La comida es rica pero la calidad de los postres son una lotería a veces están buenos pero otros días se nota que no están frescos, para el precio la calidad no debería variar tanto. Adicionalmente, en el día de hoy fui con unos compañeros, le pregunte si el chocolate caliente era espeso estilo español, me dijo que como decidiera el cliente, le pedí que me diera unos minutos para decidirme. Luego vino con el chocolate caliente que no le había pedido y además no era espeso, se lo llevo e igual lo cobro en la cuenta. Mi amiga había pedido un dulce de limón y por la masa se notaba que tenías días y días allí, no deberían haberlo servido. El camarero había que estarlo llamando, nunca fue a la mesa a preguntar si necesitábamos algo, esto me ha pasado anteriormente incluso días que esta mas vacío.

La comida es muy rica y me encanta que puedes pedir media porción o porción completa. Los postres son deliciosos en especial el brickle brackle y el Alaska in a jar. Adicionalmente, a veces tienen el menú de la semana con platos diferentes asi no te cansas del menú

La comida del lugar es extraordinaria y deliciosa, se ve que se le ha puesto mucha dedicación a cada plato que sirven. Los meseros son atentos y te explican cada plato que ponen en la mesa. Me impresiono mucho ya que yo soy alérgica a los mariscos, a diferencia de la mayoría de los lugares donde no te sirven el plato o te lo sustituyen con cualquier ingrediente, en este lugar los platos que llevaban mariscos me lo sustituyeron por pescado delicioso que combinaba con el resto del plato!!! Si les advierto que deben ir con hambre porque es bastante comida.