Ingresé sobre la 1 pm . La anfitriona cumple puntualmente su función. Califica para su puesto de manera natural. Sólo hay bufette. Personalmente no creo en ellos. Soy de calidad no cantidad. Utensilios, servilletas, mesas, sillas ; digno de estar en el Canal. Las baldosas del exterior precisan renovarse. Del bufette: aplauso para el sancocho. En segundo lugar las ensaladas. Nada espectacular en los platos de fondo. El cubierto 35 dólares. Hay que sumar impuestos y bebidas. Siendo de carácter internacional no encontré el Pisco. Error. Más si se trata del concesionario que es peruano. La vista a parte del canal (recordar que es más extenso que la porción que se ve desde la mesa).
Buen concepto, buena sala. Los camareros dispuestos a servicio. Los platos llegaron a tiempo, los dos juntos. Buena presentación y con el.recurso bueno. Me explicaron que la langosta que estaba comiendo fue traída en la mañana de San Blas . La vista magnífica. Fui a almorzar
Buen tiempo y además tranquilo. A tiempo todo. Realmente lo único que reclamé es que en un restaurante de este nivel no tenga Pisco. Me dijo que el embajador de mi patria había llevado una botella para hacerle catar. Creo que el embajador debe organizar una feria peruana.
Minimalista, casual. No tiene carta. El personal es predominantemente chino. Pero tienes las fotos de los platillos en la pared. Buscaba pescado , no encontré. Si encontrarás mariscos. Pedí siu lun pao, chon fun de carne y arroz con chorizo chino. Éste último demoró un poco en salir. Pero es porque el arroz se cocina al vapor. Sano, delicioso, saludable. El te de cortesía. Para el concepto muy bueno. Advierto que las mismas camareras que sirven en algún momento hacen repaso de limpieza maniobrando los escobillones. Lo veo en restaurante de cierto nombre como sencillo. Éste restaurante chino es digno de ir.
Concepto italiano. Buen manejo en sala, atención de camarero bueno. Incluso acepta sugerencia. Sólo uno de ellos puede mejorar. Demostrar amabilidad viene muy bien. Limpio. Aunque como sugerencia es mejor si los mozos evitan manipular el escobillón y los platos a la misma vez. Los platos llegaron a mesa para todos los comensales al mismo tiempo. Como debe ser. La pasta, untuosa, delicada, equilibrada de zapallo. El otro plato: entraña con rissoto. Tal como pedimos 3/4 suave, bien sazonada. El arroz delicioso. Vale su precio. Muy agradable y tranquilo. El servicio higiénico limpio, espacioso. Otra sugerencia para coronar: dispensador de alcohol en gel.
En pocas palabras: satisfecha. Buen servicio. Estupenda experiencia del sashimi de atún blanco. Guarda relación preparación, servicio, ubicación, precio. Retornaré por el postre.
El concepto es muy bueno. Minimalista, acogedor. Cálido servicio. Limpio. Casual. El chocolate a temperatura ideal considerando 26 grados en la calle. Balanceado. No es empalagoso. Las galletas artesanales de buena factura. Decidí por los dulces. Sin embargo, el aroma que se desprendía de un pedido que hicieron otros comensales de unos sandwichs de pollo (Creo que la salsa es el aporte) arrancan la promesa de retornar. Lo haré con gusto. Plus: conversación amena de alguien que tiene interés por la cultura panameña.
Atlantic & Pacific Co.
Ingresé sobre la 1 pm . La anfitriona cumple puntualmente su función. Califica para su puesto de manera natural. Sólo hay bufette. Personalmente no creo en ellos. Soy de calidad no cantidad. Utensilios, servilletas, mesas, sillas ; digno de estar en el Canal. Las baldosas del exterior precisan renovarse. Del bufette: aplauso para el sancocho. En segundo lugar las ensaladas. Nada espectacular en los platos de fondo. El cubierto 35 dólares. Hay que sumar impuestos y bebidas. Siendo de carácter internacional no encontré el Pisco. Error. Más si se trata del concesionario que es peruano. La vista a parte del canal (recordar que es más extenso que la porción que se ve desde la mesa).
La Vespa Vista Mare
Buen concepto, buena sala. Los camareros dispuestos a servicio. Los platos llegaron a tiempo, los dos juntos. Buena presentación y con el.recurso bueno. Me explicaron que la langosta que estaba comiendo fue traída en la mañana de San Blas . La vista magnífica. Fui a almorzar Buen tiempo y además tranquilo. A tiempo todo. Realmente lo único que reclamé es que en un restaurante de este nivel no tenga Pisco. Me dijo que el embajador de mi patria había llevado una botella para hacerle catar. Creo que el embajador debe organizar una feria peruana.
Hong Kong Bakery (El Dorado)
Minimalista, casual. No tiene carta. El personal es predominantemente chino. Pero tienes las fotos de los platillos en la pared. Buscaba pescado , no encontré. Si encontrarás mariscos. Pedí siu lun pao, chon fun de carne y arroz con chorizo chino. Éste último demoró un poco en salir. Pero es porque el arroz se cocina al vapor. Sano, delicioso, saludable. El te de cortesía. Para el concepto muy bueno. Advierto que las mismas camareras que sirven en algún momento hacen repaso de limpieza maniobrando los escobillones. Lo veo en restaurante de cierto nombre como sencillo. Éste restaurante chino es digno de ir.
La Locanda (Costa del Este)
Concepto italiano. Buen manejo en sala, atención de camarero bueno. Incluso acepta sugerencia. Sólo uno de ellos puede mejorar. Demostrar amabilidad viene muy bien. Limpio. Aunque como sugerencia es mejor si los mozos evitan manipular el escobillón y los platos a la misma vez. Los platos llegaron a mesa para todos los comensales al mismo tiempo. Como debe ser. La pasta, untuosa, delicada, equilibrada de zapallo. El otro plato: entraña con rissoto. Tal como pedimos 3/4 suave, bien sazonada. El arroz delicioso. Vale su precio. Muy agradable y tranquilo. El servicio higiénico limpio, espacioso. Otra sugerencia para coronar: dispensador de alcohol en gel.
Matsuei
En pocas palabras: satisfecha. Buen servicio. Estupenda experiencia del sashimi de atún blanco. Guarda relación preparación, servicio, ubicación, precio. Retornaré por el postre.
Mentiritas Blancas
El concepto es muy bueno. Minimalista, acogedor. Cálido servicio. Limpio. Casual. El chocolate a temperatura ideal considerando 26 grados en la calle. Balanceado. No es empalagoso. Las galletas artesanales de buena factura. Decidí por los dulces. Sin embargo, el aroma que se desprendía de un pedido que hicieron otros comensales de unos sandwichs de pollo (Creo que la salsa es el aporte) arrancan la promesa de retornar. Lo haré con gusto. Plus: conversación amena de alguien que tiene interés por la cultura panameña.