La entrada picada de chorizo y morcilla poco presentable pero bien de sabor; como plato principal el Delmónico, carne suave y en su punto de cocción (la pedimos roja); también el bife de chorizo, de consistencia fibrosa y pasada de término .. 3/4 en vez de 1/4… la papa asada divina pero faltando crema agria, las papas fritas frías y con sabor aceitoso…. la sangría es de pote, y eso que es tan sencillo preparar una buena sangría fresca. El servicio que otros tantos elogian me pareció basto, de poco tacto. Cuando sales al restaurante buscas una experiencia diferenciada en calidad de la comida y servicio, no fue nuestro en esta oportunidad.

Para mi el lugar para comer helado de paleta, y cada vez que voy solo pido la paleta de tamarindo.

Fuimos un domingo a desayunar, sentados fuera debajo de una churuata con una brisa divina pasando. El lugar lo describen ellos mismos de la mejor manera: calidad con informalidad. En nuestra visita lo destacado fue la amabilidad y atención del servicio.

La decoración es sencilla, la atención servicial, la propuesta culinaria interesante: Roll Acevichado (ceviche presentado en forma de roll), atún abrazado (crudo con una sabrosa costra de pimienta), Pad Tha de res, Pizza Kokeshi y Sashimi de Salmón.... una variación y todo en su punto. sin el descuento hubiese costado un tanto más, con el descuento valió la pena.

El servicio muy atento. Los jugos (mora y naranja) deliciosos. El té negro muy bien, el café americano... americano pues. Mini-Waffles con Nutella muy ricos, especial para todos con un diente dulce. La crepe sensación bien (el queso dio la sensación de ser cheddar en vez de queso holandés). Los huevos rancheros deberían venir acompañados de unos trozos de pan y/o una cuchara, pero de sabor bien.

Ambiente divino, cenar al aire libre con una brisa viendo por encima de los PH. El servicio amable, pero sin mayor conocimiento, las propuestas culinarias más interesantes en presentación que en gusto; no hay como quejarse de la calidad, pero para los precios me espero algo que me sorprenda: el coliflor de acompañamiento es obligatorio!

Es una fábrica de helados, lo que te inventas te lo preparan al instante (aquí haces tu PHD en Heladería). Pedimos Helado de Nutella y Helado de Fresa, ambos divinos, y un show de sensaciones para los niños.

Excelente para no salir de Clayton y perderte a la vez: quedas aislado en una taberna sencilla, tomas unas cervezas o whiskeys, y lo acompañas con comida pica-pica frita.

Muy atentos en el servicio, los platos ricos de sabor, bien condimentados, lamentablemente un poco fríos. El pulpo muy fresco.

De entrada un surtido de salsichas tradicionales a picar, de principal los cortes Special Pretelt y Montreal (mas grasoso y tierno que el anterior); en conclusión “bien” pero nada extraordinario, como todo el mundo lo describe.