Es un lugar de comida mexicana con estilo de alta cocina. Tiene una sala de ambiente agradable que permite que comer se vuelva una experiencia. El carrusel es mi plato recomendado para la primera visita a este lugar.

La comida está buena, pero la calidad de sus ingredientes está sobrevalorada. Se nota que no han sido elegidos con rigurosidad milimétrica. El Montadito Crispy De Salmón Fumé (entrada) es un plato poco creativo y de sabor regular, la reducción de los Tortellini de Cordero le faltó potencia y espesor. El plato más destacado de mi vista ha sido la pasta Frutti di mare; tenía equilibrio e ingredientes frescos. El poste Tiramisù Al Pistacchio es ingenioso, pero es escaso en bizcocho.

Los platos fusionan de manera equilibrada los sabores del Asia Pacífico. El Tofu frito es buena entrada, si luego se busca un segundo de sabores marcados. El tallawok y el yakimeshi de marisco son opciones que, aunque no figuran entre las más populares, valen la pena descubrir. El postre, Mil hojas de arroz, es el cierre ideal para lograr un final redondo en esta experiencia, aunque quizás el nombre de ese plato podría ser otro. Para maridaje es mejor consultar al camarero.