Pocas veces doy malos comentarios pero en esta ocasión, no me puedo quedar callada, y lo hago, más que nada para llamar la atención de los administradores del restaurante a ver si reaccionan. Siempre me ha gustado este restaurante, pero fuimos hace como dos semanas a cenar y recibimos el peor servicio. Restaurante casi vacío y no nos atendían. Tuvimos casi que rogar para q nos atendieran y sirvieran. Caras largas, en fin...no me quedaron ganas de volver. La comida, OK... pero hay competencia de otros lugares donde el servicio es mejor. Ojo, y los teléfonos no servían, no sé si eso ya lo habrán solucionado. Tampoco responden a los mensajes en su red social.

Fui a desayunar con una amiga. Me encantó el ambiente del lugar. Súper acogedor. Los platillos de brunch, riquísimos. El servicio, un poco lento aunque fueron amables. Se nos acercó hasta un mago pero como estábamos en la conversa de temas importantes, declinamos su intervención, será para la próxima.

Una joyita algo escondida en el "área bancaria". Me encanta que mantienen la casa en su "formato" original y aprovechan sus espacios para brindar diferentes ambientes. La comida, deliciosa. La pasta Tommasino súper delicada. El filete en salsa de pistacho, increíble. Me tomé uno de los mejores Aperol Spritz que he probado. Muy recomendado para una cita o celebración especial.

Estuve hoy ahí porque estaba antojada de una milanesa a la parmesana. No conocía el lugar. Es agradable para ir solo, acompañado o con amigos. Acogedor: puedes sentarte dentro o en la terraza. La comida estaba bien. La pasta, fresca. Tienen venta de lasagnas, canelones, raviolis, postres, pastas frescas para llevar.

Fui ayer por primera vez. Tienen un menú muy bien logrado, yo diría q Español/fusión. El carpacho, delicioso. Las almejas, normales. El fideua de pollo me pareció interesante y los psotres (torta vasca y brownie con helado) deliciosos. Volvería más adelante. Lo recomiendo si deseas probar un menú diferente.

Merecidas sus distinciones internacionales. El ambiente es fabuloso, lleno de buena energía. La comida, diferente, única, bien lograda. Buen lugar para ir con amigos.

Quería un postrecito y entré al lugar. No le di más al servicio porque estando vacío, demoraron un poco en atenderme. Buen helado, sabores variados y no lo sentí tan caro como otras heladerías. Cumple su propósito.

Entré para conocerlo. Pedí la sopa ramen más sencilla. Es un "sopón". Tiene buen sabor y satisface. Pendiente probar otros platos.

He ido un par de veces. Buen ambiente para ir en grupo. Siento que pudieran no tener siempre la música tan alta para permitir/facilitar la conversación, sobre todo en horario de almuerzo. La entrada de cortesía es una delicia y los sushis también. Los tragos, súper sofisticados.

Caminando por el Casco me encontré este huequito al que decidí entrar. Pedí desayuno, que estaba muy rico. Se siente buen ambiente. Me gustó. Volveré.