OJO: anuncian un restaurante tipo charcuterie y cuando llamen hacer reserva para ese tipo de comida hay que especificar ya que tienen dos menús aparte el piso de abajo y el de arriba y este SOLO sin EXCEPCIÓN lo sirven en el piso de abajo. Aparte de eso nos sentaron en las mesas incomodisimas tipo picnic y con un abanico para que no sopla así es que a sudar se ha dicho. Aparte de eso NUNCA tienen brisket por lo que les recomendaría sacarlo del menú y cuando lo tienen hacerlo como el especial de día. Probé la hamburguesa de beef and pork que venia con chicharrón. No muy favorable la combinación y el chicharrón estaba rompe diente a la quinta potencia. Los onion rings si estuvieron freídos a la perfección. De la bbq la verdad que todo lo que probé estuvo muy interesante desde la salchicha de ternera hasta el pulled pork con un spice tipo canela, muy bueno. Regresaría para la charcuterie nuevamente pero lo que si no perdono es que a pesar que no nos informaron al hacer la reserva de los dos menús nos cambiaron a todos a la mesa picnic, muy mal gusto.

Ambiente agradable, servicio bueno, comida muy buena. Siempre es un restaurante al que vas a querer volver. En esta ocasión pedí las albóndigas que (por lo general pido mariscos cuando voy) estuvieron exquisitas con una orden de concolon que mejor se daña. Los postres sin son olvidables.

Tenia rato de no ir a Maito y creo que pasara mas rato para que regrese. El restaurante lo ampliaron y remodelado aglutinó que quedo bien. En cuanto a la comida deja mucho que desear. Las entradas estuvieron OK pero nada memorable. Pedí el guando morado con pulpo y casi muero. Me saboreaba la boca de lo que me imaginaba iba a ser. Al final llego un puresito de guandu minimo en el fondo con unas tiras de pulpo secas y sin mucho sabor. El panamisu que también prense que era el momento de quedar bien y que va estaba seco seco. Me da mucha lastima pues ayer nos acordábamos lo sabroso que era el restaurante al inicio. Espero que puedan recuperar ese buen sabor.

Al llegar al lugar entras en un mini super que ademas de lo mismo de siempre ofrece alimentos coreanos. Al bajar unas escaleras se entra al restaurante sencillamente decorado con butacas y mesas básicas de madera. Compartimos diversos platos como bulgogi, carne en tiras suaves y con mucho sabor. E fried chicken que es pollo estilo agri dulce pero con un toque de picante. Entre las cosas que ordenamos tambien esta el japche creo que se escribe así que son unos fideos de papa con vegetales que puede haber sido mi plato favorito. El servicio creo que ese fue su primer día de trabajo, por suerte no había mas nadie en el rest. De seguro regresaremos.

Ambiente relajado y agradable. Al entrar vas directo a la caja hacer el pedido por la cual no hay equivocaciones al final. Los desayunos nunca han defraudado y ni decir que el otro día probamos el unido burger que estuvo deliciosa mas sin embargo los platanitos de guarnicion no dicen nada. Para desayunos, almuerzos, meriendas y cenas siempre este restaurante esta en mi lista.

La decoración del lugar es bastante exótica donde predominan los colores blanco y rojo y unos grandes candelabros que guindan del techo. La mantelería y cubierteria se ven bien mas no sin embargo el florero con flores de mentira rojas. Si pretenden tal decoracion y precios yo espero por lo menos que sean flores de verdad o sinceramente mejor ni pongan. El servicio joven pero bastane bueno. De entrada el tataki de atun estuvo ok. Los ravioles (3) rellenos de hongos con un minusculo pedazo de langosta tenia muy buen sabor. De postre la versión moderna del tiramisu estuvo buena. El restaurante se mantuvo lleno toda la noche lo cual debe ser buena señal

Al llegar al lugar (si es que lo encuentras) se siente un ambiente bastante básico. A pesar de todo las sillas son cómodas, la vajilla y vasos limpios al igual que la servilleta-mantel. El chef trajo de entrada un carpaccio de carne con queso y rucula que estuvo perfectamente condimentado. También envío una estilo de caponata de berenjena que no soy amante pero me lo como. EL chef sale a ofrecer lo que tiene fresco y las mil maneras de prepararlo. En esta ocasión pedí la ternera al limón. El corte de la carne delgado, perfectamente condimentado y cocinado. Vino acompañado de una pasta a la crema que venia bien para recoger la salsita de la ternera. Como éramos varios dejo tres platos de pastas para el que se quisiera volver a servir. Pude apreciar como a la mesa de alado le hacia un show cocinandoles su pasta con puerro que se veía interesante. De postre tiramisu que esta bien. La selección de vino no es muy extensa y hay que mandarlo a enfriar, pero te da la opción de traer el propio. Muy interesante la dinámica creo que regresaremos.

El ambiente es sobrio y elegante, sillas comodas, manteleria y cubiertos que se aprecian limpios. La carta es corta y no enrreda. De entrada pedimos la burrata del valle que estuvo acompañada por una rucula con su vinangreta y tomatitos, rica. Las patatas bravas tenian picantito en su punto. El ceviche viene en trozos, frescos y semi crudo como debe ser el ceviche punto, solo que les recomendarian que le bajen un toque el picante. De plato especial tenian el short rib que se desmoronaba con la mirada de lo tierno que estaba y ni decir el sabor suculento acompañado con un risotto cocido a perfeccion. EL helado de pipa de postre, ganador. Tiene una lista con buenos vinos. A todo esto los precios están super razonables. Pondria este rest entre mis favoritos a repetir.

No habiamos ido desde su remodelación y debo decir que parece otro restaurante. El servicio estuvo optimo, ni una queja. Pedimos la jarra de sangria obligatoria y estaba deliciosa. Se compartió unas papas bravas que estuvieron bravas de verdad con unas croquetas de chistorra que estuvieron interesantes pero perfectamente fritas. Se compartió un fideua de mariscos con su ali olí que estuvo bien balanceado de ajo. El ambiente muy agradable.

Como a la hora del almuerzo esta lleno y bullisioso nadie te recibe a la entrada. La decoración esta bastante buena, mas sin embargo las sillas no son aptas para guindar carteras. La limonada con menta esta muy buena. Para entradas las gyozas mixtas están bastante buenas mas un poquito chiclosas. El sushi no llego y se tuvo que pedir nuevamente. AL llegar es un rollo de buen tamaño, quizás un poquito muy grande y se desparrama todo al morderlo. El lugar esta bastante bueno y volvería pero creo que hay que darle un tiempo para que se preparen un poco mejor.