El lugar es muy bonito y el diseño de interiores ha sido cuidado para que cada área se sienta acogedora y diferente a las demás. Me sentaron en el salón principal en una mesa de dos. Fui solo. Bien iluminada, sin desniveles y perfectamente limpios cubiertos y cristalería . Ordene una copa de sangría tinta que estaba rica y por la cantidad vale los $9 que cuesta. Fui antojado así que me salté las entradas y pedí una pasta con mariscos a la vizcaína. La presentación y porción estuvieron bien, sin embargo tuve que pedir sal, pimienta y peperonccini para poder resaltar los sabores pues estaba con sabor neutral. Entiendo la comodidad de no luchar con los gustos de los clientes en cuanto a nivel de sabor pero por un plato de más de $20 el golpe de sabor debería estar incluido en el precio. Después de todo es una receta tradicional vasca y apanameñarla o ser cauto con el punto de sal adecuado es de alguna manera, cobarde. Dicho esto, los mariscos estaban frescos y al dente, al igual que la pasta. La salsa estaba de buena textura y la experiencia del plato en general fue buena. La atención fue expedita y agradable. Volvería probar otros platos, pero le pediría al chef que no tema con el punto de sal y me de el máximo de sabor posible sin temor.

Fui con mi esposa y niños y pedimos dos rollos que nos recomendó el mesero para los peques y bebidas por delante mientras mi esposa y yo mirábamos el menú. Éramos los únicos en el restaurante en ese momento justo al inicio del periodo de cena. 15 min después llamamos la atención del mesero y ordenamos nuestros platos. Otros 20 min pasaron y no teníamos ni agua, ni bebidas, ni comida para los niños que ya estaban desesperados y malhumorados. Tuvimos que pararnos e ir a la barra para preguntar que pasaba con la comida. Entonces nos pusieron lo de los niños y las bebidas. La limonada y el jugo de fresa eran artificiales cuando habíamos preguntado si eran naturales. Poco después llegó el resto de la comida. Buen sabor, caliente y buenas porciones. El servicio daña la experiencia. Es un restaurante más caro que sus pares y no debería darse el lujo de caer en la atención a los que pagan 16 dolares por un rollo que cuenta 9 en otros rest de sushi. Aunque dieron el 40% de descuento me pareció caro por el detalle de la atención. Y para cerrar en el app de degusta pusieron la reserva cancelada y dijeron que no asistí. FAIL!

Desde la locación que invita a la intimidad se disfruta de una atención atenta y bien versada en todas las delicias y detalles de cada plato que ofrecen. El menú griego/mediterráneo es distinto a otras referencias locales no solo en calidad, gusto y variedad sino también previo, siendo Meze más costoso sin que en este caso le quite mérito a la experiencia. La sangría es de las mejores que he probado y cuquier plato con cordero es un must. El queso frito no puede faltar de entrada y los camarones en aceite de kalamatas es de los mejores abrebocas, punto. Recomendado sin peros ni advertencias.. Bueno, una sola advertencia: es adictivo.

Calidad, porción y sabor es muy acertado. Si tu paladar disfruta los contrastes este es un lugar con un menú para viajar. El Tataki on Fire es mi entrada favorita porque mezcla ingredientes exóticos, técnica de cocción impecable y ese spice que te agua los ojos y te deja relax. Después hay mas de una decena de platos apetecibles en todas las proteínas y casi siempre balanceados en proporción de vegetales y carbohidratos. Tienen salsa de soya gluten free pero hasta ahí llegan con eso. Es lo único que diría que les falta, más opción gluten free dentro del menú. Tienen tortillas de trigo, deberían tener de maíz, por ejemplo. La atención siempre atenta y organizada. Da gusto dejar la propina.

La comida estuvo muy sabrosa. Los platos que comí me fueron ofrecidos por la mesera y estaban fuera del menú en ese momento. Excelente la creatividad de los platos en cuanto a mezcla de sabores, todos muy balanceados. Recomiendo carpaccio de res y los ravioles rellenos de salmón .

Tenían solo la mitad del menú disponible. O sea, tuve que comer lo que tenían y no Lo que quería del menú. A mis hijos les trajeron el plato mal y tuvieron que hacerlo nuevamente y comieron de últimos cuando pedimos q sacaran lo de los pequeños primero. No volveremos.