La atención fue bastante rápida y amable, un lugar bastante tranquilo. Las comidas y bebidas estuvieron muy buenas (en sabor) , el ramen que se pidió tenía buena porción, el sushi, en comparación con otros lugares, muy pequeños, por lo menos el que pedí.

La atención fue bastante rápida tanto para tomarnos el pedido como para servirlos. La comida estuvo muy bien a excepción de la limonada, estuvo malísima, era como un agua saborizada.

La comida es bastante buena y me gusta la decoración de los tragos o cocteles, tienen buenas opciones en el menú. La atención en el momento que fuimos fue rápida tambien. Muy pocos estacionamientos.

Fui a celebrar mi cumpleaños, hice una reserva y me llamaron para coordinar cada detalle, me pareció excelente. Uno que otro detalle que se puede mejorar. La comida es muy deliciosa, lo único, que parte de los platos (calientes) que pedimos estaban un poco fríos.

Había pensado mucho en ir a este lugar debido al menú con un estilo Kosher, pero debo admitir que todo lo que pedimos estaba delicioso, desde la pizza, la lasagna hasta lo tragos. Pedí una copa de sangría, la verdad la vi económica y de muy buen tamaño. La pizza que pedimos tenía ingredientes poco usuales regularmente como arugula, emulsión de otoe, entre otras, pero que le dan un toque totalmente diferente, el sabor es riquísimos, se las recomiendo.

Primera vez que visitamos este lugar y la verdad que volveríamos. La atención estuvo de 10/10, los platos salieron super rápido, no se si serán así de rápidos siempre, pero punto a su favor. En cuanto a la comida, todo estaba delicioso y en buenas proporciones. Aprovechamos el 2x1 en sangría y tienen un buen tamaño.

Tenía muchas ganas de ir a este lugar por la vista maravillosa y varias cosas que proyectan en redes sociales. Lamentablemente no quedé satisfecha con la comida, queríamos una entrada de ceviche y no había de ninguna clase. De platos fuertes los sentí bastantes simples, todo bien cocido, pero le faltaba sabor. Dentro de los platos pedimos un pork belly que tenía más grasa o como lo conocemos "gordito" que puerco, siento que en esa elección perdí mi dinero. Las yucas al moho sabían a puro limón, muy ácido. Creo que lo único que me gustó fue el cóctel. Son cosas que pueden mejorar.

Un spot nuevo para ir en familia, en un ambiente bastante tranquilo. La atención desde que llegamos al lugar fue muy atenta y lo mejor de todo es que te ponen una canastita con picaditas de cortesía, cosa que no hacen prácticamente en ningún lugar. La comida estuvo bastante bien, con detalles que se pueden mejorar, pero en general, recomendado. Punto negativo, no se puede pagar con clave por el momento.

Fui por primera vez y la verdad me encantó, las chicas que nos atendieron estuvieron pendientes de cada detalle. El ambiente también es agradable, con buena música. En cuanto a la comida, de igual forma sus platillos tienen buen sabor, la porción de los ramen son muy respetables y nos sacaron los platos en poco tiempo. Sin duda volvería a ir.

De este lugar rescato que todo lo que pedimos estaba delicioso, desde las entradas hasta el plato fuerte y el postre. Pesé a que no estaba tan lleno, se demoraron un poquito en llevar los pedidos, pero todos muy atentos, sobre todo el servicio femenino. La parte que no me gusto es que en la tarde (hora en la que fuimos) tenían en noticiero a todo volumen y era un poco incómodo, creo que es mejor música de fondo.