Las entradas son muy buenas; recomiendo las Croquetas de Jamón y el Chicharrón de Cordero; las Chuletas de Cordero son muy buenas también, al igual que el Rib Eye con Rissoto Parmesano.
El servicio es excelente y el ambiente muy acojedor.
Después de un tiempo, el volver a este lugar ha sido muy grato.
Como siempre, disfruto el Mignon de Pollo con hongos y papas fritas; jugoso, pero bien cocido, y las papas crunchy y freídas en aceite limpio (aquí en Panamá reusan el aceite hasta no más poder). Pedi un ceviche de corvina; una presentación tradicional en copa; muy fresco y bien balanceado en acidez.
Definitivamente, es un lugar muy agradable que no se complica en su cocina con platos raros.
Es un lugar pequeño; apenas entras recibes atención buena y amable. Pedimos unos Raviolis de Espinaca al Pesto y un Linguini Frutti di Mare. Los Raviolis estaban ok; el Linguini había sido cocido de más (los mariscos estaban cauchosos). Desafortunadamente, se fue la luz mientras estábamos ahí así que no pudimos quedarnos a disfrutar de algo adicional. En conclusión, es otro restaurante italiano más en la ciudad; nada que te vaya a sorprender.
La comida no es ni parecida a la de Obarrio; es el mismo menú, pero la calidad me parece muy inferior. El servicio, en cambio, me parece mucho mejor. El ambiente también.
El lugar se ve desorientado; el ambiente no me gusta. Si tiene concepto italiano, el ambiente no lo parece; además, el aire no enfría y la música está muy alta.
Las pizzas son muy regulares y caras para lo que dan; en general, muy caro para lo que es.
El servicio si es bueno y atento.
Las empanadas son buenas, sobretodo la de queso y pollo; el café expresso esta bastante bien y te lo sirven en doble ración, por último, el servicio es muy amable y eficiente.
Los arroces buenos; de entrada recomiendo el ceviche vasco; el pulpo un poco chicloso. Buena carta de vinos a precios justos. El servicio de los saloneros es muy bueno, muy educados, siempre pendientes y gentiles. El ambiente elegante.
Es un lugar que a primera impresión no aparenta tener tan buena cocina, pero la verdad es que apenas entras ves que todo el mundo está disfrutando de alguna deliciosa hamburguesa o entrada; la Republicano es mi opción de hamburguesa favorita, y las alitas, de entrada.
Aparte, el servicio es muy bueno; los chicos conocen lo que venden y asesoran muy bien; saben el paladar de la gente.
Resalto también su coctelería y lista única de cervezas; muy buenas y el Gin lo saben preparar.
Por último, el ambiente invita a pasarla muy bien. Lástima que cierran a las 12.
En general, uno de mis favoritos. Recomendado 100%.
Azafrán
Las entradas son muy buenas; recomiendo las Croquetas de Jamón y el Chicharrón de Cordero; las Chuletas de Cordero son muy buenas también, al igual que el Rib Eye con Rissoto Parmesano. El servicio es excelente y el ambiente muy acojedor. Después de un tiempo, el volver a este lugar ha sido muy grato.
Mi Ranchito (Causeway)
Como siempre, disfruto el Mignon de Pollo con hongos y papas fritas; jugoso, pero bien cocido, y las papas crunchy y freídas en aceite limpio (aquí en Panamá reusan el aceite hasta no más poder). Pedi un ceviche de corvina; una presentación tradicional en copa; muy fresco y bien balanceado en acidez. Definitivamente, es un lugar muy agradable que no se complica en su cocina con platos raros.
DaFranco
Es un lugar pequeño; apenas entras recibes atención buena y amable. Pedimos unos Raviolis de Espinaca al Pesto y un Linguini Frutti di Mare. Los Raviolis estaban ok; el Linguini había sido cocido de más (los mariscos estaban cauchosos). Desafortunadamente, se fue la luz mientras estábamos ahí así que no pudimos quedarnos a disfrutar de algo adicional. En conclusión, es otro restaurante italiano más en la ciudad; nada que te vaya a sorprender.
La Locanda (Brisas del Golf)
La comida no es ni parecida a la de Obarrio; es el mismo menú, pero la calidad me parece muy inferior. El servicio, en cambio, me parece mucho mejor. El ambiente también.
Coliseum
El lugar se ve desorientado; el ambiente no me gusta. Si tiene concepto italiano, el ambiente no lo parece; además, el aire no enfría y la música está muy alta. Las pizzas son muy regulares y caras para lo que dan; en general, muy caro para lo que es. El servicio si es bueno y atento.
La Rana Dorada (Casco Antiguo)
No hay mucho que decir: si quieren comer bien, este no es el lugar, pero si quieren pintas buenas a un precio accesible, la Rana es el lugar.
Café Unido (Casco Viejo)
Las empanadas son buenas, sobretodo la de queso y pollo; el café expresso esta bastante bien y te lo sirven en doble ración, por último, el servicio es muy amable y eficiente.
Casa Urrutia
Los arroces buenos; de entrada recomiendo el ceviche vasco; el pulpo un poco chicloso. Buena carta de vinos a precios justos. El servicio de los saloneros es muy bueno, muy educados, siempre pendientes y gentiles. El ambiente elegante.
Ciao Bella Pizza (San Francisco)
Las pizzas son buenas con masa fina y sin tanta salsa; las pastas regulares y el servicio bueno. Lo recomiendo para ir en plan familiar.
El Republicano
Es un lugar que a primera impresión no aparenta tener tan buena cocina, pero la verdad es que apenas entras ves que todo el mundo está disfrutando de alguna deliciosa hamburguesa o entrada; la Republicano es mi opción de hamburguesa favorita, y las alitas, de entrada. Aparte, el servicio es muy bueno; los chicos conocen lo que venden y asesoran muy bien; saben el paladar de la gente. Resalto también su coctelería y lista única de cervezas; muy buenas y el Gin lo saben preparar. Por último, el ambiente invita a pasarla muy bien. Lástima que cierran a las 12. En general, uno de mis favoritos. Recomendado 100%.