Pequeño y hermoso, un lugar que te hace pensar en dónde estás. La atención es agradable pero todavía puede ser mejor. Hay un señor de bastante edad que si lo quieres te cuenta de dónde sale el nombre del lugar y esto ayuda a ambientarte un poco más. La variedad de platos es limitada pero los que he probado (el salmón y el filete portobelo) han estado mejor que buenos pero ligeramente por debajo de excelentes, pero cualquier pequeña falla en esto es recompensada por el ambiente... por supuesto, una vez terminada la velada, una pequeña caminata en los alrededores con ojos de apreciación a nuestra historia te dejarán con deseos de volver.

Comida estilo USA, nada especial. Me parece que los sabores los tienen más basados en salsas que en el verdadero saber del tipo de carne que se pida. También hacen uso del picante en mayor o menor medida lo que evita que puedas encontrar algún sabor real en la comida. La última vez pedí el salmón en salsa Jack Daniels acompañado de vegetales (sólo brócoli y zanahoria... esperaba más variedad) (3.5/5 para ese plato). He comido en el de Albrook y completamente "bland" su comida.

Sólo voy a este lugar por sus emparedados... siempre buenos, pero la espera es tortuosa, no puede ser que tengas que esperar hasta 25 minutos por tu pedido. A veces me parece que tienen muy poca gente en la cocina.

Cuando vas a este restaurante lo haces porque no quieres ir al food court y prefieres algo mejor preparado. No vas a encontrar ninguna exquisitez tampoco. Tienen un buen sancocho (no lo pidas con arroz que siempre está malo), la corvina es bastante buena. Me gusta su pie de limón. El servicio es rápido.

He estado varias veces tanto para desayuno como para almuerzo. Algunas veces pides un plato del menú que te deslumbra y otras veces todo es monótono. Creo que es así porque al final su clientela principal son los huéspedes del hotel. De todas maneras el hecho de estar rodeado de verdor y con un local bien amplio permite el disfrutar de otras cosas que compensan el hecho de que la comida no sea excelente...

Segunda ocasión que voy y nuevamente muy satisfecho con todo. Las carnes al grill en su punto, los vegetales al grill también excelentes, el joven que nos atendió fue servicial y siempre estuvo presto para lo que solicitáramos (creo que su nombre es Tomás), el postre también estuvo muy bien. Volveré.

Qué hace que un mismo restaurante sea calificado en los extremos: la gente, en otras palabras la atención y esmero de su chef, sus meseros y la gerencia. Fuimos Sábado en la noche y probamos: 1. Los deditos de mozzarella: "bland" completamente como dijo uno del grupo 2.5/5 2. Focaccia de berengenas asadas con queso feta: Good (4.5/5). 3. Corvina sobre spaguettini frito crunchy, vegetales salteados y salsa teriyaki cremosa con almendras: Good (4.0/5). La corvina estaba sobrecosida (mucho tiempo en la plancha) pero la salvaron los sabores de los vegetales. 4. Spaguettini, uno con salsa pomodoro (3.5/5) la cual estaba muy ácida y el otro alfredo (4./5 ambos). La atención fue buena aunque quizás por ser Sábado + el hecho de que el restaurante abre a las 2000 horas hace que se llene muy rápido y se pierde un poco del servicio. También un punto en contra es que el aire acondicionado estaba "racionado", estábamos en ese punto que si te mueves un poquito de más comienzas a sudar. Pedí un té de hierbas que sabía bien pero que me dejó con la frente perlada y el cuello sudado... no puedo disfrutar comida con calor donde se supone que debe existir una temperatura agradable. Otra cosa en contra es el ruido del mismo interior del restaurante... comer se disfruta en compañía y una buena conversación, no pidiendo a tus compañeros que te repitan más fuerte lo que te dijeron.