Esperaba algo mucho mejor, pero que va! La comida no estaba buena en comparación con otros restaurantes libaneses de la localidad. El mesero no conocía los platos y dio información equivocada. Además los meseros estaban mal presentados, camisas arremangadas, y con zapatillas.

Este restaurante es muy bullero, todo el mundo grita y se crea un ambiente desagradable. La atención es pésima, los meseros ni te voltean a mirar, parece que trabajan gratis. La comida no es mala, pero si muy cara, sobretodo para el tipo de restaurante tan poco atractivo, mas estilo fonda. Lo último que note es que ahora en los emparedados te cobran por ingrediente: lechuga 0.50, tomate, cebolla, creo que hasta la mantequilla. Esto es una MALA PRACTICA.

La comida es buena, aunque a vece fría. Los dulces muy ricos, pero muy caros. La atención es pésima. Las que atienden son hostiles y no les interesa dar un buen servicio; las he escuchado comentar que se quieren ir. Las mesas son muy chicas e incómodas, en general es muy costoso, sobretodo porque hay mejores ofertas en la ciudad.