Ir a este paraíso de color es toda una experiencia. Los sabores son divinos. Pero la presentación y el diseño de toda si oferta es alucinante.

Super atentos, incluso con los más indecisos. Los sabores siempre novedosos, disponibilidad de paletas sin lactosa y otras sin azúcar. La.imaginación infantil también es bienvenida para crear lo externo de la paleta.

Lo que le falta a la sazón de la sede de SAN francisco la de Balboa te lo da. Un poco débil el servicio por el lleno de las veces que he estado. Es muy repetible.

El menú ofrece variables interesantes pero que no deslumbran en la mesa. Buena sazón. Buena presencia. Hay un algo que le falta para que la fusión sea como para no dejar de ir más nunca.

Tradicional. Si hay que dar referencia de comida árabe en Panamá sin duda es el primero. Buenas porciones. Una cocina que a través de los años no se deprime ni decepciona.

La atención es fabulosa. Se entiende de porciones pequeñas, pero el exceso de fama le causa el detalle de tener demasiadas expectativas. Sigo siendo fan de su chef, pero hay que prestar atención al menú frío.

Es una maravilla. La variedad de chocolates, la atención, todo! Permiten hacer cata de algunos chocolates. Los productos siempre están en buen punto.