El lugar es bello. La decoración y el ambiente son muy nice. No sucede lo mismo las últimas veces que he visitado Sake. Noto altas y bajas (ahora mas bajas que altas) en la calidad de los platos. No siempre están quedando con la misma terminación y calidad. Los sashimis que probamos no los notamos del todo frescos, igual con los sabores u olores de algunos mariscos. El lugar tiene condiciones para ser de los mejores restaurantes de a ciudad pero deben mejorar incluso en el servicio.

La nota del chef siempre presente. Los wanton de mariscos, los carpacios y todos los platos en general están excelentes. Los postres no me sorprendieron pero a todos en general nos gustaron. Lo que difiere y deja bastante que desear es la atención de los meseros y el lugar que como tal no dice nada en decoración.

Visitamos el sábado este restaurante pensando que realmente sería algo espectacular. Los platos no me parecieron ni panameños, ni fusión, simplemente algo bien sencillo. Los crepes sin dudas estaban bien elaborados y tenían buen sabor, no mas. La entraña no me la trajeron a término. La terraza está muy apretada. Los postres aceptables. No pienso repetir, quizás debemos darle un tiempo y regresar.