Me habían recomendado en de Marbella y buscando en Degusta encontré esta sucursal (donde antes estaba Rockburguer de Sortis). Desde que entramos nos gustó, todos te saludan al entrar, hicimos reserva con de gusta pero no la tenían... igualmente prepararon una mesa. Pedimos unas gyosas, un sushi de salmón, langostinos (envueltos en arroz) y la sopa ramen... todo muy rico. Lo único fue que nos trajeron todos los platos en desorden, nuestra mesa estaba al frente de la cocina y pudimos observar el pequeño caos que tenían todos, meseros y cocineros... todos corrían, se chocaban, nunca supe quién cobraba... puede ser que están iniciando o ese día les llegó más gente de lo que esperaban.

Fuimos en esta oportunidad a celebrar un cumpleaños, y el servicio fue de lujo. Nos gusta ir pedir platos para compartir. Recomiendo el spicy Ebi, spicy tuna pizza, bao buns de costilla; de rolls el Black roll y el zk roll (anteriormente volcano roll).

Hay que reservar, poseen dos horarios 7pm y 9pm, Max 16 personas por turno, se paga por adelantado $20 para garantizar la reserva. La idea del restaurante y su “protocolo” son muy interesantes, te narran una historia... brindan un menú de degustación y todos los comensales en el restaurante son servidos a la vez. Este restaurante puede ser uno de los q posee el margen de ganancia más elevado de la plaza panameña... ingredientes locales súper tradicionales, te llevan de paseo por el interior, les aplican técnicas elaboradas para convertir platos tradicionales panameños en platos Gourmet y té los cobran como tal, sabores ok, nada excepcional o sublime. Mi expectativa era realmente alta por los precios y toda su mecánica de reserva y demás. Para finalizar un restaurante caro, sabores promedio, concepto muy atractivo. Uds deciden si se animan a invertirle aprox $85 pp.

Excelente desayunos! Tuve que pedir 4 veces la factura fiscal y al final nunca llegó a la mesa. La factura es una obligación, no deberían ni siquiera preguntar si el cliente la quiere.

Los precios muy caros para la calidad de su comida. Por error me pedí un cheviche bucanero que traía mariscos mixtos en una salsa de yogurt (no se a quién se le ocurrió la combinación) al final me cambiaron el plato sin problema. El mesero fue muy amable.

No conocía el concepto... ordenamos en la caja y me consultaron si quería agragar propina, primero pensé: propina por adelantado no suena bien, pero al final la incluimos y cancelamos. Pero resulta que era self service... recojes en el mostrador tu pan con la carne y tienes que ponerle los vegetales a tu gusto. Finalmente: un restaurante de Fast food que cobra propina (no entendí). La hamburguesa es común... te puedes hacer una en la casa igual o inclusive mejor. El ambiente es lo peor, por fuera el lugar engaña y parece cool... pero es malo, pocas mesas, tienen una tina donde lavan el trapeador casi encima tuyo.

Buen ambiente y decoración, se nota que hicieron un esfuerzo en los detalles (ni se compara con el rest cubano que estaba ahí anteriormente). Posee tres ambientes: una terraza, un vip amplio y el salón. El menú es pequeño pero tiene platos interesantes. Cuando llegamos había poca gente y a partir de las 9pm se fue llenando, haciendo que el servicio se hiciera un poco más lento... pero igual se notaba su esfuerzo por atender rápido.