Platillos muy bien preparados, sabores bien definidos y presentación impecable. Servicio muy bueno incluso en las recomendaciones. Ambiente simpático y buena música de ambiente.

Lástima que el negocio de restaurantes está pasando por momentos difíciles debido a la situación económica, y digo lástima porque cuando llegamos a las 8:00pm, en el restaurante habían escasamente 3 mesas ocupadas. Nazca 21 presenta precios razonables, comida muy sabrosa, porciones generosas y con muy buena sazón. Ojalá puedan bandear la presente situación y que puedan seguir ofertando sus buenos platillos.

He visitado este restaurante en varias ocasiones y he llegado a la conclusión de que la mejor opción es ordenar varios aperitivos y pedir los platos fuertes para compartir. Empezamos con los huevos estrellados, luego de mezclarlos bien en su cazuela, el resultado es un platillo verdaderamente extraordinario acompañado de un pan tostado que nos invita a sumergirlo en la mezcla, pruébenlo, no se arrepentirán. Los porkbelly buns no me impresionaron, es muy poco el puerco para el tamaño y densidad del bun, pienso que podrían mejorarlo. Le sugiero al chef que se de una vuelta por el restaurante Momofuku en la ciudad de Nueva York, para que vea lo que es un excelente porkbelly bun. Seguidamente pedí, para compartir, uno de mis platos favoritos; el lobster mac & cheese, para mi este es el plato insignia del restaurante, no hay que cambiarle nada! En ocasiones anteriores he ordenado los angus sliders y me parecieron muy sabrosos. Los baby back rib tampoco me llamaron la atención, le agregan un ingrediente parecido al mezquite, cuyo sabor prevalece tanto, que no se percibe el sabor del puerco. Finalmente, igualmente para compartir, pedimos el arroz persa y me sorprendió lo agradable y bien logrado de dicho platillo.

Esta es mi segunda visita al Nuevo Azahar y no decepcionó. Una vez que entramos al restaurante se nos olvida lo complicado que es llegar al mismo, incluyendo la misteriosa puerta de acero dentro de la simulada mini floristería que es la entrada del restaurante, muchos comensales se quedan dando vueltas en la entrada sin adivinar que el acceso es la famosa puerta de acero. En cuanto a la cena en si, como éramos 7 adultos, se ordenó varias clases de platillos de entrada al igual que de platos principales. En general se come muy bien, hay gente que prefiere irse con sólo las entradas ya que es lo que predomina en el menú, otros se inclinan por probar una entrada más el típico plato principal, en lo personal yo me iría sólo con las entradas ya que son muy variadas y todas las que probamos, tales como, los higos rellenos, los langostinos apanados y varios otros, estuvieron a la altura de nuestras expectativas.

Las entradas sugeridas por nuestro atento camarero fueron un éxito, almejas al ajillo con tomates secos y unos camarones salteados con vegetales, estuvieron a pedir de boca. Nuestra orden de plato principal consistió de 3 pastas diferentes, penne boloñesa, raviolis de pasta fresca y spaghetti Casa Tua, todos muy bien presentados y perfectamente al dente. La comida se siente fresca y los sencillos ingredientes de la cocina italiana resaltan el sabor de los platllos.

Nos dedicamos a probar solamente tapas y un par de postres, no ordenamos plato principal. En lo que a las tapas se refiere todas estuvieron excelentes, la única que pienso podría mejorar es la de tostada con dados de carne o solomillo, no recuerdo bien, si bien tenía buen sabor, la relación pan-carne, estaba un tanto dispareja ya que tiene mucho énfasis en el pan y muy poco en la carne. Por lo demás, los huevos rotos, el pulpo grillado, la tortilla española y los postres, excedieron nuestras expectativas. El restaurante está en una ubicación privilegiada con vista al mar y tiene un número plural de mesas en la parte exterior en un ambiente muy agradable.

Un grupo numeroso fuimos al brunch de los domingos, los platillos muy adaptados al paladar de los panameños, excelentes y variadas las combinaciones. Los chicharrones fritos están en su punto, sugiero llevar algún medicamento para destapar las arterias, vale la pena probarlos! Los huevos se cocinan al gusto y todas las órdenes salen exactamente como fueron pedidas. El servicio es un tanto demorado pero es entendible ya que todos los platos se preparan frescos y no hay nada prefabricado en la cocina.

Si para usted es importante gozar de un ambiente tranquilo durante su cena, este no es el lugar, en cambio para personas como yo, que con tal de experimentar una buena cena, toleramos el ruido y no nos molesta buena música (retro) a niveles tolerables. La comida excelente, en nuestra mesa, de 10 personas, pedimos de todo y la verdad es que ningún platillo, salvo el choripán (nadie le gana a los panameños haciendo choripán), decepcionó. Los camarones tempurizados para mi, es uno de sus platillos insignia, no muy atrás el Rib Eye en una salsa dulzona, a otro nivel, el arroz Thai, los dátiles rellenos de chorizo, y así, platillo tras platillo el resultado es excelente. Altamente recomendado.

Comida satisfactoria, alguno que otro plato sobresale, como el puerco al carbón por ejemplo, pero, igualmente a manera de ejemplo, el pollo asado se supone que debe ser jugoso y sin salsa alguna pero nos encontramos que estaba reseco y para resolver le rociaron una salsa que no lo mejoraba. He probado mejores want ones. Resumiendo: extraño Madam Chang!

Excelente servicio, menú de platos altamente sofisticados muy bien logrados. Considero se puede mejorar la iluminación atenuando un poco las luces pero la comida definitivamente no decepcionó.