma de coco y maíz crocante vale la pena probarlos, los tacos de atún fresco son fuera de serie (yo no como atún fresco porque no me gusta), pero estos mini tacos que me anime a probar, estaban exquisitos.. La Pizzeta de setas variadas esta rica, pero no me impactó tanto, las bolitas de maíz me encantaron, con su combinación de dulce y salado, el dumpling de cebolla superlativo. La entrada insignia de la casa llamada KFC no me pareció tan wow como lo describió nuestro amigo mesero José Junior, quien nos atendió como VIPS. Es el mesero más preparado, que conoce cada detalle del menú, desde los ingredientes y la preparación del plato hasta las razones por la cual el chef los diseño así. José es un gran vendedor, pues cuando te explica el menú, lo hace de tal forma que se te agua la boca y los quieres todos. Su personalidad, acompañada de una sonrisa diáfana y el conocimiento que posee hacen inolvidable tu experiencia gastronómica. Mi única observación negativa es el nivel de ruido que hay, pues no puedes escuchar a quien te habla.

Qué rico sentirse bienvenida después de tanto tiempo de no venir. Daniel me recibió con su amplia sonrisa y gestos amables que lo caracterizan. Se nota que está súper feliz de estar trabajando en un lugar acogedor, elegante y fino que complementa su personalidad. Chez Titi es un rinconcito europeo donde te deleitaras con un extenso menú de te que te transporta a los lugares de donde provienen, unos platillos delicadamente preparados para ser ante todo nutritiva mente balanceados, y de exquisito saber, servidos elegantemente. Todo en Chez Titi ha sido diseñado pensando en brindarte bienestar, armonia y felicidad. Hoy decidí probar La ensalada Detox, el crepé de hongos y la ensalada de Quinoa, deliciosas. Con anterioridad he desgustado muchos ítems del menú y todos son superlativos, particularmente recuerdo el sancocho con te blanco. La tarde de te, con selección de tes y bocadillos es también buena. Me acabo de enterar que se mudaran a Santa María A principios de año, así es que con gusto iré hasta allá, pues la que era una casa de té con un selectivo menú se convirtió en un restaurante de excelencia que además tiene un gran menú de te. Seguramente seguirán marcando la pauta de que se puede comer holisticamente y saludable con aromas y sabores excepcionales. A Ivonne y Su familia, al igual que a los colaboradores como Daniel y John felicidades‼️

Es un lugar encantador, nítido, minimalista , con buena música, buen ambiente, y su propio toque personal. Ciro, nuestro Waiter nos atendió a cuerpo de rey y sonreía cuando describía con detalle cada platillo del menú, mientras yo salivaba imaginándome las combinaciones que el tan delicadamente nos ofrecía. No sabía por cual decidirme así es que me tome un macchiatto para acompañar a mi amiga, que gustosamente se deleitaba con un plato de desayuno... exquisito! Decidí no comer nada porque la verdad es que quería comerme el menú entero. Pedí un capuchino y Ciro con suave voz me invita a probar uno hecho con leche de almendras, que aseguró me gustaría. Dicho y hecho, me gustó mucho. No dudaría ni por un segundo regresar más de un par de veces para probar los manjares que vi y olfatee.

Ilusionada al ver el anuncio en el periódico que anunciaba un brunch espectacular a partir de las 11:00 am con todo lo imaginable para comer, mencionando Sushi , caja china y cocina peruana llegue a las 11 en punto y para mi sorpresa no servían hasta las 12pm entonces ya no era un brunch, era un lunch. Juan Carlos, el Maureen se desvivió atendiéndonos mientras esperábamos una hora para que abrieran el buffet. La variedad del menú, espectacular, más no así el sabor. Todo lo que probé me pareció mediocre, el babaganush, la ensalada griega, la paella, la caserola de camote con malva, el o emerge, el pan de cereales y la cebolla en vinagre balsámico. La lechona al igual que los chicharrones estaban buenos. La estación de crepes y Waffles no tenía ninguna salsa para ponerles encima, si acaso una cucharada de dulce de leche. Lo que salvó el brunch fue el trago insignia de la casa: hierba buena macerada con canela que pasa por un proceso de ahumado frente a tus propios ojos al cual se le añade agua tónica y gin. Valdría la pena regresar únicamente para tomarse una copa de este "Golden Tower" cocktail servido por Alberto y por la atención de Juan Carlos.

Nos sentamos en la parte de afuera, el ambiente agradable. La atención superlativa. Como a mí me fascina el ñampi, especialmente el morado, me imaginaba que encontraría varios platillos con el mismo. Qué desilusión lo único que habían eran unas croquetas con queso (casi invisible el queso y ni se sentía ) y unos chips, que sabían igual a los chips de yuca. Pedimos 4 entradas. Que estaban buenas. Yo me quede con las ganas de probar alguna delicia exótica de ñampi, un puré de ñampi o simplemente ñampi sancochado. El pan de maíz exquisito . Es costumbre en Europa cobrar el pan pero te preguntan si lo deseas o no. Trajeron el pan y me pareció de muy mal gusto que apareciera un cargo alusivo en la cuenta final.

La decoración ecléctica , creativa y artística y el variado menú Mediterráneo hacen de este lugar una parada obligada para quien gusta del buen comer y atención personalizada. Además está en el Casco Antiguo donde se puede dar un paseito.

Como todo lo que hace Mario Castrellon, un éxito total. El menú, la atención, el sabor y el ambiente chevere. Uno de los mejores restaurantes de Panamá.

Tuve la oportunidad de degustar varios postres, cada uno más exquisito que el otro. El emparedado igualmente rico y la atención cortes y amable . Claro que regresaría !

Nada que ver. Me llamaba la atención el diseño y la decoración . Las meseras muy atentas. Se demoraron demasiado. No habían casi opciones saludables, todo fruto, lleno de grasa . Yo iba con la idea de los diner's de USA, esperando encontrar una variedad de platos a escoger, pero no fue así.