El servicio y el ambiente está muy bien, la comida es ridículamente escasa, pedí un steak y era casi transparente, por 29$ me parece algo como una estafa. Los acompañantes estaban pasables y el sabor de la carne estaba bien, sin embargo me provocó salir a comerme un hot dog para completar

La comida muy buena como siempre, pedimos el risotto de langosta que está muy buena. El risotto de Gorgonzola buenísimo, el de hongos también. La fideigua de pulpo es algo acida para mi gusto. El ambiente estaba más calmado y callado que de costumbre, debe ser porque fuimos en el almuerzo. La atención esmerada.

La decoración es impecable, te sientes dentro de un barco, la atención es muy esmerada y la comida es realmente buena. Tienen un horno a la leña donde hacen un cochinillo que no tiene nada que envidiarle al que te podrías comer en Segovia. El jamón ibérico está realmente bien, fresco y bien cortado. Los precios no son solidarios, pero están dentro del promedio de restaurantes de esta categoría.

Pedimos almejas en mantequilla y vino, pulpo a la galleta, calamares fritos, huevos con papas y chistorras, enrollados de salmón. Todos platos honestos y sin pretensiones, pero muy buenos. La atención es esmerada y la supervisión de los dueños hace la diferencia. El chef nos recomendó un vino tinto gallego, por nombre nunca lo hubiésemos pedido (pájaro rojo) pero resultó excelente y a un precio bastante razonable.

Pedimos el jamón de bellota español, era original pero no estaba recién cortado, eso cambia todo del cielo a la tierra, por el precio jamas vale la pena, no los pidan. Los camarones al ajillo restaban regios, los Chipirones en su tinta (o como ellos lo escriban) muy recomendados al igual q los pimientos piquillos rellenos de bacalao. El pan está de lo mejor, poco pero buenísimo.

Es el mejor sitio para comer comida Libanesa en Panama, pedimos el plato mixto para tres personas, es variado y súper abundante. Los pancitos árabes son lo máximo, te los traen recién hechos es lo mejor!. Fuimos un sábado y había tres opciones de deportes en las múltiples pantallas, para un evento deportivo junto con amigos es el sitio ideal. La atención fue rápida y atenta.

Este restaurante está estratégicamente ubicado en el Multiplaza, lo que lo hace súper cómodo a la hora de hacer compras o estacionar. Esta muy bien decorado, muy al estilo del CC, y te permite una visión de lo que ocurre en el Mall. La comida es algo inferior a su hermano mayor Brutto y la atención algo mas lenta, me imagino por un tema logístico de la ubicación de la cocina.

Este restaurante tiene una carta de comida italiana tradicional, sin embargo en algunas ocasiones le incorporan a la carta un osso buco que es algo súper especial, es de cerdo (no vacuno) y lleva una cocción de muchísimas horas que logran un plato que es de lo mejor que he comido en Panama. Si tienen la suerte de ser atendido por el dueño, les hará la mejor recomendación del vino adecuado a la comida ordenada, logrando un maridaje perfecto. Es pequeño por lo que reservar es obligatorio.

La comida es excelente, me encanta la creatividad de los tortellini o raviolis de sopa de cebolla, así como la coliflor con sabor a costillas BBQ. El servicio es muy esmerado, realmente te sientes atendido. Al igual que Azahar tiene el volumen de la música extraordinariamente alto, dificulta totalmente hablar. En mi caso arruina un poco el gran esfuerzo de la comida y el servicio.

En comida Del Mar tienen una carta bastante variada, con frecuencia tienen langosta y centollo. Es comida simple, pero sabrosa y abundante. Les recomiendo el pargo entero frito y el que viene a la parrilla (lo llaman a la griega). La atención es algo lenta a pesar de tener bastante personal. El ambiente es muy marino con una vista del Canal de Panamá si te colocas adecuadamente en el restaurante. La falta de aire acondicionado (al aire libre) lo hacen algo duro para almorzar, la temperatura es un tema.