Organicé un grupo de 11 personas para ir a almorzar. Desde la llegada el equipo del restaurante muy atento y pendiente de cada detalle. Las empanaditas de cortesía vitoreadas por todos quienes las probaron. La arepa de entrada y los langostinos fueron un éxito. Todo el mundo satisfecho con su plato principal. El balazo y el pato fueron de los platos con review más alto. ¡Altamente recomendado!

He estado 2 veces en Humo. Una con amigos y la otra con un colega de trabajo. Las 2 han sido buenas experiencias. Con los amigos, todos disfrutamos de nuestros platos. Yo personalmente disfruto siempre del punto de cocción que el Chef Castrellón sabe darle al pulpo. Mi colega de trabajo estuvo muy complacido. Altamente recomendado para cenas de negocios.

Un grupo de amigos teníamos ganas de disfrutar de buena comida fusión. Por eso nos aventuramos un sábado en la noche a Ginger. Una excelente atención desde el inicio. Lo único es que no tenían el dumpling de pato que estaba en el hit list de una de las comenzales. Probamos el exquisito wakame, que fue uno de los platos predilectos. Nos encantó el Isla Perlas. Personalmente disfruté mucho el rollo vegetarian, y mi entusiasmo logró contagiar a uno de mis amigos que no es tan fan de los vegetales. ¡Una muy buena experiencia!

Fuimos a Dainer 16 un domingo. El sitio estaba lleno de comensales deseando tener la experiencia de desayuno en un estilo híbrido entre norteamericano y panameño. Eramos un grupo de 5, que encontramos buen acomodo en una de las habitaciones de la casa que ha sido adaptada para albergar la experiencia. Pedimos en la barra y estuvimos complacidos con que el pedido llegó tal y como era. La única recomendación es tener suficientes servicios de ketchup, sal, pimiento y miel para los pancakes de manera que alcance para cada mesa. Es incómodo estar esperando, o que interrumpan tu comida 2 ó 3 veces para pedirte algo para llevarlo a la siguiente mesa.

La salidita habitual con las amigas nos dio pretexto perfecto para encontrarnos en La Valentina, siguiendo el listado de restaurantes nuevos en esta página. Sin embargo, grande fue la decepción con la pasta que pedí, que más parecía una pasta congelada que una pasta fresca hecha en el restaurante. El mojito de acompañamiento si sorprendió por su tamaño que es más grande que el habitual en el mercado. Una tendencia que lamento estarme encontrando en varios restaurantes es que están confundiendo el buen servicio al cliente con un trato salamero. Un buen servicio no es aquel en el que le preguntan a una 7 veces si todo está bien, sino aquel que de manera silenciosa anticipa llenar los vasos con agua; retirar los platos oportunamente; y preguntar si se ofrece algo más sin exceso. La otra tendencia de la que este sitio no se escapa es la de incluir en la cuenta el servicio. Aclaro que soy CREYENTE de dejar propina, pero es ilegal ponerlo en la pre-cuenta (cosa que también es ilegal). Pero más allá, cuando solicitamos que fuera removida, el encargado se excusó diciendo que aún no habían tenido tiempo de migrar el software de la razón social anterior. Pero peor aún al chico que nos atendía le preguntaron si había pasado algo porque pedimos que eliminaran la propina de la cuenta. Para ser un buen restaurante, este sitio aún tiene muchísimos detalles que pulir.

Estaba haciendo scouting de un restaurante para llevar a una amiga a celebrar su cumple, así que me fui con otras 2 un miércoles en la noche. Llegamos y estaba vacío. El mesero y el gerente se identificaron y ofrecieron una atención de lujo que terminó en desilución. De entrada pedimos un guacamole, que en un restaurante que se precia de ser mexicano debe ser un plato estrella. Sin embargo, me dejó "much desilución". Era una especie de guacamole pre-hecho (de esos deshidratados que se glorifican enseñándole aguacate de verdad). Una de mis amigas pidió un plato mexicano tradicional acompañado de frijoles y fue "much decepción" en sabor. La atención fue menos que deseable, Estuvimos correteando que nos repusieran agua en 3 ocasiones, y eso que el restaurante estaba vacío! Lo peor fue que tuvimos una situación que requirió la atención del gerente, y ¿saben que? desapareció sin resolver el problema. Es una pena que un sitio con un ambiente agradable tenga que convivir con tanta mediocridad en su oferta gastronómica y en su servicio a los clientes.

Un domingo de compras con las amigas dio para que cuando nos cansamos y nos venció el hambre fuéramos corriendo a Ciao Bella Pizza. Una de mis amigas había estado allí, y aunque no recordaba bien la calle, hizo que recorriéramos varias de las cuadras de San Francisco hasta ubicarlo. Valió la pena... Pedimos la pizza de rúcula y la pizza sicilia. La sicilia me encantó. Me pareció estupenda la mezcla de los sabores pues la cebolla le da un toque picante junto con el peperoni, y para balancear la berenjena y el queso feta. Altamente recomendable! La de rúcula también me parecio buena para los que le gusta su sabor, con proscioutto y tomates cherry. Una opción potable para compartir con la familia.

Se imagina ud. estar comiendo finger food y que le quiten el plato? Bueno, esto le ocurrió a una de mis amigas mientras comía un slider en Ciao Restaurant. Se quedó con la hamburguesa suspendida en la mano cuando la server le quitó el plato sin preguntar si podía retirarlo. Fuimos un grupo de 5 al Ciao Restaurant al salir del IFF. Nos tocó como server una chica muy preocupada por que pidiéramos algo de tomar sin traernos una carta de bebidas; y habíendonos traido sólo un menú para 5 personas. Ni siquiera se dio cuenta de que más que ser atenta estaba presionándonos a pedir sin presentarnos opciones! Nuestra idea era compartir algo de picar, así que pedimos una pizza de prosciutto, pero nos dijeron que demoraba entre 20-30 min, con lo cual decidimos optar por otras cosas del menú. Lo peor fue que al intentar pedir el dim sum, por ejemplo, nos dijo que eso no porque no tenían... nos interesamos por otra cosa, y eso tampoco tenían. Nos dijo que podíamos pedir lo que quisiéramos, pero lo que queríamos no había...! Al final pedimos sliders, los popcorn shrimp y los crab cakes. La server no nos orientó respecto al tamaño de las porciones, y terminamos con 2 sliders (hamburguesitas que se pueden comer sujetándolas con el pulgar y el índice) para 4; 1 crab cake para 5. Entiendo que el sitio es nuevo y que tienen muchos ajustes que hacer, pero hay cosas que están en la tapa del libro cuando de hospitalidad se trata. Por ejemplo, cómo se justifica que nos haya traido la cuenta sin una bandejita o sin sobre para cobro? La cuenta involucraba sencillo, y ella tuvo que hacer el malabar de manejar el dinero; pero eso no tiene justificación en el restaurante de un hotel que tiene varias estrellas. Tienen mucho que corregir, y ojalá pongan el negocio en manos de gente experta.

Una de mis amigas tiene debilidad por la pasta, así que para celebrar su cumpleaños fuimos a cenar a La Chesa. El sitio desde la entrada impacto con el buen gusto de su decoración, lo que lo predispone a uno positivamente para la experiencia. Es un ambiente acogedor e íntimo. Para quienes hemos estados en otros restaurantes de Hennesy, las sillas son como su marca, su insignia personal. Todos los detalles de luz, color, contraste entre materiales, temperatura, etc. están finamente cuidados. El menú es un precio fijo con opciones de plato de entrada, y elección entre rissotto o plato fuerte. En la mesa 2 nos fuimos por la opción de rissotto, y otros 2 por la del plato fuerte. La variedad que sirve la casa como entrada incluye ensalada, antipasto de berenjenas, alcachofas, etc. De primi platti opté por los ravioli de calabaza y me gustó mucho la propuesta de sabor pues se decantaba hacia lo dulce. Hizo un excelente contraste con mi opción por el rissotto de bacon y espárragos que estaba estupendo. Para cerrar, la variedad de postres estuvo bien, y el que encontré más interesante fue el de pistacho. Recomendado para una ocasión especial.

Un viernes por la noche, un grupo de amigos, y 2 cupones de una oferta que se promueve por internet fue la combinación perfecta que nos llevó a Terrae. No nos arrepentimos. Los que comieron hamburguesa aún hoy siguen hablando de ellas, y aquellos que nos inclinamos por otras opciones también recordamos la mesa en la que nos sentamos a degustar la propuesta orgánica del lugar. Creo que es un sitio al que no debe dejarse de ir si queremos que el país tenga más ofertas de este estilo.