El lugar es nuevo, abrió hace solo 6 semanas, se especializan en sushi y comida thai. La decoración ok, las sillas incomodas, pero lo peor fue para mi la temperatura del ambiente: vayan abrigados o coman afuera (algo caluroso para el clima panameño) . El servicio demasiado ansioso, demasiado encima de uno, pero prefiero eso antes que la indiferencia, pero habría que encontrar un equilibrio. La comida deliciosa, el sushi muy bueno, la ensalada crujiente de arroz, deliciosa, aunque pequeña, el arroz excelente. Sinceramente no nos quedamos a comer postre por el frío que hacía allí.

Esperaba mejor comida, todo lo que ordenamos fue regular a malo, seco, desabrido, sin un buen sabor. La ambientación esta bien lograda, espero que mejoren la cocción de los platos.

Me encanto Lola, fue como entrar en La fiesta inolvidable, las fuentes, la ambientación, me parecieron geniales. La Host súper amable y todo el personal brindaron un excelente servicio. La comida deliciosa, los porciones generosas, la verdad que todo un 10. Lo súper recomiendo.

Fuimos a la hora del almuerzo, de afuera es un club para jugar golf en si, untadores, dentro tiene 2 opciones para escoger, ambas con el mismo menú, una en la llanta de ingreso y la otra en el subsuelo.,ordenamos una ensalada cobb, y pechuga de pollo al grill con puré de papas. Los platos tardaron en llegar a la mesa, pero resultaron riquísimos. El servicio es amable, aunque lento. Los precios muy buenos. Me gusto mucho la ambientación y la relación precio/calidad excelente. Las porciones son justas.

Lamentable ya que el espacio es precioso, pero la calidad precio/porción/cocina por lo menos al almuerzo es muy mala. Servicio inexistente. La aceitera/vinagrera incomodas, la vajilla incomoda, falta de criterio. No me gusto tampoco el hecho de que los baños tiene cero ambientación, una desconexión total con el resto del lugar.

Buscando donde ver la Copa América llegamos hasta aquí. Pedimos calzone, muy bueno y muy grande y pasta porción normal, atención que el queso parmesano rallado para la pasta lo cobran aparte, así que terminamos pagando $9 por la pasta y $12 por el queso ($3 la porción) y la camarera calculo que había traído a la mesa 4. Luego pedimos helado de nutela y Ferrero rocher, los 2 muy ricos. La atención cordial pero desatenta. El ambiente es tipo pizzería, sencillo.

Una muy grata sorpresa, comimos la paella de arroz en Tina de calamar y estaba exquisita. También tomamos la famosa sangría, rica pero enseguida se calienta. El dueño, Ramiro, sumamente atento. Definitiva,ante un lugar que volvería a fin de probar otras opciones.

El salon es muy agradable como también la atención, pero me pareció caro comparado a otros restaurantes donde por $22 uno come bien y queda satisfecho , aquí por ese dinero le dan un sándwich que se siente insuficiente. Lo veo mas para ir a tomar un té con algo dulce o para el desayuno que para almuerzo. El día domingo el desayuno lo ofrecen durante toda la jornada.

Fuimos en horario de almuerzo y ordenamos el menú ejecutivo, el salón es muy agradable, los camareros amables y la comida bien hecha. La sopa de lentejas y el salmón muy bjien cocinados. Ojalá pueda volver a probar otros platos,

Este shack cuenta con us espacio abierto y otro cerrado, la propuesta es interesante, mucho pulled pork, guacamole, nachos,sliders, bien hechos, no es para chuparse los dedos pero es discreto. Buena oferta en tragos y cervezas artesanales. No iría específicamente hasta aquí si es que no me quedara cerca del hotel.