Este restaurante es uno de mis preferidos y regreso con gusto a probar nuevos platos de la gran variedad que ofrecen. Hacia un tiempo que no iba y encontré cambios en el menu, pero la misma calidad y excelente presentacion. De entrada comimos una pizza tataki de salmon y coquitos, ambos deliciosos. Luego el dragon roll y ebby fry, acompañado de sangria blanca. Nos sirvió un mesero atento por lo que fue una buena velada. Full recomendado.

La comida es muy irregular, bastante buenos los emparedados pero a pastas y carnes le encuentro deficiencias. Tampoco me gustaron las berengenas apanadas. El servicio tambien irregular: a veces buenos y otras hay carios meseros desocupados conversando entre ellos distraidamente. Sin embargo, vuelvo por el ambiente, me gusta la amplitud del salon que permite conversar en grupo, la vista del parque, la facilidad del estacionamiento. Y la ubicacion. Seguire yendo esperando que mejore la cocina.

He ido varias veces por la comodidad del parking en el mall. Pedi por segunda ocasion la pasta a la sarda que me gusta muchisimo. Elegi tagliatella perfectamente cocida al dente, hecha en casa aunque algo gruesa. En el pasado he comido risotto frutti di mare que tambien he disfrutado. El servicio atento, la terraza fresca. Una buena experiencia.

He ido varias veces a este restaurante, en pareja y en grupos, y vuelvo con agrado porque me gusta la comida y la ubicacion. El local es amplio y luminoso, con el ventanal que da a un area verde. Sempre sali satisfecha con los platos, sea pizza o pastas. El menu es amplio y la cpmida sabrosa, honesta y nada sofisticada. Recomiendo el pan frito de entrada. Hoy comi focaccia mediterranea, que es vegetariana. El servicio muy irregulat: en ocasiones lento y erratico, hoy nos toco un mesero dinamico. El gerente esta siempre pendiente. El costo es razonable. Si lo recomiendo, sobretodo para reuniones familiares: es children friendly.

Ayer llevamos a cenar a unos amigos turistas. Mi esposo es fan de este restaurante que apreciamos desde siempre ya que nos gustan los frutos del mar. Yo hubiera preferido llevarlos a una propuesta gastronomica moderna, de las que abundan en Panama. Pero mi esposo es tradicional y no se arriesga. Me sorprendio que estaba lleno, señal de que conserva su clientela a pesar de la competencia. La comida estuvo muy buena, el servicio un poco lento comparado con mi recuerdo de experiencias pasadas. Mis amigos quedaron muy satisfechos con el ambiente calmado, que permite conversar. Aunque yo no volveria porque me gusta la cocina mas creativa, la experiencia fue buena y seguramente mi esposo seguira fiel.

No lo conocia y fui con mucha expectativa, que fue satisfecha positivamente. Me gusto la decoracion y el ambiente en general. La comida deliciosa: volvere para degustar mas platillos. El servicio bueno,. Un mesero especialmente amable para compensar que no tenian postre sugar free para mi esposo diabetico, me favorecio con Lemincello de cortesia y amables conentarios. Que bueno tener restaurantes como Bambu!