La verdad fui en hora de almuerzo y el ambiente es bonito, pero la comida no me sorprendió. Provee su menú luncho, opción de corvina frita que para mí gusto personal considero que al plato aunque estaba bien decorado, estaba muy seco. Lo mejor fueron los patacones rellenos, que en cuanto sabor tenían buen equilibrio. En cuanto al postre proveé el flan y no me gustó.

Me pareció un lugar muy agradable con un ambiente campestre rústico. Compartimos de entrada fundido que venía con todos de entraña y unas tortillas tipo Nacho artesanales con un textura crugiente y adecuada para el plato. De plato fuerte una parrillada premium para tres, que tenía langostinos, entraña, puyazo y pollo. La carne estaba súper tierna que no había necesidad de ponerle más nada, langostinos bien y me impresionó lo jugoso del pollo y que se le sentían los sabores de un delicioso marinado. De guarnición patacones y camote frito. La verdad el lugar superó mis espectativas.

Este restaurante fue un gran descubrimiento, mi esposa y yo salimos a dar una vuelta y estábamos en market Plaza, me habían hablado del lugar y pasamos a probar. Un ambiente muy familiar y agradable, dónde me pude comer una empanada artesanal tipo Argentina y una empanada artesanal llamada cheeseburger mi esposa tomo el Frappé de coco con chocolate y yo el Frappé Chai con caramelo. El cierre de la velada, fue con un postre casero que me voló el cerebro. Torta de limón con buttercream de limón. Simplemente delicioso .

Me gustaron mucho sus pizzas, un toque casero, que me traslada como si estuviera comiendo en comida casera, vegetales frescos y su horno de leña le aportan un sabor particular, que le hace querer regresar.

Este lugar tiene una comida que te transporta a la comida de casa de la abuela. Es un lugar para compartir tanto como con familia y amigos los secretos guardados del barrio llevados a un concepto de restaurante. Me gusta mucho el bacalao, el jerk chicken, las dumplins de bacalao y el saus. Les recomiendo probar de bebidas el jugo de saril, cuando lo probé me hizo recordar a como la hacia mi abuela, no creí volver a tener esa sensación.

El lugar bastante sencillo, atención muy buena. La comida buena, algo como para compartir y pasar el rato. Creo que el lugar puede mejorar su ambiente si mejorar la selección musical, que no permite definir si son una discoteca o son un lugar para comer.

Fui a probar su hamburguesa participante del #burguerweek La Bochinchosa y me agradó mucho la integración de los ingredientes, tenía un poco de duda sobre el pan de achiote con pepitas de como sería el sabor, pero valió la pena. Siempre pido mi carne 3/4 y llegó en el punto de cocción correcto...Las papas al estilo provensal fueron compañeras perfectas para esta hamburguesa, porque estaban crujientes y nada grasosas.

Tuve el placer de volver a visitar este restaurante después de muchos años y fue agradable ver que todo se conservaba como lo recordaba. Esa fragancia que tienen los hornos de leña era fenomenal​. En lo gastronómico mantiene ese sabor a casa que tanto me gustaba. Su pizza Napoli me transportó a mi niñes cuando mi abuelo me traía esta deliciosa pizza, que preserva su sabor inconfundible.

La verdad es un restaurante que tiene potencial, porque su comida es buena...Pero algunas cosas creo que están mal enfocadas en su gestión del restaurante. Esta categorizado como Cevichería y no tenían Ceviche, se retrasaron en llegar a atendernos. A mejorar esas cosas y pudieran subir el nivel de su producto.

Primera vez que visito este lugar para almorzar, pedí un bqq Sandwich y la verdad quedé decepcionado...si es un bbq Sandwich esperas que la salsa bbq esté muy presente y para mi gusto estaba muy seco y descolorido. Adicionalmente las aros de cebollas que estaban dentro del pan eran demasiados y el pan tipo hamburguesa no aportaba nada al producto.