Comida afro-panameña. Ofrecen patitas de cerdo a la vinagreta (saus), camarones con salsa curry, croquetas de bacalao, pollo al estilo jerk, arroz con coco y frijoles, one-pot y muchos otros platos. También ofrecen bebida de saril con jengibre, limonada con raspadura y postres. Me gustó bastante. Regresaría a seguir degustando. Recomiendo camarones al curry y el saril.

Excelente comida libanesa. Tenía años de no ir, la última vez fue al local de Obarrio. La porción fue suficiente para mi esposa y yo. Además hubo baile árabe en vivo. Lo único desventajoso es la falta de estacionamientos ya que ésta área está (Calle Uruguay) está siendo "renovada", pero tienen valet parking si prefieren.

Comida italiana. Fortalezas las entradas y las pastas, tienen spaghetti libre de gluten y variadas entradas. Cabe notar el pan de la casa, crujiente y esponjoso. Pero la pizza no sacó sus mejores atributos. Pedí Margarita y obtuve una pizza que le faltaba color, no había el componente verde de ésta variedad. En verdad, volvería a probar sus pastas nuevamente.

Mercado de productos panameños. Hay de productores pequeños (El Pampero) como de los grandes (Varela Hermanos). Lo que no me gustó fue que las sopas que pedimos estaba agria y algo fría. Se le hizo el comentario a la mesera la cual pidió disculpas y me ofreció un café de cortesía. Dudo que regrese para comer pero si para comprar productos e incluso llevar a familiares que visiten del extranjero.

Esta es la cuarta vez que vamos a Los Cebollines, nos gusta la forma en que preparan las salsas - en frente de uno;los tacos ( ranchero), los burritos (norteño), las sopas (caldo tlalpeño) y la fajita de manzana y canela. Ah y no podía faltar la horchata en sus diferentes tamaños, el Tongolele siendo el más grande. Repetiría esta experiencia, es más, regresaría para un desayuno que solo ofrecen los fines de semana.

Cocina italo-argentina. Pedimos jugoso atún y salmón de almuerzo. El salmón parecía derretirse en nuestros paladares desbordándose de sabor. De acompañamiento ordenamos ratatouille, papas asadas, berenjena en salsa de vino tinto. Los meseros muy atentos y amables. Tienen la opción de terraza sin embargo, decidimos comer adentro de la casa, una mansión restaurada que data de los años 40 (acepto correcciones). Aunque he visto que otros comenzales han ido para degustar carnes, los invito a probar el atún o el salmón, los "fish steaks". No estoy arrepentido.

Visité la sucursal panameña de esta cadena de comida mexicana. He ido en dos ocasiones: con mi esposa y con otros familiares para almorzar. Me quedé impresionado por la preparación en la mesa de la salsa pico de gallo. He probado los tacos y el burrito norteño. Este último, era una porción grande pero completa con arroz, queso, lechuga, tomate, pollo, frijoles molidos, mmm... De postre pedimos las tiras de harina crocante con manzana y helado de vainilla. De parte de mis familiares las sopas estaban espectaculares. Regresaremos.

Fui con mi esposa. Pedimos la mesa libanesa, la cual nos gustó. Nos tomamos unas limonadas e incluso nos ofrecieron un postre. De todos los restaurantes en este país que ofrecen este tipo de comida, esta ha sido el mejor en cuanto a la comida y servicio. Definitivamente regresaremos.