Comida saludable con sabores exquisitos, en un bello entorno y a un precio asequible. Experiencia ideal para comer y compartir pues la temperatura del local es adecuada y el nivel de la música perfecto para una buena conversación. Buen servicio. Para repetir y repetir.

Hacía tiempo que no iba a visitarlo y me pareció una opción curiosa para que conociera mi acompañante. La música y la ambientación del lugar es excelente, las chicas muy atentas, pero la comida no está al nivel de lo demás, y además no es barata.

El diseño de este restaurante siempre me ha gustado y es muy agradable. Buen servicio, sabores deliciosos, pero las porciones han disminuido bastante con la pandemia y los precios siguen siendo los mismos. Igualmente, 100% recomendable y es un rastaurante italiano de nivel.

He ido un par de veces, dándole una segunda oportunidad. En la sefunda ocasión, fuimos a desayunar y tienen una carta amplia pero no para desayunos. Para los que les gusta desayunar dulce solo pancakes que parecen bizcochos: gruesos y se desmigajan. Poco flexibles a la hora de cambiar algún componente del plato. No tienen fruta, ni yogures... El sitio muy bonito y la atención espectacular, pero las 2 veces que he ido un calor insoportable, y en algún momento varias mascotas ladrando a la vez con lo que era imposible estar tranquilo y charlar.

El sitio espectacular. Una terraza preciosa, el interior bien diseñado y bello, te hace trasladarte a Grecia. 🥰 Muy buena atención aunque las recomendaciones de platos no fueron tan buenas. Empezamos con un queso en milhojas que estaba delicioso y subió mucho las expectativas. Detrás un pulpo como en escabeche con un sabor regular y duro. El plato fuerte fue el plato de la casa: un cordero viejo y duro, solo lo salvaban las papas. Por último un postre con helado de pistacho riquísimo. La relación calidad precio no es buena porque es caro para lo que comimos, pero hay que darle una defunda oportunidad por lo bello y agradable del sitio y sus meseros.

Un oasis en medio de la ciudad. Desconexión al aire libre con buena música, comida con buen sabor y mejores tragos. Todo por un precio justo. Un lugar muy agradable con buen ambiente para todos. Tanto familias como parejas o grupos de amigos. Muy grata experiencia que, por supuesto, repetiremos.

Bonito lugar al aire libre y con buen ambiente nocturno. Eso sí, te tiene que gustar el reggaeton. Las bebidas y la comida están bien sin grandes sorpresas. Lo que destaca es el lugar y el buen servicio.

Es un restaurante bonito con tienda delicatessen y jardín, que es lo que le da la vida. Ideal para los amantes del queso, tanto para saborearlo como para olerlo. A veces el olor era bastante fuerte. El concepto de resturante y la comida son muy buenos, excelente sabor y calidad. El servicio y los cócteles pésimos. Quizás fue porque éramos un grupo grande de gente, pero todo fueron impedimentos desde el principio: que si no reservamos para tanta gente, que si nos deben decir que van a comer días antes, las cuentas deben ser para 5 o 6 personas, y luego nos cobraron a cada uno independientemente... Y por cierto, más de una hora esperando a que nos cobraran y entregaran la factura fiscal. Creo que es un lugar excelente para parejas o mesas de máxino 6 comensales a partir de ahí mejor otro lugar.

Es un lugar en el que sabes que siempre vas a comer bien y en cualquier momento del dia porque está abierto 24 horas. Te atienden con amabilidad, pero son lentos. Es un lugar al que siempre se vuelve.

La comida es deliciosa pero algunos platos son escasos. Los postres son lo más normalito de la carta. El servicio es bueno: rápidos y amables. Y x último, el lugar es agradable pero hace y es frío.