Muy regular la ambientación, la música altísimo volumen para el sitio. Fuertes olores a humedad en una casa que se nota fue adecuada con poco presupuesto para volverse un restaurante que más pasa por bar que por otra cosa. Pese a los intentos de la mal presentada waitress, en más de 4 ocasiones dijo que no había ni de la cerveza que nos había ofrecido, ni de los platos ordenados. Mucho menos pedir café ya que No venden. Lastimosamente una experiencia que poco o nada deja que desear más allá de haber pagado precios altísimos por un ambiente, comida y atención que no lo merecen.

Buen sitio Italiano, la pasta fresca aunque las salsas pueden mejorar. Ordene una pasta con frutos delar que tenía 3 piezas únicamente, increíble lo poco de mar!

Muchísimo mejor que la anterior ubicación. Las entradas estuvieron fantásticas, Dátiles rellenos y Cechive de Corvina buenísimo. El servicio podría mejorar en cuanto a la forma de atender y la amabilidad brindada, más sin embargo estuvo bien.

Mal atención y pésimo ambiente desafortunadamente nos tocó ver una pelea entre el staff de la cocina. El café lo sirvieron en pocillo quebrado Y no había más del 70% de los productos ofrecidos en la carta.

Muy buen sabor de los pollos te atienden con gusto pese a que son poco amables. Para ser un sitio típico el local el aceptable en decoración y ambientación.

Overpriced, Ruidoso, comida regular El sitio tenía una música en vivo pasada en volumen, la comida deja mucho que desear

Acogedor y bien atendido, propone una interesante mezcla de sabores y platos en su menú que dista de lo japonés que pudiera parecer en principio y se acerca más a China e Indonesia. Algunos platos rayan en lo que se ven cadenas de comida semejantes, aunque los precios claramente no lo son. Las bebidas pueden mejorar considerablemente

Buena atención, restaurante tradicional Italiano, con un toque local. La pizza Romana recomendada, la Hawaiana es más bien simple así que si busca una pizza semidulce, esta no es la mas mejor opción.

Acogedor con personalidad, sin mucha pretensión deja que sea la comida la que hable por si sola. La vista hacia el exterior, da una mixtura increíble entre un restaurante extranjero en medio de la arquitectura del Casco Antiguo lo que le da aún más un halo místico y enigmático al lugar

En esta ocasión el ambiente estaba mágicamente fantástico. El servicio algo más lento de lo habitual pese a no estar lleno el restaurante y la comida algo desabrida y sin Sasón.