No volveré. El lugar es espectacular, la decoración impecable; sin embargo la comida nada de otro mundo. Pedí un pollo y cuando iba por la mitad del plato me topo con la sorpresa de que estaba crudo en el centro (algo bastante antihigiénico y peligroso por el tema de la salmonellosis). El tamaño de los platos fue un chiste (entradas, postres, platos fuertes) el único plato de tamaño normal fue la pasta con vegetales. Por otro lado, el servicio fue pésimo! El mesero que nos atendió estuvo con cara de disgusto todo el tiempo, cuando pedíamos explicación de los platos se le notaba que no le agradaba hacerlo, además una de las personas con las que fuimos cumplía años, nos trajo el dulce que le compramos y nunca trajo un cuchillo para partirlo (obviamente era demasiado pedir que tuviera el gesto de quedarse cantando cumpleaños o animando como lo hacen en la mayoría de los restaurantes). Para acabar, demasiado caro para lo que fueron las porciones y el pésimo servicio; me imagino que por eso estaba vacío el restaurant. Es una lástima porque el lugar es precioso!

Muy costoso para lo que es:.. Fuimos al brunch dominical. Encontramos mucha variedad en el menú. Yo pedí una pasta (bastante buena) y mi novio una hamburguesa la cual no le gustó (dejó la mitad del plato y compartí mi pasta con él). De entrada pedimos una arepa de yuca para compartir, estaba rica. Sin duda alguna, lo mejor fue el postre, pedimos un cruffin de nutella con helado. Nuestra mayor decepción fue el precio. El total de la cuenta fueron $70 con propina, un precio que no guarda relación con la sencillez de los platos ni del lugar. (2 bebidas sin alcohol, 1 entrada, 2 platos sencillos y 1 postre) nos pareció absurdo que el jugo de maracuyá (concentrado, no era natural preparado al momento) costó $5, la bola de helado (1 sola) la cobraron en $2.50.. No tiene sentido.

Servicio pÉsimo: hicimos la reserva a las 9 pero llegamos antes. Nos sentamos en la barra a tomar y comer mientras se hacía la hora. En dos ocasiones llamé a la host para enfatizar en que no se olvidara de cambiarnos a una mesa cuando fuera la hora de nuestra reserva, porque no queríamos pasar toda la noche en la barra; me dijo que sí, que ella estaría pendiente. Se hicieron las 9:30 y jamás nos cambió de mesa ni tampoco se acercó a ofrecer una explicación o una disculpa. Se supone que uno hace las reservas para que te aparten la mesa, no para que te hagan esperar y aparte no te den explicaciones. Los meseros estaban súper enredados, estresados y con mal carácter, a mis amigas les trajeron sus platos y el mío demoró unos 15-20 minutos en llegar después de que llevaron a la mesa los de ellas. Tuve que preguntarle a un mesero qué había pasado con mi plato por qué demoraba más que el resto, si todas pedimos rolls? Me dijo que "ya iba saliendo" sin disculpas ni tampoco explicación. Después, pedimos la carta de cocteles para seguir consumiendo en el lugar, la trajeron y más nunca vinieron a tomar el pedido. Cuando vimos que ya había pasado media hora posterior a la hora en la que habíamos hecho la reserva y que aparte el servicio estaba espantoso, decidimos pedir la cuenta, la cual también tuvimos que solicitar varias veces para que finalmente llegara. Es una lástima que un lugar con un ambiente tan bueno y una comida tan rica tenga este pésimo servicio. Señores es fundamental que capaciten a su personal para que ofrezcan un servicio de calidad. Cuando uno va a comer, aparte de querer que la comida sea buena, también quieres que te traten con respeto y buena disposición. Definitivamente le daré una segunda oportunidad al lugar porque me gustó la comida y el ambiente; ojalá logre tener una buena experiencia con el servicio cuando decida volver.

Habíamos visitado ya la sucursal de Obarrio; al igual que esta, no tenemos quejas. El servicio excelente, el mesero súper atento, servicial y eficiente. Los platos llegaron a buen tiempo, sin errores en las exigencias de los mismos. La comida súper rica y variada y las porciones bastante adecuadas. Un lugar para repetir!

Fuimos tras ver una foto del dulce de nutella en degusta. El local ya había cerrado, sin embargo el dueño o encargado nos recibió con amabilidad a pesar de que ya había pasado la hora de cierre. Pedimos el dulce de nutella y nos regaló 2 trufas para que las probáramos. Sin duda alguna con un servicio así de excepcional y distinguido provoca ir mil veces más a probar todo lo demás!

La comida estuvo súper rica. Todos los platos que pedimos nos gustaron, incluyendo las bebidas. Sin embargo la atención fue pésima, éramos los únicos en el local, (aparte de una mesa más que terminó un poco después de que nosotros pedimos nuestros platos). El mesero no estaba pendiente de nosotros, le pedimos la cuenta y la olvidó y además no paraba de mirar su celular y chatear.

Muy rico todo! La comida espectacular, tanto la entrada como los platos fuertes. El mesero que nos atendió era súper simpático y amable. Lo que no nos gustó fueron las mesas, era incómodo comer porque las mesas son demasiado altas para las sillas que tienen. Nos cambiamos para la terraza, ya que las sillas estaban más acordes al tamaño de las mesas, sin embargo como no corría brisa esa noche, pasamos mucho calor. Sería buena idea colocar abanicos/ ventiladores en la terraza. Pero bueno, para gustos los colores, es una crítica constructiva y una opinión totalmente subjetiva.

Nos habían recomendado el restaurante, sin embargo nos olvidamos de esto y nunca fuimos. Nos acordamos nuevamente del restaurant cuando vimos la promoción de 50% de descuento para miembros foodie, así que aprovechamos para tomarla y le dijimos a una pareja de amigos. Teníamos una reserva a las 3 pm. Llegamos puntuales y la Host nos dijo que "habían llegado todas las reservad a la misma hora" y que por ende teníamos que esperar en "orden de llegada". Pretexto que carece de sentido porque si uno realiza una reserva, lo más lógico es que así sean 4 reservas de diferentes personas a la misma hora, deben apartarte las mesas. En fin, esperamos 20 minutos para ser ubicados en una mesa. Demoraron 10 minutos en traer los menús y 50 minutos en traer los platos principales. Las entradas estaban muy buenas, sin embargo otro integrante de la mesa y yo pedimos un cartoccio de pollo y estaba sumamente salado, los otros dos platos de la mesasí estaban buenos. Para cerrar pedimos 2 postres, el tres leches estaba espectacular sin embargo el mousse de nutella sabía rancio, como si la leche estuviera vencida. Trajeron la cuenta y nos cobraron un postre adicional que habíamos pedido al inicio y no tenían; tuvimos que regresar la cuenta. Nos da la impresión que se les fue de las manos la organización de tanta demanda de las promociones de miembros foodie, terminando entonces de dar un servicio de mala calidad y quizás la rapidez en la cocina también los hizo preparar los platos con demasiada sal por el apuro. "El que mucho abarca, poco aprieta"

Un restaurante italiano con ingredientes de calidad! Los platos son frescos y las porciones son adecuadas, no son demasiado grandes ni tampoco demasiado pequeñas. El personal es bastante atento y el ambiente muy agradable

Desde que conocí este restaurante quedé FASCINADA!! la comida es inigualable. Hay millones de opciones para elegir desde las más gorditas hasta las más saludables! Puedes pedir hamburguesa de carne, pollo, salmón, pavo y vegetariana. Puedes pedir pan integral o también sin pan (te lo colocan con lechuga). Las salsas son divinas!! El concepto del menú de poder armarlo a tu manera es lo máximo! Y además los precios están súper bien. El servicio es excelente, la gente es muy amable y cortés. El dueño siempre está ahí y preocupado porque todo funcione bien. Lo repetiría 100%